Hace 3 años | Por qwertyTarantino
Publicado hace 3 años por qwertyTarantino

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Lo de los escraches ha sido, es, y será una PUTA MIERDA que no hace bien a nadie y solo perjudica al interés general. Creo que los que estamos en contra, y los que no hemos participado ni participaremos en escraches SOMOS MAYORÍA. Entonces, no nos sirven las justificaciones, y lo que queremos es vivir en paz y que pare toda esa mierda, que al final sólo es una minoría la que la pone en práctica, y nos están jodiendo a todos.

D

#0 Al principio empiezas bastante bien, pero luego buffff, te quedas en argumentos que no tienen sentido.

Esto que tú planteas como algo novedoso o idea propia se lleva haciendo años:
"Pues nada, en vista de la situación, toca hacerse con una sirena de guerra, plantarse en la Moraleja delante de las casas de los jefazos de la empresa X y tocar los bemoles hasta que paguen hasta el último céntimo de lo que han robado desde que contrataron a Fulano, Mengano y Zutano. Y cuando la primera empresa pague, pues se coge la sirena y se mueve a la siguiente casa de la calle, se mira a que empresa pertenece y vuelta a empezar dándole a la manivela".

No se les llamaba escraches, pero las uniones de obreros hacían esto para luchar por sus derechos contra los empresarios, que no lo sepas o lo pintes como algo novedoso da mucho que pensar y demuestra un sin sentido claro en tu argumentación.

Te dejo otro sin sentido, para no alargarme con todos los que hay:
"Al desheredado, al trabajador y al pobre se le arrincona, se le machaca y se le impide siquiera defender un mínimo de diginidad en esta vida".

Como he dicho, la clase obrera ha peleado por sus derechos desde siempre, no es algo nuevo, ahora bien que tú quieras convertir al vicepresidente del gobierno y a una ministra en clase obrera, pues vamos. Es como si me dices que Bill Gates también es clase obrera, si total por decir chorradas que no sea. Otro sin sentido más.

No hay ningún problema en manifestarse, ni en quejarse ni en nada, yo soy el primero que apoya eso, pero si tu te quejas por algo asume que cuando tú hagas algo que no guste a otro, el otro se va a quejar y si no te gusta que se queje, te aguantas.
Y de esto va todo el tema. Si los escraches los hago yo todo bien, porque soy clase obrera, pero como los hagas tú mal, porque eres un pijo de mierda.
Pues buen argumento, para sustentar justo lo que has dicho al principio del artículo: "Yo no voy a jugar a ese juego donde la integridad ideológica y ética está en juego".
Menos mal que no ibas a jugar a ese juego, porque desde la mitad para abajo de tu artículo no paras de jugar a ese juego.

M

#0 Para no "jugar a este juego" se ha extendido lo suyo.

Personalmente a mí los escraches sólo podrían suceder en circunstancias antidemocráticas.

¿Tiene el mismo valor ético un escrache contra la oligarquía, los poderes fácticos, las puertas giratorias, estafas hipotecarias, etc. que contra la pura representación del pueblo además de no haber motivo aparente? ¿Qué ha sucedido en Podemos para que sus líderes sufran el acoso? No sé, si alguien me dijera que se ha llevado dinero de las arcas públicas, o están metidos en consejos de administración, que se llevan un x% de comisiones en adjudicaciones o que se están pasando la Constitución por el Arco de Triunfo lo entendería, pero no sólo me temo que nada de eso se está dando sino que además están propiciando unas políticas en pro de la gente normal, currante, todo aún con la que está cayendo desde primeros de año y sin que se les haya otorgado ningún período de gracia como el que estábamos acostumbrados de los 100 días.

En cuanto a prensa, ¿cuál es la "alternativa" que califica de "hipócrita"? ¿Y qué piensa de esa otra prensa que no considera alternativa, merece que nos creamos todo lo que nos ponen? ¿Y los anuncios?

No cabe equidistancia entre estos escraches, y políticamente son de posiciones antagónicas. Si le damos una fuerte patada a un coche blindado probablemente reciba algún rasguñito o ni eso, de ahí no se va a mover, pero si le hacemos lo mismo a una bicicleta de paseo, como que igual no se quedará.