Hace 5 años | Por difusion a culturacolectiva.com
Publicado hace 5 años por difusion a culturacolectiva.com

Cada vez que mires el cielo, recuerda un poco a Miró y la gran amistad que sostuvo con Kandinsky por algún tiempo. Ellos son la ejemplificación perfecta de la unión intelectual y la comprensión creativa que debe existir entre dos personas inquietas por transformar mundos. Cuentan que Miró fue prácticamente el iniciador de esta conexión casi mística con el artista ruso; en 1925, el pintor de Mallorca le dedicó uno de sus cuadros más enigmáticos y extraordinarios que podríamos imaginar, “Este es el color de mis sueños”...