Hace 1 año | Por AbbéMarchena
Publicado hace 1 año por AbbéMarchena

Comentarios

dick_laurence

#0 Hay alguno que no hace mucho nos advertía de una diferencia entre lo sagrado y lo religioso. Todo lo religioso suele ser sagrado, pero no todo lo sagrado es solo religioso. Digo esto, porque eso de "progreso" ha alcanzado en nuestras sociedades occidentales casi la esfera de lo "sagrado". Una idea-fuerza (como la de "libertad", "democracia", "derechos humanos", "mente", "identidad", etc...) que en muchas ocasiones hace complicado que cualquier reflexión que pretenda presentar no solo los aspectos supuestamente positivos asociados a estas ideas-fuerza no sean atacados de forma casi irracional. Veremos que pasa en este artículo, por mi parte te llevas mi positivo.

Yendo ya a lo del "progreso", y en línea con lo que apuntas en el artículo, es curioso como con "progreso" parece que queremos indicar algo diferente a "cambio": en nuestra idea de progresar incluimos el cambio, pero uno que pareciera conducirnos siempre hacía un mejor estado que el actual, en cierta manera incluye una idea de teleología hacia fines. Se cubre al término con una dimensión solo positiva a la idea de "progreso", obviando los posibles puntos no tan positivos que pudiera tener, y de ahí su elevación a lo sagrado: progresamos para mejorar, se dice... pero sin embargo, no son pocas las pruebas que ponen en duda tal afirmación: el "progreso" nos ha traído también dos guerras mundiales, al nazismo y al fascismo, dos bombas atómicas lanzadas sobre población, al desastre climático que dicen se cierne sobre nosotros. Fue el progreso también el que llevo en su tiempo a esas sociedades feudales, a ese esclavismo, etc... (ponga aquí los ejemplos que quiera).

Lo interesante aquí es entender que cuando se habla de "progreso político" este se entiende en función a unas fines previamente establecidos, aquellos que normalmente un grupo político defiende como los correctos. Se acepta como progreso aquellos cambios que conduzcan a esos fines, y se rechaza como progreso aquellos que no lo son, aun sean estos también consecuencia de ese "progreso". Hay un cierto aspecto metafísico, idealista, en la idea de "progreso".

Y sin embargo, la necesidad el cambio para mejorar, y por tanto de definir que cambios queremos implementar y por qué es necesario. En cierta manera, todas las sociedades están obligadas a progresar en uno u otro sentido.

pkreuzt

Por resumir toda esta parrafada que tal como aparece presentada aquí parece empujar a una cierta conclusión partidista.

El conservadurismo es el "calla y obedece". Se nos dice que los que están en el poder son personas que saben lo que hacen. Que los líderes conocen la mejor forma de hacer las cosas. Han llegado a su puesto porque son mejores, y por tanto la obediencia al líder está justificada. Que si toda la vida se han hecho las cosas así es porque "es la conclusión lógica", obviando que la organización actual es resultado de caprichos de líderes de hace siglos. O sea, conserva las viejas formas porque son las mejores, aunque realmente no sepas de donde vienen.

El "progresismo" (en realidad no deberíamos usar esta etiqueta por ser demasiado difusa) implica que el que mejor sabe lo que te conviene eres tú. No el obispo que vive apegado a un libro de 2000 años, ni el rey que no conoce los problemas de la calle. Cada uno debe ser libre de escoger el camino que más le interese. No hay formas "correctas" de vivir, sino solamente la que más te satisface. Requiere un cierto esfuerzo extra el liberarse de las ataduras, pero una vez se prueba la libertad casi nunca se quiere volver atrás.

Los conservadores se aferran a lo que les conviene a ellos. . . y esto implica que los demás no puedan escoger. Y tampoco implica que funcione para nadie más que para ellos.

JohnnyQuest

Me parece una proposición un tanto problemática.

Para empezar, pensar que el conjunto de valores que un conservador observa es el producto de una delicada decantación histórica, cuando dependiendo de a qué nos refiramos puede ser algo bastante moderno. El modelo de familia que el conservador español, o europeo a tal caso, contempla como heredero de un linaje de eficientes relaciones humanas, probablemente sea el del conservadurismo liberal del siglo XIX, no el de milenios de historia familiar. Como tomar té en Inglaterra… la narrativa que se recibe marca lo que es tradición, no la duración real de algún fenómeno.

En segundo lugar, cómo regala el discurso al progresista. En el mismo texto se admite: lo que el conservador tiene como sagrado son las relaciones de poder. El padre sobre los hijos, el hombre sobre su esposa, el jefe sobre el empleado, la iglesia sobre los deseos, el rey sobre la plebe… Las coordenadas para evitar la ansiedad de no saber a quién se debe pleitesía y quién debiera ser servil ante su mera presencia. Enlazando con el primer punto, no deja de ser sorprendente que las estructuras recibidas en nuestra generación hayan supuesto una adaptación de las relaciones humanas a ciertas situaciones históricas, pero que se niegue a la siguiente iteración humana la mera capacidad de llegar a una adaptación. La total falta de creatividad para imaginar cómo un grupo de personas pueda desarrollar sus instintos de relación básicos fuera de un sistema jerárquico encorsetado me parece de lo más irónico.

Otro asunto que me chirría son las coordenadas tan individualistas de una postura corporativista a priori. Habla de evitar las “tensiones” en la familia, el grupo, el cuerpo; cuando históricamente las filas de los que se han autodenominado progresistas están nutridas de sus hijos e hijas. Parece que a estas generaciones no se les evita tensiones. Las únicas tensiones sic. que le preocupan son las de la pérdida del privilegio autopercibido, la pérdida del estatus del individuo privilegiado aunque ostente este privilegio en un marco depauperado. El paradigma ideal para que alguien como Irene Montero no sonara a Irene Montero, sino a alguien que realmente propone algo razonable y necesario.

En todo caso, agradezco mucho esta ventana que el meneante ha abierto a la psique del conservador tradicional. Meneo por el privilegio de poder entender el cosmos de miedos, incertidumbres y ansiedades que experimenta esta porción de la población ante hechos que la otra parte considera consustancial a la vida. Desde ese prisma se explican muchos fenómenos políticos o culturales.

los12monos

#0 Y todo el mundo es progresista en cierto siglo