Cuenta Ernst Jünger en sus tempestades de acero que en medio de la batalla encontró a un muchacho con el vientre atravesado de metralla, desangrándose sin remedio, y que cuando fue a ayudarle, el chico se dio la vuelta y se envolvió en su capote, por pudor, para que nadie le viese morir, para conservar la intimidad de su sufrimiento.
Ese soldado, ese muchacho, ese hombre, es para nosotros un marciano. Su actitud no es tan ajena como la de la mozuela que apreciaba su virginidad por encima de su vida y que tasaba su cabeza en la resistencia de su himen, de su voluntad y de su destreza para atraer siempre lo justo y nunca demasiado.
¿Quién escondería hoy su sacrificio? ¿quién escondería su dolor? El dolor, en nuestros días,es parta convertirse en víctima y canjearlo por un bonolágrima que permita saltarse una ley, obtener un privilegio, una plaza o una subvención. El dolor cotiza en bolsa y es un valor más, con su debe y con su haber, regidos por el código de comercio, y donde entra la lógica mercantil entran también los intermediarios, los agentes, los registradores y los notarios del dolor, todos ellos bien pagado y con jugosos incentivos para acrecentar ese dolor, su imagen, su relato, y sus dividendos.
El dolor ya no duele: cotiza. Y donde el dolor cotiza, la dignidad y el pudor son sólo estorbos. Impedimentos. Trabas a la buena administración de esa ética reumática, de esa artritis espiritual que comercializa las penas, y las repone en las estanterías de las redes sociales para que nunca falte la marca y el tamaño que buscas.
Como si las desgracias fuesen champú. Como si las penas fuesen compresas.
Comentarios
Tío, qué estilazo te has marcado. Hay frases para plagiar...
Se ha liberalizado el mercado del dolor. Cada experiencia dolorosa es el capital del individuo. Su punto de vista único. Su situación interseccional, subjetiva e incognoscible. No te atrevas a entender o analizar, solo compadecer...
Envié hace tiempo esta historia sobre neoliberalismo y políticas identitarias:
Definiendo mi opresión particular [EN]
Definiendo mi opresión particular [EN]
historicalmaterialism.orgy está en consonancia con lo que indicas.
Pues yo digo ¡Nasionalísese!
#1 Hay frases para plagiar...
Yo ya lo hago.
#1 #2 Gracias, hay barra libre
Y sí, exactamente: el dolor se considera fuera de la razón, y de ahí se pasa fácilmente a que humano es el que sufre, no el que piensa. O sea, la gran cagada.
#7 Hay que sustantivar el dolor, nenes...
Este tema ya lo hemos tocado otras veces, y estoy completamente de acuerdo contigo.
Ser víctima hoy en día, da un estatus.
Ese estatus otorga, entre otros beneficios muy tangibles, presunción de veracidad.
Así que es normal que haya personas que busquen y fuercen ser consideradas víctimas, y si puede ser, aparentando sufrir lo mismo que una víctima real, pero sin sufrirlo realmente.
Hoy en día está de moda, pero no es nuevo, la lista de falsas víctimas del Holocausto y encarcelados en campos de concentración nazis no es pequeña, algunas de esas falsas víctimas han vivido y monetizado su mentira en detrimento de las reales.
Pero lo de ahora es exagerado, gente buscando ser ofendida, para comenzar una discursion pasivo-agresiva que tienes pérdida de antemano.
Es lo que hay, y funciona.
#6 Échañle un ojo al comentario de #5. Entre los dos, habéis escrito un tratado de cien narices
Gracias.
#9 encima lo hemos escrito a la vez
Hay algo cierto en lo que comentas, el dolor cotiza, pero es que el mercado del dolor ya cotizaba en sus inicios, cuando se le adoró como referente protocolario en la vida.
La mayoría de religiones adoran el dolor. La figura sangrante crucificada, una virgen envuelta en lágrimas, una televisión que busca la noticia particular, en la que la familia llora. "Nuestro amigo Marco va a buscar a su mama", "Heidi no tenía más familia que su abuelo y otra familia lejana que la humillaba". Nos educaron para normalizar la lágrima. Sin llanto no hay noticias.
La noticia no es que el ser humano sea capaz de construirse solidario para rescatar pateras cuyo destino podría estar cantado bajo las aguas. La educación social no está en emplearse a fondo en la calidad humana y en la superación. Los objetivos sociales no van por el camino de lograr mayor consciencia sobre el hecho de que habitamos en el planeta tierra.
Normalmente no prospera quien resuelve con facilidad los problemas sino quien es capaz de amplificarlos. La capacidad de hacer monstruosidades triunfa, Véanse las farmaceuticas que apuestan por la pastilla de por vida y no por la que cura. Por el político, en la mayoría de los casos cobarde, que no emprende políticas sanas porque son a largo plazo y su mandato es de 4 años.
Y no sigo. Voy a reir un rato. Mal que les pese.
Yeah!!
Jaaaay... mira como tengo a los churumbeles muerticos de frío... que no pueden ir a le escuela ni na... si nusotros solo pedimos que mus den un piso, no pedimos nada más, solo eso, que nusotros no semos romanos, semos españoles...
#8 su comentario caballero, es altamente racista y me ofende en lo más profundo de mi ser, mi alma está herida, y no creo que jamás pueda ser reparada.
#11 Jaaaay... endevé el payo... que se enfaaada...
#12 Han llamado de los 90, que a ver si les puedes devolver las gracias, que hay muchos canales nuevos y hay que rellenar televisión.
#13 si me traes una máquina del tiempo mandamos al Arévalo actual que sabe más chistes que el de los 90.
#0 Es otro caso más del postureo, pero en este caso, y de nuevo, se está polarizando. Hablo de las redes sociales. O ves que el autor está digamos por encima de todos (postureo al 100%), o en cuanto se ofende, empieza a mostrar su "dolor".
Problemas del primer mundo.
Criticón, moralista y superficial. Digno de Pérez Reverte.
#16 Gracias