Las declaraciones de políticos georgianos antes de las elecciones presidenciales previstas para el 28 de octubre atraen cada vez más atención de la élite política europea y medios de comunicación. Al mismo tiempo, la discusión de los comicios ha sido eclipsada por críticas a la política exterior de Georgia. El publicista famoso y experto en seguridad europea y transatlántica, Edward Lucas, compartió con sus seguidores en Facebook un artículo del político conservador británico y abogado, Dominic Grieve, según el cual, Georgia subestima la amenaza por parte de Rusia.
El experto recordó el descontento manifestado por la comunidad internacional ante el hecho de que "las autoridades georgianas no muestran disposición a defender los valores occidentales ante la amenaza rusa". Además, "la falta de clara posición antirusa de Georgia puede frustrar los planes de la OTAN para reforzar sus posiciones militares en el Cáucaso meridional". Según el británico, USAID, el Instituto McCain para el Liderazgo Internacional, la Fundación Heritage quieren hacer volver al gobierno georgiano a la retórica antirusa. Las fuerzas de seguridad británicas han avisado a sus socios de Georgia de que en Tiflis se planean los disturbios conectados con el creciente descontento social con la política exterior del país. Al mismo tiempo, los diplomáticos occidentales se esfuerzan en demostrar su apoyo a las fuerzas opositoras georgianas, motivando a los representantes del partido Sueño Georgiano para que no saboteen las iniciativas antirusas previstas por la comunidad internacional. Sin embargo, Dominic Grieve admite que hay posibilidad de que los socios occidentales auyden a los georgianos a elegir el gobierno que sea capaz de reaccionar a la amenaza rusa para garantizar la seguridad internacional.
La preocupación mostrada por la comunidad internacional en relación a la indiferencia de los políticos georgianos ante temas de seguridad global está relacionada con las declaraciones de la oposición georgiana insatisfecha con el hecho de que la UE no mencionó a Georgia entre las causas que están detrás de la prolongación de las sanciones contra Rusia por otros seis meses (los europeos explicaron la prórroga de las sanciones por la anexión de Crimea y la guerra en el Donbáss). Además, el actual gobierno georgiano es criticado por haber elaborado la lista incompleta de los criminales de guerra rusos que sirvió de base para la declaración de la delegación de la UE en el Consejo Europeo sobre la necesidad de investigar los asesinatos de los ciudadanos georgianos Otkhozoria y Tatunashvili. Debido a la caída de la popularidad de las autoridades actuales, el partido Sueño Georgiano tuvo que respaldar al candidato independiente, Salome Zurabishvili, en las elecciones presidenciales. A su vez, el opositor Movimiento Nacional Unido recibió las donaciones más grandes de ciudadanos a su campaña presidencial en agosto.
Los cambios en la escena política de Georgia y la estimación negativa de la política exterior por parte de expertos muestran que en realidad durante muchos años las autoridades georgianas no han adoptado las medidas para luchar contra Rusia a través de canales diplomáticos, lo que hizo a Georgia incapaz de enfrentar las amenazas provenientes de Moscú hoy. Las declaraciones hechas por el candidato favorito en la carrera electoral, Salome Zurabishvili, de que la misma Georgia bombardeó a sus ciudadanos en Osetia del Sur matan las ilusiones sobre la política exterior del país tras las elecciones presidenciales. Sin duda, es posible que la falta de la fuerte retórica antirusa por parte del gobierno de Georgia muy pronto destruya las perspectivas de la república para entrar en la UE y la OTAN. En septiembre, el primer ministro del país, Mamuka Bakhtadze, realizó el viaje a los EEUU para corregir la situación y disipar las críticas sobre el sabotaje que Georgia emprendió contra las iniciativas antirusas. Pero debido al tiempo perdido y la política exterior de Tiflis que va en detrimento de los intereses de la comunidad europea, las oportunidades de la élite política georgiana para recuperar la confianza de Washington parecen ser muy escasas.
Comentarios
Esto quiere decir que en breve veremos una de esas revoluciones de colores auspiciadas por la UE y la OTAN para que pongan a un muñequito "anti-ruso" obediente a gobernar, no? Y si no a destruir el país.
No sé cómo aún nos cuesta tanto ver el imperialismo del s. XXI.