Esto del activismo, la visualización y la normalización genera a veces anécdotas que, tomadas como tales, son bastante divertidas, pero que llevadas al terrenoi de la reflexión pueden resultar desoldoras.
En León, en un parque, hay un banco pintando con la bandera arcoiris. Supongo que fue un detalle del Ayuntamiento para celebrar el día del orgullo gay, o alguna cosa similar. He visto este tipo de bancos en más sitios, y me parece un gesto curioso. Así, sin más. Todo en orden.
La cuestión es que al lado del banco había unos chavales charlando entre ellos, y su debate giraba en torno a si se podían sentar allí o no. Unos decían que sí, joer, que era un banco cualquiera, y otros que no, que era un banco reservado para gays. Ni siquiera salió la palabra "marica" ni nada ofensivo. Simplemente no se querían sentar allí, porque ese banco estaba reservado para gays igual que las plazas de aparcamiento pintadas con una silla de ruedas, estaban reserbvadas para discapoacitados.
Así que ya veis: eso es lo que entiende la juventud de nuestrtos viejos rituales. Para ellos no está claro qué es eso de reivindicar algo haciéndolo visible: si se pinta un banco on la bandera de España, es para españoles, si con la bandera arcoiris, es para gays, y si con el icono de una mujer embarazada, pues para embarazadas.
Esa no la vi venir.