En el anterior capítulo dijimos que la conquista de América se debió a tres motivos: la expansión comercial, la formación de un imperio con pretensiones universales y la religión católica. Fueron estos tres ingredientes los que motivaron a los españoles a iniciar el viaje y no, por ejemplo, a China u otros países. Sin embargo, los sucesos que se dieron en la conquista y la representación mental que nos hacemos de ellos muchas veces no coinciden del todo. Es por ello que en este capítulo, tomando como principal fuente al dr. Antonio Rubial García y al libro Siete mitos de la conquista española del historiador Matthew Restall, repasaremos los principales mitos que pululan por la sociedad:
1º MITO: LA CONQUISTA DURÓ POCO
La conquista duró siglos. Como nos dice Rubial:
México como país “duró” tres siglos en conquistarse. Y todavía en el siglo XIX continuaba una de las conquistas: la conquista espiritual.
Unos de los grandes errores que tenemos cuando hacemos historia simplificada, es no considerar que este país es un país muy complejo y es un país con muchísimas regiones y muy diversas. Y cada una de las regiones tiene su historia. Así como cada una de las conquistas tiene su historia.
Por su parte, Restall nos dice que muchos grupos de indígenas nunca fueron conquistados y subsistieron durante varios siglos. P. ej., la ciudad de Tayasal no fue conquistada hasta 1697.
2º MITO: TODOS LOS CONQUISTADORES ERAN ESPAÑOLES
La conquista fue un proceso de pactos. Una mezcla entre diplomacia y lucha armada. Esto lo vamos a ver en la ayuda que recibió Cortes de las comunidades indígenas. Esto no podría haberse hecho sin los indios. Muy difícil que menos de 100 españoles hubieran conquistado a millones si no hubiesen tenido la colaboración de una parte de esos millones de personas.
Por otro lado, continúa Rubial:
Por lo pronto tenemos a algún griego por ahí. Tenemos italianos. (…) Tenemos negros. Tienen esclavos y en las batallas los esclavos se defienden y a veces protegen a sus amos y se ganan la libertad. O sea que resulta que tenemos conquistadores negros, africanos, que reciben encomiendas. (…) Y no tenemos uno o dos, tenemos muchos casos en todas las conquistas en América, en Norteamérica, en Sudamérica y en Centroamérica. Y después tenemos a todos los conquistadores indígenas. Nos olvidamos que la conquista hubiese sido imposible sin ellos. Los aliados zempoaltecas que estaban hartos de los mexicas. Los aliados tlaxcaltecas que estaban marginados y los mexicas no los dejaban ni pasar sal… (…). Los ejércitos que llevó Pedro de Albarado para conquistar Guatemala eran ejércitos mexicas. (…) Y los ejércitos de Pontejo en Yucatán eran mayoritariamente ejércitos indígenas.
Por tanto, la conquista no la hicieron los españoles, la hicieron los españoles con una enorme cantidad de aliados indígenas, algunos africanos y algunos europeos.
3º MITO: ESPAÑA CONQUISTA AMÉRICA
Rubial nos cuenta que los españoles no eran un bloque, unas personas que fueron a conquistar América en nombre de España; más bien, ellos tenían intereses personales, familiares, clientelares…, siempre buscaban su propio beneficio. A América no llegaron soldados, sino aventureros.
Restall, en su libro, asegura que los conquistadores no eran españoles, pues entonces, todavía no existía la nacionalidad española (los reinos de Castilla, Navarra y Aragón eran partes constituyentes del Imperio de los Habsburgo).
Los conquistadores son personas que estaban inspirados por las novelas de caballerías, y tenían dos deseos: el oro y la gloria. Aquel para el presente, y esta para el futuro.
4º MITO: LA CONQUISTA FUE ARMADA
La conquista fue armada, pero también tecnológica (introducción del hierro, animales de carga y tiro, de la rueda…) y religiosa.
5º MITO: LOS CONQUISTADORES FUERON HOMBRES EXCEPCIONALES
Los principales documentos que existen de las hazañas de los conquistadores fueron escritas por ellos mismos. Lógicamente, el contenido de esos escritos eran autohalagos y atribuciones de éxitos y méritos, debido a que gracias a ellas le pedirán al rey títulos, privilegios, etc., es decir, cosas que no tenían. Como dice Rubial:
La mayor parte de estos hombres son unos donnadie. Llegan con una mano delante y otra atrás. Son hidalgos, es decir, miembros de la baja nobleza que no tienen tierras. Alguien que tenía tierras o tenía una posesión no se venía a América a perder la vida. Son gente muy pobre o con muchas ambiciones. Muchos de ellos hijos de campesinos y quieren aquí ser señores, quieren reconstruir su idea de lo que debe ser un señor feudal: quieren tener tierras y tener gente que se las trabaje, porque ellos no vienen a trabajar la tierra, sino a ganar la tierra. Y por eso cacarean lo que hacen.
6º MITO: LA COMUNICACIÓN FUE EFICAZ
Restall nos cuenta que la comunicación entre españoles e indígenas fue tremendamente complicada al principio. Los diferentes grupos indígenas tenían lenguajes diferentes. Por ejemplo, algunos podían hablar maya, pero otros, otras versiones del maya. Dice Rubial:
Las lenguas tienen un gran cantidad de variantes lingüísticas. Nosotros hablamos castellano y somos de la misma familia lingüística que el francés, pero ¿ustedes entienden francés? El italiano… más o menos…, el portugués..., el catalán…, pero nos cuesta trabajo. (…) ¿Ustedes han jugado al juego del teléfono descompuesto? Pues era esto. Cortés se quiere comunicar con los totonacas. Hay un interprete de totonaca que habla náhuatl. Del maya se lo traducen al náhuatl y del náhuatl al totonaco. Y esto, al español. Imagínense este paso de ida y vuelta… ¿Quién sabe lo que entendieron?
7º MITO: LA DEVASTACIÓN Y EL EXTERMINIO
Si leemos la versión de los vencidos, que es la recopilación del libro XII del Códice Florentino (escrito por Sahagún), los que informan a los indígenas que recopilan el libro, eran niños cuando ocurrió la conquista. Nos dice Rubial:
La visión de los vencidos es una visión terrible, tremenda. No es errónea, al contrario, es muy objetiva, pero es eso: una visión.
Por otra parte, Rubial nos recuerda:
La humanidad somos una especie que nos hemos conquistado unos a otros… Hemos pasado de ser conquistadores a ser conquistados a volver a ser conquistadores a volver a ser conquistados. Los mismos españoles habían sido pueblos conquistados. Es decir, no tenemos el monopolio del sufrimiento. Todos los pueblos conquistados han sufrido horrores. Es parte del horror de la guerra.
No podemos decir: toda la conquista fue devastación y exterminio. Los españoles vinieron a matar a los indios. Algunos hablan de genocidio. No podemos comparar lo que hizo Hitler en el holocausto que fue una conciencia de exterminio de un pueblo por razones étnicas, a algo que sucedió como una conquista que, por supuesto, a los españoles lo que menos le convencían era que los indios se murieran, porque eran sus trabajadores, su fuerza de trabajo. ¿Cómo iban a querer exterminar a su fuerza de trabajo? Es absurdo. Toda conquista es devastación y exterminio, pero a los españoles lo que les interesa es que esos indios trabajen para ellos, y a los frailes que esos indios se conviertan y se salven.
Por último, subrayar que la mayor devastación vino por las enfermedades. Los americanos estaban aislados, por lo que desarrollaron anticuerpos para las enfermedades de América, pero no para las de Europa.
8º MITO: LA SUPERIORIDAD ESPAÑOLA
Este es el mito que se apoya en la idea de que los españoles venían armados y eso les daba una superioridad increíble. Nos dice Rubial:
Sí, traían armas de fuego. Cuatro. (…) Los fusiles, ¿cómo eran antes? Tienen que cargar, meter la pólvora, prender la mecha…, y mientras estabas haciendo esto ya te mataron… No son las ametralladoras de ahora. (…) Matar a uno costaba trabajo, si es que le atinabas…
Por otro lado, llevaron cañones también, pero con los dedos de una mano se podían contar. Lo que sí que es cierto que pudo impresionar fueron los caballos, pero, como nos dice Rubial, tampoco eran tan grandes, eran poco más que un pony, porque los españoles de antes no eran igual de altos que somos los de ahora: si vemos las armaduras de aquella época, podían llegar a medir un metro sesenta, y los indígenas también medían más o menos esa altura.
Eso de sostener que hay una superioridad española, pues no. Yo creo que primó más en el éxito de la conquista la desunión de los pueblos indígenas.
Aquí terminan los mitos.
En resumen, la conquista de América fue un fenómeno tremendamente complejo y multicausal. Sabemos que muchos españoles, como se narra en la Brevísima relación de la destrucción de las Indias de Fray Bartolomé de las Casas, cometieron auténticas atrocidades, pero otros no. También sabemos, por la historia, que los indígenas también realizaban auténticas barbaridades entre los suyos. También sabemos que, una parte de los indígenas, también fueron conquistadores y vencedores al unirse a los españoles. Y también sabemos que la mayor parte de las muertes las provocaron las enfermedades. Con toda esta mezcla de acontecimientos, no podemos establecer un relato maniqueo de buenos y malos. Sería deshonesto y parcial. Sin embargo, tampoco podemos establecer un relato idílico ya sea desde un lado o desde el otro, porque tampoco sería honesto. Por tanto, la conquista fue algo inevitable, que produjo mucho dolor, pero también supuso un avance para América, pues si hoy es lo que es, es gracias a que sucedió (con lo bueno y con lo malo). No creo que lo que ocurrió allí sea motivo para enorgullecerse o para sonrojarse (entre otras cosas porque ninguno estuvimos allí), pero sí que creo que debe ser motivo de alegría, no porque los españoles, mejores y más inteligentes que nadie, llegaron allí y demostraron su poderío, sino porque ese periodo histórico dio lugar a la unión de dos continentes. Y eso es motivo de celebración, porque, gracias a ese viaje iniciado por Colón, podemos disfrutar los unos de los otros.
Me gustaría terminar el artículo con un chiste de Rubial que dice así:
Una mexicana le dice a una española: “tus antepasados nos conquistaron”. Y la española le contestó: “no, fueron los tuyos. Los míos se quedaron en España”.