Nuestro universo no puede ser determinista en sí mismo; su única oportunidad de serlo sería que fuera parte de otro universo muchísimo mayor que lo englobase.
Si yo te digo que nuestro universo no es determinista porque las leyes físicas que lo determinan, a su vez, no están determinadas por nada, tú me dirás que esas leyes están determinadas por otras leyes anteriores que aún no conocemos. Sin embargo, esto solo es trasladar la cuestión de sitio, porque entonces yo te diré que esas otras leyes anteriores no están determinadas por nada. Caemos así en una regresión infinita que, precisamente por no conducir a ningún final, hace que la afirmación "nuestro universo es determinista" quede vaciada de sentido.
Sin embargo, un universo muchísimo mas grande, dentro del cual quedase englobado nuestro universo, sí tendría una oportunidad de ser determinista. Veamos por qué.
Si las leyes físicas mas fundamentales de nuestro universo no están en sí mismas determinadas por ninguna razón anterior, entonces no nos queda claro o explicado por qué esas leyes son o "tienen que ser" de la forma exacta en que son, en vez de ser de otra manera. Si no hay ninguna causa anterior que explique o determine por qué las leyes fundamentales de nuestro universo "tienen que ser" exactamente como son en vez de ser de otra manera (es decir, si nuestro universo no es determinista), entonces queda abierta la posibilidad de que estas leyes pudieran simplemente ser de otra manera, por ejemplo con constantes físicas universales de valores distintos, o con expresiones o criterios matemáticos distintos.
Obsérvese que, en el párrafo anterior, el "tienen que ser" lo he puesto entrecomillado, en negrita y en cursiva. Es decir, me interesa resaltarlo mucho. Cuando una cosa está determinada o predeterminada por otra anterior, entonces dicha cosa "tiene que ser" así, y el motivo de ello nos viene dado por la causa anterior que la predetermina. Sin embargo, cuando una cosa no está predeterminada por ninguna causa anterior, entonces esa cosa "es", pero sin "tener que ser". Es decir, dicha cosa "es", pero puesto que ninguna causa anterior predetermina que "tenga que ser" precisamente así, entonces cabría concebir que dicha cosa también pudiera "ser" de una manera diferente, con características diferentes. Por ejemplo, las leyes físicas fundamentales de nuestro universo, puesto que en sí mismas no están predeterminadas por nada anterior, "son", pero no "tienen que ser" precisamente así, sino que podrían "ser" también de alguna otra forma distinta (constantes físicas universales distintas, criterios matemáticos distintos, etc).
A los efectos de este artículo, vamos a introducir la siguiente terminología: "determinismo débil" y "determinismo fuerte". "Determinismo débil" es el determinismo al que nos referimos cuando decimos "nuestro universo es determinista", es decir: hay unas leyes fundamentales, estas leyes determinan cómo ocurren los hechos en el universo, pero las leyes en sí mismas no están determinadas por nada. "Determinismo fuerte" es cuando incluso las leyes fundamentales están en sí mismas determinadas por algo anterior, es decir, cuando todo, absolutamente todo en el universo, incluso las leyes fundamentales, está determinado por algo anterior.
Así que podemos decir que el "determinismo débil" es como un "ser, pero sin tener que ser, y por tanto pudiendo ser también de otra manera", mientras que el "determinismo fuerte" es como un "ser, y además tener que ser precisamente así, sin poder ser de otra manera". En nuestro universo puede haber un "determinismo débil", pero no hay un "determinismo fuerte".
Imagina que un dibujante de cómics decide dibujar un nuevo cómic, pero este cómic decide dibujarlo siguiendo un procedimiento especial. El dibujante tiene la ocurrencia de decidir primero unas reglas básicas rígidas, que deben determinar todo lo que ocurra en el cómic, y entonces el dibujante simplemente se pone a dibujar viñetas, que resultan lógicamente de las reglas básicas decididas. Una vez decididas las reglas básicas, el dibujante ya no tiene que pensar qué historia contará el cómic, simplemente se limitará a ir dibujando viñetas que, de manera mecánica, resultan de las reglas básicas decididas. Imagina que, siguiendo este procedimiento, el dibujante dibuja millones de viñetas.
Ahora imagina que otra persona distinta decide leer el cómic, sin saber que el dibujante, cuando lo dibujó, lo hizo siguiendo unas reglas que estableció previamente. Al principio esta persona lectora va leyendo viñetas sin darse cuenta de las reglas fundamentales que las determinan, pero, a medida que va leyendo mas y mas viñetas y va avanzando en el cómic, se va dando cuenta de que hay pautas o reglas que parecen siempre cumplirse. Cuando lleva leídas la suficiente cantidad de miles de viñetas, la persona lectora ya tiene mas o menos claras cuáles son las reglas sobre cuya base se desarrolla el cómic. Dado que las reglas son reglas porque suponen que los hechos siempre ocurren de la misma forma, como aplicación repetida de dichas reglas, el lector del cómic decide que muchas viñetas son meras repeticiones que redundan respecto a las reglas básicas del cómic. Son viñetas que, por ser meras repeticiones redundantes, no aportan nada sustancial al cómic, salvo inflarlo de viñetas, por lo que el lector decide suprimir las viñetas redundantes. Después de suprimir muchos millones de viñetas redundantes, que no aportan nada a la historia contada por el cómic excepto repeticiones de las reglas básicas, se queda con solo unas pocas viñetas que muestran claramente cuáles son las reglas básicas del cómic, sin redundancias o repeticiones. Estas pocas viñetas son como los "axiomas" del cómic, si se las acepta se podrá reconstruir el cómic entero solo a partir de ellas, están limpias de redundancias, y por tanto cuentan lo que podríamos considerar la "verdadera historia" del cómic, o "historia fundamental o sustancial" del cómic, limpiada de meras redundancias.
De manera análoga, la increíble diversidad de fenómenos de nuestro universo puede ser enteramente explicada como meras redundancias de unas pocas leyes físicas fundamentales, por lo que estas pocas leyes fundamentales de nuestro universo son como la "verdadera historia" o "historia sustancial" de nuestro universo.
Las dos ramas básicas actuales de la ciencia física son la de la física relativista y la de la física cuántica. Sabemos que estas dos ramas todavía no son fundamentales del todo, y que todavía necesitamos encontrar unas leyes o "axiomas" aún mas fundamentales que expliquen desde una base unificada ambas ramas. Si encontrásemos estas leyes físicas aún mas fundamentales o axiomáticas, la física relativista y la física cuántica quedarían como meras aplicaciones redundantes suyas, por lo que el punto importante aquí es que a medida que vamos encontrando leyes mas y mas fundamentales o axiomáticas, el "cómic" se va "recortando", cada vez tiene menos viñetas, y el sistema de axiomas va quedando cada vez como mas simple e irreductible.
Esto supondría que nos iríamos acercando cada vez a algo mas simple, y el límite final obvio de todo esto sería la propia nada, pero como no tendría ningún sentido que algo surgiera de la nada (pues esto sería como "magia", o como "no-determinismo", o como "no-determinismo-fuerte", o como "determinismo solo débil"), debemos llegar a algo que sea el límite mismo de la existencia, del ser, lo mínimo y mas elemental que pueda darse en cuanto a existir o ser.
Imagina una pizarra en blanco. Una persona va y dibuja en ella un paraguas. Este paraguas, obviamente, "es", pero no "tiene que ser", porque, en vez de un paraguas, la persona también podría dibujar una silla en la pizarra, o un sombrero. El paraguas, la silla o el sombrero "son", pero no "tienen que ser". Ahora bien: la pizarra en sí misma, no solo "es", sino que también "tiene que ser", porque ella es como la base absoluta de la existencia, lo mínimo y mas primitivo que puede darse en cuanto a existencia, pues sin ella sería imposible la existencia del paraguas, de la silla o del sombrero.
Por tanto, cuanto mas concreto es algo, mas se aleja del "tener que ser", y mas susceptible o sencillo es de poder ser sustituido por alguna otra cosa con características distintas. Pero cuanto menos concreto, mas general es algo, mas se acerca al "tener que ser". No "tiene que haber" un paraguas, una silla o un sombrero, pero sí "tiene que haber" al menos una pizarra que permita dibujarlos a todos ellos. La pizarra es "determinista fuerte", porque es, y tiene que ser.
Nuestro universo tiene unas leyes físicas muy concretas, "es" pero no "tiene que ser", no es "determinista fuerte". Pero una base física absolutamente fundamental, muy anterior a nuestro universo, que ofreciese la "pizarra" sobre la que dibujar todos los universos posibles, incluido el nuestro, sí "tendría que ser", además de "ser".
De hecho, el concepto de "determinismo fuerte" es tan importante, que un universo que no sea "determinista fuerte", en realidad, no debería merecer la etiqueta o denominación de "universo", sino, a lo sumo, de "sub-universo". Así, nuestro universo es en realidad un "sub-universo". Solo cuando un universo es "determinista fuerte", y por tanto "tiene que ser" además de "ser", él no ha salido de la nada, y por tanto no ha resultado de la magia.
Quizá la mayoría de "sub-universos" son demasiado "débiles" y se derrumban pronto. Solo los mas "fuertes", como el nuestro, sobreviven.