No te puedes pasar cuatro años de carrera y uno de máster estudiando algo que te aburre, eso está claro, y menos aún te apetece pasar el resto de tu vida haciendo algo que no te satisface. Las premisas están claras.
Sin embargo, hay dos preguntas que se procuran evitar: ¿por qué te gusta lo que te gusta? ¿Hasta qué punto los demás somos responsables de tus gustos?
Los gigantescos excedentes de todo nos han llevado a una sociedad individualista donde los gustos del sujeto, sus preferencias, exigen ser tenidas en serio. Si no te gustan las matemáticas, tiene que ser posible buscarte algo sin ellas. Si no te gusta la zanahoria, niño, la apartas del plato y no hace falta que te la comas.
Pero en el fondo, aunque ese sea el discurso predominante, todos sabemos que hay días y vidas que son lentejas. Que por gusto todos seríamos poetas, actores de mimo, performancers y diseñadores de logos. ¿O alguien tira de pala por placer? ¿O hay recogedores de fruta vocacionales?
Cuando algún chaval me cuenta que quiere estudiar lo que le gusta, lo primero que me pregunto es por qué le gusta eso. A veces las razones son buenas: quiero tratar con niños, me gusta el trato con ancianos, me gusta el diseño de edificios, o adoro las bibliotecas y quisiera trabajar en una. Pero a veces me encuentro también en gustos por exclusión: algo donde no haya matemáticas, algo donde no haya física, eso no que es muy difícil, algo donde pueda vivir un poco además de estudiar.
Todo me parece válido, pero enseguida paso a la segunda pregunta. ¿Te puedes permitir tus gustos o seré yo el que tendré que pagarlos al final? A mí me gustan los Audi, pero tengo un Dacia.
Si estudias psicología, imagen y sonido o educación especial, es tu decisión y estoy de acuerdo en sufragarte la carrera a costa del bolsillo común, pero luego no me exijas, además, que te busque un trabajo acorde a tu preparación o que te pague una renta incondicional, en la ciudad de tu elección, para ir tirando, en el parque de tu elección, con los amigos de tu elección, donde poder pasar el tiempo al modo de tu elección.
Si estudiaste para realizarte como persona, realízate, pero no jodas. Si estudiaste para cultivarte y no para trabajar, pues date por cultivado, pódate y abónate cómo te salga de las narices, pero no me pidas que te riegue yo con mis impuestos.
Las decisiones tienen consecuencias: sólo pido que entiendas eso, ya que tienes edad para votar.
Comentarios
Elegí la profesión que tengo en base a una pregunta relativamente diferente: ¿En qué crees que podrías ser bueno?
Me gustaría más ser historiador. O escritor. O futbolista de élite. Pero creo que elegí la carrera en lo que podría ser realmente bueno. Esa pregunta lleva implícito que te guste (no creo que puedas ser bueno en algo si odias hacerlo) pero también te baja los pies a la tierra.
Nunca le agradecí lo suficiente a esa persona que me hubiese preguntado eso. O tal vez es la causa de que yo no sea un puto futbolista lleno de dinero. Sabe Dios.
#2 Hay muchas cosas para las que puedes ser bueno y que no tienen que ser necesariamente una profesión. ¿Te gusta escribir? Escribe. Pero entre tanto, puedes ser funcionario de aguas en el ayuntamiento de Madrid. Ese es Luis Mateo Díez, uno de lo mejores, sino el mejor escritor español vivo.
Lo veo un poco idealista. Hay muchas carreras en las que los más probables es que no encuentres curro, y los trabajos sin cualificación son una basura.
Mala elección la de imagen y sonido. Tuve un alumno que pasaba de las clases, le daba igual suspender bachillerato porque sabía que su cole privado lo iba a aprobar y no necesitaba nota media para estudiar imagen y sonido en una universidad privada. 3 años de "estudio" y montar (pagado por sus papis) un estudio de fotografía que al parecer es muy rentable. Vamos, el paraiso neoliberal que funciona y por el que supongo aboga Feindesland.
Mientras tanto, el chaval de familia pobre que tenía la misma idea para su futuro que este alumno mío... bueno, se diga o no se diga, la opción neoliberal es "que se joda". No vaya a ser que se gaste MI dinero en litronas en un parque. aunque no lo vaya a hacer, aunque quiera usarlo para esa carrera de imagen y sonido, el resultado del neoliberalismo es a fin de cuentas: que se jodan los pobres.
#7 ¿Acaso el niño de familia pobre no puede estudiar lo que le de la gana becado si tiene buenas notas?
¿Acaso el niño de familia pobre no puede acceder a financiación si tiene un proyecto rentable entre manos?
Menos lloriquear, que la diferencia entre el que llega a donde quiere y el que no es que el primero actuá y el segundo se queja.
#9 resumiendo, "que se jodan los pobres"
#10 donde dice eso????
Qué se jodan los lloricas
"pero luego no me exijas, además, que te busque un trabajo acorde a tu preparación"
Buscar trabajo a los parados de forma personalizada y con seguimiento es un servicio más como otro cualquiera y funciona perfectamente en los países nórdicos y otros de Europa, donde, insisto, se les ayuda de forma personalizada. Son países ricos, prósperos y con desempleo mínimo, y su mercado laboral no es la mierda que lleva siendo el nuestro al menos desde hace 40 años, tiempo en el que no se ha hecho absolutamente nada para arreglarlo más allá de apretar el cinturón económico y de derechos del currante, sin que sirva de nada.
Es un tema complicado, en que momento deja la sociedad de estar a tu servicio para estar tú al suyo? Nos hemos deshumanizado tanto que solo valemos lo que podemos llegar a cobrar?
Como he dicho complicado.
En mi caso estaba claro, tengo ese alegre arquetipo psicológico que hace que tu cerebro evalúe constantemente cada puta variable, cada puto camino trazado, estaba claro que eso, en informática valía su peso en oro, y además, que coño, las máquinas se me dan mejor que las personas.
Así que soy una bestia de ciencias, pero con los años, poco a poco, he llegado a valorar mucho las humanidades, el pensamiento crítico que alimentan, el conocimiento humano que albergan, no deja de parecerme triste, que alguien que quiera dedicar su vida a ellas, tenga que elegir entre estudiarlas o poder llenar un plato de lentejas para sus futuros hijos.
Lo digo desde mi púlpito binario, rodeado de máquinas, y humanos que con su pensamiento crítico son meros autómatas que golpean teclados con sus dedos.
Somos más de lo que producimos, DEBEMOS ser más de lo que producimos, hay que encontrar una forma de mantener las humanidades vivas.
Quizás lo más sencillo sería dar matrícula gratis en las letras, a quien ya tenga una carrera hecha en las ciencias. Pocos se apuntarían lo sé, pero serían lo mejores exponentes de nuestra sociedad.
Lel, comentario repetido
Me da pena que no se valoren los estudios solo por no estar enfocados a ser "útiles", y creo que hay muchos trabajos que se sirven más de la cultura que te puede dar una carrera diferente. No creo que por estudiar artes eso no te vaya a aportar nada en otras profesiones aunque no apliques lo que aprendiste de forma directa.
Por lo demás, creo que al final cada uno es responsable de sus decisiones. Conozco casos absurdos de gente que estudia algo que no le gusta, cuyas salidas tampoco le gustan, solo porque era para lo que le daba la nota. También estamos en unn sistema en el que estudiar algo en la universidad es el paso siguiente solo por inercia...