Este artículo se basa en el hilo de Twitter de The Secret Barrister. Lo enlazo porque sé que muchos no aceptáis otro formato ;). Trata sobre la inutilidad de aplicar sentencias más duras en casos de violencia sexual en Reino Unido.
Cualquier político de cualquier partido que afirme que la respuesta para combatir la violencia contra las mujeres es simplemente un tema de "sentencias más duras" no está siendo sincero con el público.
Dejadme que os cuente sobre un caso que estoy procesando actualmente. El caso implica graves alegaciones de violencia doméstica y comportamiento coercitivo/controlador. Los delitos se remontan al 2016. Se denunciaron en el 2017. Esto no es raro en casos de abuso doméstico, pues las víctimas suelen retrasar la denuncia por miedo. Luego la policía tardó 18 meses en investigar.
18 meses.
¿Por qué? Parcialmente porque este caso, como muchos de su tipo, se basaba en pruebas en el teléfono móvil. Los textos para mostrar el comportamiento del acusado o para probar quejas contemporáneas de la querellante a sus amigos. Y actualmente, debido a los recortes de la policía y la negativa del gobierno de financiar las Unidades de Investigación Digital, hay un retraso de al menos 12 meses para examinar los dispositivos en la mayoría de zonas del país. Parte del retraso en la investigación se debe a que la policía debe obtener otras pruebas, como documentos médicos o declaraciones adicionales de testigos, que implican ponerse en contacto con la Crown Prosecution Service (CPS, proporciona consejo legal a la policía durante las investigaciones). La CPS también ha perdido financiación y está falta de personal, por lo que se retrasa aún más.
Cuando finalmente se tomó la decisión, el caso tardó 6 meses en llegar a los tribunales, no para el juicio, sino para la primera audiencia ante los magistrados. ¿Por qué? Porque el gobierno redujo la financiación a la policía y a los tribunales. Este tipo de retraso ahora es habitual.
El caso fue enviado entonces al Tribunal Superior de lo Penal de Inglaterra y Gales, ya que el acusado negó los cargos. Y ahí se quedó a la espera de la fecha de juicio que, incluso antes del Covid, era de un año. ¿Por qué? Porque el gobierno redujo la financiación a los tribunales. Aumentó deliberadamente los juicios pendientes. A pesar de la acumulación de casos, se redujeron el número de días de juicios.
La primera fecha contemplada se aplazó por "falta de tiempo de juicio", es decir, aunque había una sala y un juez, debido a las restricciones artificiales del gobierno a las sesiones, estaba prohibido celebrar un juicio. Por esa razón, el juicio se canceló.
Entonces vino el Covid. Y el gobierno aún se negaba a financiar la justicia penal. Tardó meses y meses antes de que abriera un tribunal provisional protegido contra el Covid [llamado "Nightingale Court"].
El juicio se aplazó de nuevo a verano del 2021. No hay garantía de que salga adelante.
Durante este tiempo, el acusado ha estado en libertad bajo fianza. Si es el hombre violento y manipulador que cree la fiscalía, son cuatro años que tiene para ejercer presión sobre la denunciante para que no coopere. Cuatro años para empezar nuevas relaciones y repetir los mismos comportamientos. Mientras tanto, la denunciante intenta continuar. Estoy esperando la triste y familiar nota de la policía informándome de que ha retirado su acusación porque no puede soportar el proceso durante más tiempo.
Nadie podría culparla. Si milagrosamente continuara, sus pruebas se verían afectadas inevitablemente por el paso del tiempo. Un error honesto sobre una minucia podría malinterpretarse como una gran mentira. Puede que un esfuerzo sincero no sea suficiente para persuadir al jurado.
Para rematarlo, los acusados que son condenados y sentenciados pueden recibir una sentencia menor de la que obtendrían de otra manera. ¿Por qué? Porque el retraso causado por el estado es un factor mitigante que los tribunales pueden tener en cuenta.
Este caso no tiene nada de extraño. Todo profesional del derecho penal tendrá muchos como este. La demora y la negación de justicia no se restringe a los casos de abuso doméstico, pero están entre los peores afectados. Y, como sabemos, las consecuencias pueden ser terribles. Este sistema desastroso, que no merece la etiqueta de "justicia", es por lo que deberían estar disculpándose los políticos y prometiendo arreglar. Financiar a la policía, a los fiscales, los tribunales, la libertad condicional, hacer algo con la investigación, detección, enjuiciamiento y prevención. No ha habido un mejor momento para ser criminal que bajo el gobierno de Boris Johnson. Nunca ha habido un mejor momento para ser violento con las mujeres y salirse con la suya. Y al afirmar que se resuelve con "sentencias más duras" os toma por tontos.
morefeo