Añado este segundo artículo al anterior porque el marco planteado en él hace patente otra curiosa oportunidad o posibilidad de resolver de forma relativamente sencilla un problema bastante potente. Este artículo va a ser mas breve que el anterior porque solo quiere apuntar la resolución de este problema, que como digo es relativamente sencilla.
Utilicemos un ejemplo. Supongamos que, sin que ninguna otra persona o causa anterior le haya obligado, es decir, por "propia iniciativa", una Persona A rica comete un robo contra otra persona B. Podemos ver esto como que la persona A "causa" el robo R (A --> R), y, de acuerdo con el modelo de "responsabilidad determinística" planteado en el artículo anterior (o modelo de "autocausación mediada por causalidad o determinismo externo"), por principio de simetría también deberemos asumir que el robo también "causa" o "retro-causa" la decisión o actuación delicitiva de la persona A (A <-- R) (pues no hay ninguna otra persona o causa anterior a A a la que echar la culpa o responsabilidad del robo). Esta "retro-causación" establece la "autocausación mediada externa y deterministamente" de la persona A, y por tanto su "libertad", su "independencia" o no dependencia de causas anteriores, su "autonomía" y su "responsabilidad" respecto al robo.
Ahora bien, alguien podría hacer una potente objeción: el verdadero culpable, es decir, el verdadero "culpable primero" del robo, es el Big Bang, porque el Big Bang causó a la persona A. No solo esto: el Big Bang hace entonces imposible cualquier responsabilidad o libertad humana, porque el Big Bang es el culpable primero de todos los delitos.
Y es respecto a este potente problema que el artículo anterior ofrece una curiosa oportunidad de resolverlo de manera relativamente sencilla: si el Big Bang "afecta" o "lastra" a todos por igual (es decir, es una "flecha causal de entrada" igual para todo el mundo), entonces el Big Bang no marca ninguna diferencia, y no hay ningún problema de injusticia o asimetría con "descontar", "restar" o "no tenerle en cuenta" a nadie esa flecha causal procedente del Big Bang. Gracias a esta posibilidad simétrica de eliminar o dejar fuera de consideración la flecha del Big Bang para todo el mundo, la objeción del Big Bang se diluye y desaparece como problema, y así el concepto de "responsabilidad" o "libertad" vuelve a recuperar una operatividad y utilidad compatible con el determinismo, en un sentido de "responsabilidad diferencial añadida" por el ser humano.