Se puede clasificar a los seres humanos en dos grupos por cómo responden a una sencilla pregunta

La pregunta es: ¿quién empezó a causar antes a quién, o quién empezó siendo antes consecuencia de quién? ¿fue el Estado el que empezó en primer lugar siendo consecuencia del individuo, o fue el individuo el que empezó siendo en primer lugar consecuencia del Estado? Que es un poco como preguntar si fue antes el huevo o la gallina: ¿Qué fue antes, el individuo o el Estado?

Aunque a algunos les pueda parecer que la respuesta intuitiva sería que fue antes el individuo, sorprendentemente esta pregunta clasifica a la humanidad entera en solo dos grupos, por la forma en que la gente responde a ella. Un grupo sería el de las personas "raras", y el otro grupo sería el de las personas "normales". Veámoslos:

Empecemos por las personas "raras". Estas personas, de forma paradójica, son las que precisamente tienen el atributo que nos suelen decir que común o normalmente debería caracterizar a la especie humana, la racionalidad o inteligencia. Estas son las personas que, a la pregunta planteada, responden que el individuo fue antes, y que el Estado empezó siendo consecuencia del individuo antes de que el individuo fuera consecuencia del Estado. Así, el individuo crearía el Estado, y contribuiría a él, para, posteriormente, ser el Estado el que contribuya al individuo, en una suerte de lógica comercial cíclica entre el individuo y la sociedad. Y lo de "lógica" aquí se dice en un sentido de sostenibilidad, porque sería insostenible que sea el individuo el que siempre contribuya al Estado, sin una correspondencia recíproca, o viceversa (es decir, que sea el Estado el que siempre contribuya al individuo, sin una correspondencia recíproca).

El segundo grupo humano, en base a la respuesta a la pregunta inicialmente planteada, es el grupo de las personas "normales". Curiosa, y quizá no tan ilógicamente, estas personas, aparte de por la respuesta que ofrecen a la pregunta, también tienen otra característica común que las aúna: son defensoras del derecho de hacerse nacer a los hijos en la pobreza o la precariedad. La respuesta que ofrece esta segunda categoría humana a la pregunta inicialmente planteada es que el Estado fue antes que el individuo, es decir, es el Estado el que contribuye al individuo. Y no solo esto, van aún más allá: esta segunda categoría humana piensa que ni siquiera hay una subsiguiente etapa en la que sea el individuo el que contribuya al Estado, por cerrar algún círculo comercial sostenible, no: el Estado siempre contribuye al individuo, y el individuo nunca contribuye al Estado. Por esto quizá lo de la posible coherencia que yo mencionaba con la defensa del derecho de hacer nacer a los hijos en la pobreza o la precariedad: este derecho cobra sentido cuando crees que es el Estado, es decir, los demás ciudadanos, los que tienen el deber de criar a tus hijos.

Desde esta perspectiva en la que el Estado únicamente contribuye al individuo sin que el individuo contribuya a él, pedir un Estado que críe a vuestros hijos porque vosotros no sabéis que si hacéis nacer a vuestros hijos en la pobreza o la precariedad ellos llevarán una vida sufrida, es como pedir un Estado que os vaya poniendo colchonetas o camas elásticas por las calles porque vosotros no sabéis que cuando os lanzáis de una azotea sufrís una caída dolorosa.