Desde el nacimiento de los primeros Estados liberales, la presencia (retórica y real) de la figura del terrorista ha sido una constante. Esta etiqueta se ha utilizado siempre para referirse a lo que los Ejecutivos han percibido como la mayor amenaza para la paz, ya sean grupos nacionalistas, anarquistas, fascistas, socialistas o asociados a procesos liberadores del Tercer Mundo. Concretamente, al anarquismo se le vinculó estrechamente con el terrorismo, a raíz de los atentados contra el General Martínez Campos, Cánovas del Castillo...
Comentarios
Porque sabemos que no hay ni ha habido anarquistas violent... espera.. Sí que los hay.