Un rescate digno de película sacó a la luz una estremecedora historia de maltrato animal en O Morrazo: dos perros llevaban años encadenados y sin contacto humano. Uno de ellos, Boris, había pasado así toda su vida, unos cuatro años. El otro, Yango, fue presuntamente robado hace dos años en Tui y pudo reencontrarse con su familia, que ya había perdido la esperanza de encontrarlo. La intervención, llevada a cabo por la Protectora de Animais do Morrazo junto con el Seprona de Cangas, se produjo tras un año de denuncias sin respuesta efectiva.