Hace 2 años | Por Albertifosi
Publicado hace 2 años por Albertifosi

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D

Me has recordado dos frases.

“Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad.” - Creo que de Jean-Paul Sartre

“Cuando salgamos del enfrascamiento de nuestro propio ego y cuando escapemos como ardillas de la jaula que es nuestra personalidad para volver nuevamente al bosque, temblaremos de frío y de miedo. Entonces nos pasarán cosas que harán que no sepamos quiénes somos. La vida, fresca y reveladora, se nos adentrará." - D. H. Lawrence

W

Avisadme cuando el amor sea una conexión total entre dos personas. Cuando la realización de esta suponga una desinteresada entrega absoluta. Cuando se pueda superar el juego aburrido del "una de cal y una de arena" del llamar la atencion, que asesora la voz del ego.
En síntesis, esto es precisamente su definición categórica. Pero quizás lo que a muchos nos ocurre es que damos por sentado ser correspondidos cuando sentimos esa llamada, o, mejor dicho, no sabemos discernir lo que es amor de lo que es simple juego, como bien dices, del "llamar la atención". Cuando confundimos con amor cosas que nos dicen "por error".

Rafael de León supo explicar muy bien este asunto del amor, incluso la gran Lola Flores declamó uno de sus sonetos dedicados a este asunto:

Decir "te quiero" con la voz velada
y besar otros labios dulcemente,
no es tener ser, es encontrar la fuente
que nos brinda la boca enamorada.

Un beso así no quiere decir nada,
es ceniza de amor, no lava hirviente,
que en amor hay que estar siempre presente,
mañana, tarde, noche y madrugada.

Que cariño es más potro que cordero,
más espina que flor, sol, no lucero,
perro en el corazón, candela viva...

Lo nuestro no es así, a qué engañarnos,
lo nuestro es navegar sin encontrarnos,
a la deriva, amor, a la deriva.



Al final, siempre llego a la conclusión de que existe un esquivo y travieso mecanismo que nos hace perder el norte, por más que nuestra razón nos diga que no, nuestro corazón termina imponiendo un sí que a fin de cuentas no nos trae más que la desdicha y el desazón.