Nota: Este es un artículo introductorio originalmente escrito con la intención de ser publicado en el blog de Desperta Ferro Ediciones, rechazado por lo heterodoxo del tema tratado, chocando con la cronología establecida, la cual considero que debe ser reexaminada, expuestas mis razones de manera breve aquí.
El escudo es el segundo elemento más importante para todo guerrero, tan solo detrás de su arma y sirve como su principal elemento defensivo. Siendo el elemento más representativo del soldado romano, el escudo representa un aspecto en el cual aún no se ha logrado un conocimiento profundo y preciso, y ciertas ideas erróneas siguen presentes hoy día.
Aunque la palabra scvtvm significa escudo, cuando comúnmente usamos este término lo hacemos para hacer referencia exclusivamente al escudo romano curvo empleado por las legiones. El scvtvm es, probablemente, el escudo más fácilmente reconocible en la cultura popular; son grandes, fuertemente curvos, y, aunque pueda parecer un cliché, la evidencia arqueológica indica que el color rojo era el más comúnmente empleado. Aunque dentro de los círculos académicos relacionados con la arqueología militar es usual tener una visión general y aproximadamente correcta sobre cómo era, siguen existiendo algunas lagunas debido a cuestiones que aún no han sido abordadas. Este desconocimiento es más común fuera del ámbito académico, lo cual resulta comprensible. Sin embargo, lejos de detalles específicos en cuanto a su construcción, lo que se abordará a continuación son aspectos generales comúnmente aceptados pero que están basados en ideas arcaicas y obsoletas.
Una de las ideas más fuertemente establecidas respecto al scvtvm se refiere a la cronología y evolución de su forma a lo largo su historia. Esta percepción común se resume en la siguiente transición: pseudo-oval→augústea→rectangular la cual, además, va asociada a un abandono relativamente rápido de la forma anterior en favor de la nueva, así como la vinculación de una de sus características a una de estas tipologías; sin embargo, esto no es cierto, o por lo menos, no de forma tan simple.
Fig. 1 Altar de Domicio Enobarbo (final s. II a.C) Fig. 2 Jinete parto con scvtvm (s. I-II d.C) Fig. 3 Legionarios en la Columna Trajana (s. II d.C)
Establecer el inicio exacto de este tipo de escudo es una tarea especulativa. Una posibilidad es que podría haberse comenzado a usar alrededor de finales del s. VI a.C tras la reforma establecida por Servio Tulio, quien introdujo cambios profundos en materia militar, aunque una fecha más reciente parece más plausible, ya que también podría deberse a otra serie de reformas introducidas, quizá, por Marco Furio Camilo entorno a la época del saqueo de Roma por los galos de Breno a inicios del s. IV a.C. Las primeras representaciones claras de este tipo de escudo pueden rastrearse en el monumento a Emilio Paulo, en el 167 a.C y en altar de Domicio Enobarbo alrededor del 122-115 a.C, siendo el escudo de Fayum (Egipto, s. III-I a.C) el ejemplar arqueológico que confirma la existencia de esta tipología, el cual se encuentra en un estado de conservación relativamente aceptable. El historiador griego Polibio también habló sobre él en sus Historias, escritas en el siglo II a.C.
Existen 3 grandes rasgos que caracterizan a este tipo de escudo: su gran tamaño, de aproximadamente 4 pies de altura, mayor que lo que aparentemente se empleó en épocas posteriores; el uso de la spina de madera, elemento de tradición celta que sirve para cubrir el hueco dejado en el centro del escudo, el cual tiene el asa, y para otorgarle una mayor rigidez vertical; y su geometría, la cual podría definirse como un pseudo óvalo o un rectángulo de lados convexos. Son estos últimos 2 elementos los puntos centrales de la cuestión, como iremos viendo.
El fin del empleo de este escudo se ha establecido comúnmente entorno al cambio de era, aproximadamente en las últimas décadas del s. I a.C, o en las primeras del s. I d.C, sin embargo, podemos rastrearlo en el arte en el relieve de la Cancelleria, fechado en torno al 81-96 d.C, y una posible aparición en la métopa nº 33 del Tropaeum Traiani, en el 109 d.C, así como en alguna otra aparición a lo largo del s. I d.C. En Masada aparecieron unos posibles restos arqueológicos, datados en torno al 73-74 d.C. Se halló un gran fragmento de cuero o piel perteneciente al recubrimiento del escudo que iba pegado sobre el núcleo de contrachapado, el cual tiene esta geometría pseudo-oval o de rectángulo de lados cóncavos que parece muy similar a la vista en el propio escudo de Fayum, siglos anterior.
Relieve de Puteoli. 95-102 d.C
Tras esto, y siguiendo con la cronología clásica, la forma augústea se suele atribuir al arco de Orange, fechado en el 10-27 d.C, aunque es un poco dificil de visualizar debido a la erosión; la urna cineraria de Agnani, a mitad del s. I d.C, da una imagen mucho más clara de él. Su geometría es igual que la del escudo pseudo-oval republicano, pero con los lados superior e inferior recortados, mostrando un borde recto. Otra forma de verlo, más simple, es visualizar el clásico escudo rectangular, pero en lugar de bordes verticales rectos posee lados ligeramente curvos. Se rastrea su uso hasta el año 95-102 d.C en Puteoli. No existen restos físicos de esta tipología, salvo fragmentos de bordes de aleación de cobre que dan testimonio de la curvatura de sus lados verticales. La visión clásica dice que este escudo perdió la clásica spina de madera presente en la tipología anterior en favor del umbo metálico de base cuadrada o rectangular, pero la realidad es otra. Abordaré esto más adelante.
Llegamos al scvtvm clásico, el rectangular, tan ampliamente representado en películas y series. Atendiendo de nuevo a la visión clásica aceptada, su uso es posterior a Augusto, apareciendo tras las décadas iniciales del siglo I d.C. La primera vez que este escudo aparece en el arte romano es en el Mausoleo de Plancus, fechado entre el 20-10 a.C; esto establece su aparición varias décadas antes a la forma augústea. Sin lugar a dudas, el scvtvm rectangular está ampliamente representado en el arte romano a lo largo, principalmente, de los siglos I-II d.C, con su máximo exponente en la Columna Trajana, erigida a inicios del s. II d.C. Se hallaron restos arqueológicos de esta forma datados alrededor del 256 d.C en Dura Europos, con el mítico escudo rojo, el nº 15, de los 24 hallados. Una de las ultimas representaciones en contexto militar viene del relieve del legionario de Alba Iulia, entre los siglos II-III d.C, ilustrada más arriba, aunque el mosaico de la Galleria Borghese del 320-330 d.C muestra varios gladiadores de tipo murmillo con sus respectivos escudos rectangulares.
Un aspecto no abordado hasta ahora es el empleo de la spina. La visión clásica sugiere que su uso decayó con la forma republicana pseudo-oval, y que, incluso al final del ciclo de este escudo, desapareció, pero lo más probable es que, aunque en al final del cambio de era su uso no fuera tan amplio, lo cierto es que sobrevivió durante el siglo I d.C en las formas de escudo augústea y rectangular. Los argumentos comunes para ello se centran en un ahorro de peso y reducción de costes, pero esto es difícilmente sostenible. Por un lado mi propio trabajo como artesano reproduciendo la spina del escudo de Fayum (en álamo y no abedul como el original, pero ligeramente más gruesa) arrojan 600gr de peso, mientras que umbos rectangulares de pequeño tamaño, como el de Brigantium, realizados en chapa de 2mm indican un peso de alrededor de 400gr, y ejemplares de mayor tamaño con el mismo espesor alrededor de 725gr, por lo tanto parece que el ahorro de peso solo podría serlo en ciertos escenarios, pero su incremento es también posible, y probablemente, más frecuente. El coste representa un asunto más difícil de confirmar, pero el metal era algo realmente caro en la antigüedad, por lo que el coste en material y su coste laboral para transformar la materia prima en el producto terminado, parecen bastante dispares entre ambas piezas.
El empleo de la spina puede rastrearse durante el s. I a.C - I d.C en las 3 tipologías. El arco de Claudio, del 51-52 d.C, muestra escudos pseudo-ovales con spina, asi como un friso de armas proveniente de Augusta Taurinorum, de mitad del s. I d.C y posiblemente el relieve de la Cancelleria, del 81-96 d.C. En cuanto a la forma augústea, la urna de Agnani, de mitad del s. I d.C es una representación preciosa de ello y muestra una gran cantidad de estos escudos. El escudo rectangular la muestra en el mausoleo de Plancus, entre el 20-10 a.C, mencionado anteriormente. También está presente en un relieve proveniente de Glanum, fechado en el s. I d.C,
Mención especial a un friso de armas proveniente de Saint-Bertrand-de-Comminges, aparentemente fechado en los siglos II-III d.C, aunque podría ser anterior. En este friso aparecen tanto la forma pseudo-oval como la augústea, ambas con spina.
En definitiva, las ideas clásicas deben ser reevaluadas y la visión en cuanto a la cronología de este escudo debe cambiar. El empleo de la forma augústea y rectangular es anterior a lo comúnmente establecido; la forma rectangular por el testimonio que nos deja el mausoleo de Plancus, y la forma augústea por ser más cercana geométrica y conceptual a la forma pseudo-oval republicana. Posiblemente los 3 tipos de escudo coexistieran durante periodos largos de tiempo, especialmente las formas augústea y rectangular y esta última aún pudiera estar presente en los campos de batalla del s. IV d.C. Del mismo modo, la spina de madera sigue vigente durante el primer siglo d.C, aunque en menor medida, en estas formas a las que tradicionalmente no se la ha atribuido.
Fig. 5 Urna cineraria de Anagni, Italia, primera mitad del s. I d.C.
CREDITOS:
Fig. 1: Jastrow . "Altar Domitius Ahenobarbus Louvre n3bis" en Wikimedia Commons. Imagen de dominio público.
Fig. 2: Sailko. “Statua equestre di cavaliere orientale partico, I-II secolo dc (coll. santarelli) 01" en Wikimedia Commons, bajo licencia CC BY 3.0. Disponible en: creativecommons.org/licenses/by/3.0/
Fig. 3: Benjamín Núñez González. "Detalles, Columna Trajana, Roma, 2017 01" en Wikimedia Commons bajo CC BY 4.0. Disponible en: creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/
Fig. 4: “The Puteoli Marble Block”. Número de objeto MS4916A. Cortesía del Penn Museum.
Fig 5: “Marble cinerary urn”. Met Museum. Imagen de dominio público.