Mi pretensión personal es llegar a una República de ciudadanos libres e iguales. Así de simple.
Con esa premisa, parece que debería estar a favor de derribar a la monarquía para, en primer lugar, cambiar el régimen, pero no es así. Y es cuestión de estrategia.
Para muchos, muchísimos republicanos que conozco, la República es solamente SU República, es decir, una república social, o socialista, que mantuviese los derechos históricos, los fueros y los simbolismos de los años treinta, empezando por la bandera tricolor.
Y no quiero fueros, ni derechos históricos, ni revisionismo, ni mucho menos una nueva constitución de corte socialista. Quiero una República de ciudadanos libres e iguales.
Por lo tanto, si se accede a concederle a ESOS republicanos lo que piden, estaremos más lejos aún de lo que yo deseo. Por lo tanto, si ESOS republicanos derriban al actual monarquía, nos encontraremos jugando en su terreno y con sus reglas. Así que, como para semejante viaje no hacen falta tantas alforjas, me quedo con la monarquía hasta asistir, si es posible, a la derrota completa de ESOS republicanos. Y cuando esos revisionistas nostálgicos desaparezcan, me uniré a quienes quieran acabar con el anacronismo monárquico.
Pero no antes. Porque hacerlo antes es quedar en sus manos.
Que renuncien primero a los fueros. Que renuncien primero a los derechos históricos, y luego hablamos. De lo contrario, recibirán cesiones sin hacer ninguna a cambio y no habrá nada que negociar.
Y entre tanto y no, entre tanto se agarran a los derechos de nacimiento, por nacer aquí o allá, por ser hijo de Fulano o de Mengano o hablar esta o a aquella variante del latín o el Indoeuropeo, me aferro yo a la mierda de los Borbones, no porque lso respete, sino porque les molesta: y lo que te molesta te obliga a negociar.
¿Qué iban a negociar si ya tuviesen lo que quieren? Nada. Pues eso: si quieren eliminar la monarquía, que renuncien a fueros y derechos históricos. Si nos ponemos a eliminar aberraciones y sinsentidos, nos ponemos con todo.
Ciudadanos libres e iguales o Viva el Rey.
Esa es mi alternativa. Esa es mi estrategia.