Hoy hace 45 años que la Policía Armada irrumpió en la asamblea que celebraban 4000 trabajadores de Forjas Alavesas en la iglesia de San Francisco de Asís de Gasteiz violando el Concordato con el Vaticano.
Lanzaron gases lacrimógenos contra todos los presentes y dispararon con fuego real a los que salían. 3 obreros murieron en el acto, uno de ellos tenía 17 años. Dos fallecieron, los días siguientes.
"¡Buen servicio! (…) Hemos contribuido a la paliza más grande de la historia. (…) Aquí ha habido una masacre (…). Pero de verdad una masacre”- estos son fragmentos de la grabación de la Policía Armada de Vitoria.
Posteriormente, durante los actos de protesta que se organizaron en diferentes localidades, murieron otras dos personas víctimas de la represión contra las manifestaciones solidarias que denunciaban la masacre de Vitoria-Gasteiz. Uno de ellos, Vicente Antón, mostraba claros signos de torturas. Su primo, Arturo Antón, "saltó" de la ventana de la comisaría de Basauri, quedando tetrapléjico para el resto de su vida.
En 2008, una comisión del Parlamento Vasco consideró responsables políticos de los sucesos a los "titulares de los ministerios actuantes en este conflicto": Manuel Fraga Iribarne, ministro de Gobernación (en Alemania durante los sucesos, correspondiéndole ser "ministro de jornada", encargado de cubrir ausencias de otros y de asumir responsabilidades a Adolfo Suárez), Rodolfo Martín Villa, ministro de Relaciones Sindicales, y Alfonso Osorio, ministro de Presidencia. Los 3 coordinaron las acciones policiales desde Madrid.
Cinco días más tarde de los sucesos, el entonces Ministro de Gobernación, Manuel Fraga, alertó al resto de trabajadores: “Que este triste ejemplo sirva de gran lección para todo el país los próximos meses". Ningún político ha pagado por aquella barbarie.
Esto ocurrió en 1976. La Modélica Transición había comenzado.