La Audiencia Provincial de Lugo acaba de absolver a un vecino de Chantada de la acusación de haber agredido con una arma blanca en el 2020 a su expareja y a la madre de ella. En el incidente sufrieron heridas los tres, pero sobre todo él. A pesar de eso, una primera sentencia lo condenó y dio por probado que los cortes que había sufrido el procesado fueron fruto de autolesiones durante el forcejeo con sus víctimas. La clave está en la credibilidad que el tribunal les da a las denunciantes. El primero las creyó, pero el segundo no.
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