Que dice Abascal que a Pedro Sánchez se le insulta poco:
Veamos una pequeña recopilación de los insultos más repetidos durante los últimos años para que tú también puedas mostrar tu descontento con el Gobierno:
"Perro".
"Felón".
"Sepulturero".
"El okupa de la Moncloa".
"Mentiroso patológico".
"Dictador".
"Tirano".
"Narcisista patológico con rasgos claros de psicópata".
"Hijo de puta".
"Caradura".
"Capullo".
"Presidente ilegítimo".
"Txanchez".
"Doctor Fraude".
"Cretino".
"Mentiroso compulsivo".
"Desalmado".
"Enemigo de la nación".
"Cómplice de etarras".
"Chulo de putas".
"Asesino".
"Presidente ilegal".
"Caudillista".
."Corrupto".
"Ególatra".
"Adanista".
"Débil".
"Sectario".
"Irresponsable".
"Autoritario".
"Frívolo".
"Populista".
"Corrupto".
"Inmoral".
"Sinvergüenza".
"Inhumano".
"Mafioso".
"Violento".
"Estalinista".
"Matón".
"Llorona".
"Socio de la ETA".
"Caudillo bolivariano".
"Estafador".
"Culo roto".
"Puto rojo".
"Maricón".
"Separatista".
"Vendepatrias".
"Degenerado".
"Embustero".
...
Y mi favorito: "el galgo de Paiporta".
(Por todo lo que denota y lo que pretenden tapar con barro mediante su uso).
Todos los insultos incluidos en la lista (salvo tres) han sido pronunciados o escritos por diferentes políticos y periodistas de manera pública. En Twitter, tabloides, en mitin de campaña... y en sede parlamentaria. (Ayuso y su predilección por la fruta, entre otros muchos ejemplos).
A eso se reduce el programa (público) y la hoja de ruta de la oposición a la derecha del PSOE en España:
La apología del insulto y la incitación al acoso. La sinrazón.
Ni alternativas ni atisbo de eso que llaman sentido de estado. Ni tan siquiera en medio de una catástrofe, pandemia, amenaza terrorista o crisis territorial.
Se limitan a crear un relato, con la colaboración de medios y judicatura, mediante bulos y manipulación de la realidad para inocular odio contra un muñeco de paja.
El riesgo de esta dinámica es muy alto. Hay precedentes. Algunos históricos, otros que pasarán a la historia.
Una familia sufrió meses de acoso en su propia casa por haberse ejecutado esta misma estrategia contra ellos.
La realidad de sus entonces socios de Gobierno debió haber preavisado a Pedro Sánchez.
Que no se diga que no lo estamos ya todos.
Dicho esto, procedo a cumplir con mis dos minutos de odio:
"¡Pedro Sánchez, hijo de puta!"