Regresan los viejos muertos de hambre de aquella España mugrienta y casposa, donde todo estaba mejor visto que trabajar: ahora, en Andalucía, el partido naranja necesita los votos de VOX, pero exige que se los den sin pedirlos.
Quieren la silla pero rechazan la foto.
Quieren el pan, pero no quieren ladrar.
Quieren el Gobierno pero rechazan, con la boca pequeña, a los 400.000 andaluces que pueden darles ese Gobierno.
Quieren follar, pero sin perder el virgo, en suma.
Como el hidalgo del Lazarillo, se pegan migas de dignidad a los bigotes para dar por ahí a entender que alguna vez han probado la dignidad, y que aceptarán lo que les den, pero con la espalda recta y la nariz alta: sin rebajarse a pedir. Que el que da se sienta agradecido por por poder dar a tan buen señor como ellos.
Lo gracioso del asunto es que cifran todo el tema en algo que ellos mismos llevaban en su programa, y no hace cincuenta, cien años, como le pudiese ocurrir al PCE o al PSOE, sino hace dos años, como mucho, antes de su última ronda de trasero en pompa.Porque hace dos años, Ciudadanos decía que la ley de violencia de género era injusta en tanto asimétrica, y ahora se rasgan las vestiduras porque alguien les pide que repitan esas mismas premisas.
¿Y qué ha ocurrido entre tanto? Que el petit Macron, como bien tildaron a Ribera, ha pasado por alguna reunión del club Bilderberg y ha tenido que escuchar que unas cosas se discuten y otras no, y que la agenda de género es prioritaria para los que mandan junto con el welcomismo, y otro par de temas que rompen la unidad social de los pobres, y que eso no se negocia, proque lo crucial es que no hay unión entre los pringados.
¿O no os sorprende ver a PP y C´s chillando por defender el feminismo? ¿No os chirría? ¿No da para descojonarse si no fuese tan claro que sólo están delatando en manos de quien estamos?
Venga ya, joder...
Comentarios
Muy bueno el artículo. Hay que dar la impresión de que existe un tablero y mantener la apariencia de que hay jugadores repartidos en cada lado.
Lo que muchos no saben es que el único jugador es Don Dinero. Cualquiera que lleve un tiempo viendo los giros argumentales y tenga experiencia observando las narrativas que se construyen para defender unos y otros posicionamientos ideológicos podrá ver que hay una mano negra detrás, o tantísima incoherencia es inexplicable. Muchas se llevan las manos a la cabeza al descubrir que Steve Bannon mueve hilos para coordinar partidos populistas de derechas por todo el mundo. Lo que muchos no saben, o no quieren ver, es que la plataforma de Bannon es una mera reacción a su contraparte en la izquierda. La inmensa mayoría de partidos que tenemos son "oposición controlada".