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¿Está muriendo Menéame?

Soy usuario de Menéame desde hace más de una década. Lo uso a diario. Casi pierdo un empleo por él y pedí la mano de mi mujer a través de este agregador de noticias. Vale, estas dos últimas un poco exageradas pero si buscáis en mi historial...

Sigo menéame a través de un lector RSS llamado Newsify y he descubierto un asunto que debe ser resuelto, los caracteres de las tildes de los artículos no se ven correctamente, supongo que debido a algún problema de codificación. La cuestión es que abrí una incidencia github.com/gallir/Meneame/issues/115 y esperé.

Esta mañana me he decidido a arreglarla yo mismo. He clonado el código y me he puesto a ello. Luego he mirado las fechas con las que estaban archivadas otras incidencias y también el listado de petición para subir cambios realizadas por otros usuarios. Cual es mi sorpresa, menéame, no está aceptando estas peticiones desde hace meses.

Menéame es software libre, esto significa que está vivo por una comunidad tanto de usuarios como de desarrolladores.

Vivo significa que cambia, que evoluciona, que progresa, pero parece que ha dejado de crecer. ¿Hemos alcanzado nuestra cima?¿lo qué nos queda por recorrer es el inevitable declive?

Pertenezco a esta comunidad porque es el lugar donde mejor me siento en la red. Hace tiempo salí corriendo de Facebook, en Instagram solo he sido turista un par de días, he veraneado muchas temporadas en burbuja.info, rara vez paseo por forocoches, y últimamente desayuno en hablemosderelojes, pero es aquí, en menéame donde siento está mi hogar en la red. Es esta la comunidad que me representa y tengo la sensación de que está muriendo por parte de los desarrolladores al cargo del proyecto.

¿Estoy equivocado? Por favor, abridme los ojos en caso de error.

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El Rey de los Felones

El Rey de los Felones

Comenzó su carrera política a los 25 años como asesor de Paco Granados, aunque su salto a la fama comienza con ese “imbécil” con el que definió a Javier Bardem por dar a luz a su hijo en Estados Unidos y no en Cuba, aseveración curiosa viniendo de un chaval que mintió para meter en su currículum un máster en Harvard que luego resultó ser un cursillo en Aravaca. La vida de Casado es esa comedia que hoy escribirían el tándem Berlanga-Azcona si quisieran radiografiar lo que es el Partido Popular, y ya de paso, las universidades privadas de este país.

Es jodido pensarlo. Años y años trepando, aguantando humillaciones, perpetrando maquinaciones, soportando esa sociopática y tóxica alternancia de frialdad y cercanía de los tótems del partido (Aznar y Aguirre), para que, una vez que logras alcanzar la cima de esa agencia de colocación que te dio empleo, casa, esposa y liderazgo, te echen 3000 viejos del Barrio de Salamanca sin otra cosa que hacer una mañana laboral que lanzar espumarajos y eslóganes esquizoides en la puerta de la sede de tu partido. Jubilados que, no lo olvidemos, ojo, no gritaban “Feijoo, Feijoo”, gritaban otra cosa.

Pero volviendo al tema, la estrategia de este Ninette desustanciado y su señor de Murcia estos últimos días pasará a la historia como el trampantojo político más delirante y suicida de la democracia de este país.

Nadie cavó su fosa de forma más rápida y eficaz. Convocatoria de elecciones innecesarias en tu santuario político, campaña electoral fernandoestesiana rozando la zoofilia, espionaje estilo TIA de Ibáñez, filtraciones torpes a la oposición vía whatsapp, acusaciones gravísimas a la principal rival política que acaba elevada a los cielos con el catalizador imbatible del victimismo y muerte atroz por envenenamiento totalmente detectable en sangre de todos aquellos que te elevaron a los altares.

La traición de sus hermanos no ha hecho más que retratar al PP como lo que siempre ha sido: un nido de víboras trepadoras, temerosas de perder su único sustento. Pero bien es cierto que algunos han quedado más en evidencia que otros. Sin ir más lejos, la perfidia de López Miras en Murcia no solo ha sido flagrante, sino que ha demostrado la insoportable volubilidad de un tipo que no tiene miedo ninguno a los pasteles de carne, a pactar con VOX y a vender a su madre por 2 años más en el poder. Patético.

Casado nunca tuvo un proyecto, pero eso es perdonable. Tampoco lo tenía Rajoy y acabó ganando las elecciones. La derecha no necesita un plan a largo plazo, pero si necesita un señuelo que no tenga los pies de barro y Rajoy tenía algo que Casado no: fortaleza. Pablo ha sido siempre un ser frágil, dubitativo, cuyo discurso ha oscilado, cual veleta espídica, del centro moderado a la ultraderecha más cañí, trufando todo este delirio con frases que parecían escritas más por el equipo de guionistas de El Mundo Today puesto de maría hasta las cejas, que por un grupo de asesores de 4000 euros/mes.

Además, un líder no puede conducir un partido con los ojos puestos únicamente en las encuestas internas, porque al final te lo nota hasta el votante más imbécil, y mira que de esos, Casado tenía para aburrir, pero una cosa es ser un cretino con una neurona para votar y otra para limpiarte el culo y otra, ser ciego.

A la incapacidad de Casado hay que sumar la clave de su caída, la mediocridad de Teodoro García Egea, una suerte de Alfonso Guerra Hacendado que, de no haberse apuntado a NNGG, no habría sido más que ese compañero trepa, que se queda enquistado durante toda su carrera en ese puestecito seguro de pelota oficial del jefe, en una empresilla de esas que tienen su sede en algún polígono industrial en las afueras de Murcia. Pues bien, un tipo de esa altura intelectual, infame orador, patético estratega, ha ocupado durante varios años el puesto nº 2 del principal partido de la oposición. Resulta aterrador el solo hecho de pensarlo, como también lo es que la izquierda, con esta banda de incompetentes, no haya sido capaz de alejarse en las encuestas.

Hoy, el amigo de los cerdos y las vacas, el creador de la "España que madruga" que no ha madrugado en su puta vida , el de "las fosas de nosquién", el de la remolacha, el pionero que descubrió que la energía solar no funciona, ha llegado al Congreso con el runrún de la mofa y la derrota, acompañado del único apoyo que le quedaba, Pablo Montesinos. Salvo este chavalín de bajísimo perfil, con oratoria de cura de provincias, todos, absolutamente todos, le han ido clavando el cuchillo de forma progresiva, escalonada, casi como si hubiesen hecho ordenada cola para alargar el dolor en el tiempo y convertir estas 24 últimas horas en una interminable crucifixión mediática.

En la sesión de investidura, Casado le dijo a Sánchez que “a todo felón le llega su final”.

Hoy, Pablo, ha acabado comprobando, por la vía más cruel, que presidía un partido de felones. Una corte de felones que no te ha echado por tu máster de cartónpiedra, ni la mitad de la carrera de Derecho express. Tampoco por intentar boicotear la llegada de los fondos europeos a España.

Te ha echado por denunciar algo denunciable, te ha echado, en sumo, por no saber que el PP no es un partido, amigo Pablo. Por no saber lo que en fondo si sabías, que el PP no es más que una mafia. Y qué mejor nuevo jefe para reconducir a la mafia que uno que sabe escoger mejor sus amistades...

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Lo que un usuario con COVID-19 nos fue contando

Tomado de las notas de gdfh www.meneame.net/user/gdfh/notes

14/03 21:21

Lo he cogido. Podéis verlo en mis comentarios. Trabajo de cara al público. Si lo he cogido yo, hay cientos de miles porque me lavo las manos desde que tengo memoria. O estaba en el metro o en el dinero que he tocado. No me he juntado con nadie más que clientes a metro y medio, y me pareja. De momento tos y fiebre. Algo de diarrea suave.

15/03 08:30

Día 2 con Covid 19. Tos seca, cansancio absoluto y debilidad muscular. Muchísimo dolor de cabeza. Molestias ligeras en garganta y pecho. Mi chica ha pasado la noche tosiendo. Fiebre

15/03 18:35

Día 2 de coronavirus por la tarde. La tos seca ha cesado. No así el dolor de cabeza, la fiebre, las flemas y la fatiga que me mantienen en cama desde ayer.

16/03 10:53

Día 3 de Covid. La tos ha vuelto, más profunda. Dolor de pecho a la altura del esternón. Fatiga, dolor de cabeza, fiebre. Sin mocos.

 16/03 12:56

Día 3 de Covid. La tos seca aumenta al mismo tiempo que la sensación de que algo de apodera de mis bronquios. Se hace difícil respirar profundamente sin toser. Fatiga, mareo y dolor de cabeza persisten.

16/03 21:26

Día 3 de Covid por la tarde. Sin mocos. Ardor de bronquios. Tos en aumento. Calor en cuello y frente pero no fiebre. Dolor de cabeza. Fatiga generalizada. Mi chica sin síntomas. Ha tosido alguna vez pero no sé si por solidaridad. Llevo mascarilla en casa y separamos estancias. En esta cuarentena no follo.

17/03 15:47

Día 4 de covid. Vuelve la fiebre pero menos, los mareos, el dolor de cabeza es un poco menor. Fatiga y dolor de "huesos" generalizado. Menos tos, pero dolor en bronquios. También duelen los ojos y pican como por dentro y al tacto. Como escozor.

18/03 17:15

Día 5 de covid. Poca tos, dolor de cabeza. He tenido suerte creo. Mi chica sin síntomas de momento. Amigos sí. Quedaos en casa porque se contagia con mirarlo.

18/03 19:04

En pocos días llegamos a 100.000 infectados. Los chinos lo vieron, se dieron cuenta de la velocidad de infección. Aquí empezamos a entenderlo. Ni siquiera yo sé cómo me he contagiado.

19/03 16:31

yo sigo mareado, con tos y dolor de cabeza.

20/03 12:05

Día 7 de covid. Cuando crees que ya estás bien empiezas a estar más mareado, y con tos seca horrible sin parar. Maravilloso. 21/03 12:30

Día 7 de covid. Puta-tos-seca. Menos mareo, menos dolor de cabeza. Pero febrícula a ratos.

21/03 13:46

Día 7 de covid. Se me ha olvidado deciros que el sabor y el olfato han desaparecido por completo. Totalmente. O sea podría comer algo podrido ahora mismo y no me enteraría.

22/03 11:11

Día 8 de Covid. He pasado mala noche. Tengo muchas tos y siento que me falta un poco de aire. Deciros que yo siempre he tenido problemas con la garganta y bronquios. Las infecciones que he cogido siempre me han durado mucho.

23/03 18:45

Día 9 de Covid. La tos no se va, y el dolor de cabeza vuelve a ratos. ¿Cómo vais el resto de los que lo tenéis?

25/03 16:41

Día 11 de covid. Mi chica está mala. Confirmado. Todavía no tiene fiebre. Yo dolor de cabeza y con menos tos. Sin embargo sigo teniendo mareos.

25/03 22:21

Día 11 de covid. Acaba de morir un compañero de trabajo de un amigo. 39 de fiebre durante días. No le hacían caso. Bilbao. Él, mi amigo, sigue con tos después de 2 semanas.

Mi amigo de Guanajuato ha ido al hospital. 4h esperando. Paracetamol, oseltamivir y a su puta casa. 39 de fiebre.

Y así están las cosas. Mi chica está tirada con fiebre y tos. Yo sigo con la tos.

Día 12 de covid.

Yo sigo con tos.

Mi chica sigue con tos.

Mi amigo de México, bueno, lo podéis ver en la captura de pantalla. Recordad que le dieron paracetamol, oseltamivir y loratadina, que ya me dirás para qué coño sirve. Son las 2:50am allí.

3 casos no contabilizados en las estadísticas.

28/03 15:51

Día 14 de covid. Mi chica ha tenido que ir a cubrir una baja en el hospital. Su compañera, covid. No hay epis, solo mascarilla normal. Mis amigos, cuyo compañero de trabajo (joven) falleció hace unos días, son confirmados en covid pero no entran en estadísticas, al menos uno de ellos. Están en casa, con tos. Ya llevan 18 días, su chica 4 con síntomas.

Otra amiga del hospital, con el gimnasio convertido en UCI. Sobrepasada.

Mi amigo de México 4 días con fiebre. Por fin le han hecho la prueba, todavía no sabe. Se les ocurrió hacer un vídeo para sus amigos de facebook diciendo que tuvieran cuidado, que cualquiera podía cogerlo, y alguien ha cogido el vídeo y lo ha mandado a las noticias locales. Ha salido en todo el estado. Bueno pues, los están amenazando de muerte por difundir el pánico. Están en casa.

Y así estamos. Yo, con tos que no se va.

 30/03 22:16

Comentaros que ya estoy mejor, aunque sigo con tos. Mi chica está bien. Su compañera ha dado negativo. Mi amigo de México todavía no les han dicho nada, pero sigue malo. Mis dos amigos de aquí no les han hecho la prueba y siguen malos.

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Un año yendo en bicicleta por ciudad

Hace doce meses sustituí el transporte público por mi vieja bicicleta en Madrid, la ciudad donde vivo. Hago trayectos regulares que combinan carril bici con la calle donde circulan automóviles, y esta es mi experiencia.

1.- En un trayecto de 15 km. se tarda lo mismo en bicicleta que en coche. Siempre considerado en hora punta. La velocidad del vehículo a motor se reduce por atascos y semáforos. Estos últimos afectan al ciclista, pero se ahorra el retraso por la velocidad del resto de vehículos. Solo en momentos de salida de colegios o llegada al trabajo el ciclista pierde, pues la abundancia de peatones invadiendo carriles bici obliga a frenar constantemente.

2.- La bicicleta es invisible en los giros. Con una luz delantera blanca y una roja trasera los coches te ven siempre que circules en su mismo sentido. Nunca en los giros a izquierda o derecha, pues habituados a buscar peatones no saben localizar una bicicleta que llega al semáforo o paso de cebra por el carril bici al doble de velocidad. Lo prudente es frenar y esperar a que te vean.

3.- Los peatones no te ven. Puede parecer un contrasentido, pero las personas no están habituadas a los carriles bici. Me ha ocurrido ver de lejos alguien justo en la mitad del mismo, lo que me impedía rebasarlo, y pensar que se apartaría. Pero cuando van mirando el móvil simplemente no ven nada más. Es increíble la cantidad de tiempo que una persona puede caminar en línea recta mirando su teléfono sin levantar la vista. Esto lo solucioné con una potente luz delantera para los caminantes en general, aunque con los del teléfono solo vale el timbre… si no llevan auriculares.

4.- En el carril bici solo eres un invitado a la acera. Hay peatones muy amables que se disculpan por haber invadido un carril reservado para ti, pero no es la norma. Me he cruzado con muchas personas, desde mediana edad a muy ancianas, que me abroncan por ir en bicicleta, en clara alusión a tener que compartir el espacio con un vehículo que circula más aprisa. Otros, simplemente, consideran muy cómodo ese carril rojo sobre el que se anda tan bien y te miran preguntándose qué haces tú allí. La bicicleta pintada sobre el mismo no les afecta.

5.- El timbre no siempre es una buena opción. Soy el primer al que molesta frenar por un caminante que ha invadido el carril bici, pero apartarlo a timbrazos supone asustar, en muchas ocasiones, a una persona que, simplemente, no puede verte. Personalmente lo uso poco, salvo cuando algún maleducado no hace intención de apartarse simplemente porque odia a los ciclistas. O eso parece.

6.- Hay ciclistas que son unos jilipollas. He visto a muchos apartando a timbrazos a los peatones, insultándoles, y creyendo que tienen todo el derecho del mundo a estar allí. Esto no es Holanda, y tardaremos en adaptarnos a la nueva realidad de la bicicleta. Hay que buscar un marco de convivencia sin insultos ni agresión. Debemos frenar, y si alguien ha invadido el carril, pues qué va a hacérsele.

7.- Se pasa mucho calor, y mucho frío. La comidad de ir en bicicleta es relativa. Yo hago un trayecto a mi trabajo de 12,3 km. según google maps de ida y otro igual de vuelta. En los meses más crudos del invierno debo llevar botas de motorista para que no se me hielen los pies y guantes de montaña. El abrigo en cambio debe ser ligero, es preferible estar un poco aterido al principio porque a los pocos minutos de moverse, el cuerpo suda. Tengo que estar pendiente siempre de la predicción del tiempo, para no asarme ni pelarme. El verano, que es casi tan extremo como el invierno en el centro peninsular, también es duro. Sudas bastante, también en los meses fríos, y yo llevo camisetas interiores que me cambio al llegar al trabajo. Yo me lo puedo permitir, pero está claro que la bicicleta no es una opción para trabajos de cara al cliente donde la imagen es fundamental. En general, y sin importar la estación del año, se pasa calor.

8.- Circular con los coches es complicado. No todos los conductores son respetuosos, aunque la mayoría sí. Hay que facilitar que te adelanten si es posible, aunque el código de circulación diga lo contrario. Por otra parte, tienes que comportarte como una moto, culebreando entre ellos, aunque teóricamente esté prohibido. Tú ganas tiempo, y a ellos les estorbas menos. Como conductor considero que es complicado circular a 15, 20 o 30 km./hora, en el mejor de los casos, detrás de una bicicleta.

9.- La lluvia es un incordio, pero no por mojarse. El suelo resbala por esa capa de grasa y polución que cubre Madrid. Pese a los guardabarros que llevo, el agua sucia salpica. Si chispea o llueve poco no te empapas, pero a cambio te ensucias de arriba a abajo.

10.- El beneficio físico es increíble. Parece obvio, pero el ejercicio regular -yo acumulo unos cien kilómetros a la semana de pedaleo- y de baja intensidad me ha fortalecido el corazón y las piernas. En un año, además, he adelgazado mucho, aunque muy lentamente.

11.- El ahorro es relativo. Ya no pago el abono transportes, y la bici la tenía, así que solo tuve que gastarme en guardabarros, un portaobjetos para la parte posterior y un par de luces, que amorticé en menos de un par de meses. Aunque parezca broma, donde ha aumentado mi gasto es en pantalones, la tela en la ingle se rompe a menudo debido al roce. Los vaqueros ajustados que están ahora de moda especialmente. Son además muy fríos, una tela nada recomendable en pleno invierno. Hay que renovar las cubiertas a menudo, y las pastillas de freno. En suma, ir en bici no es exactamente gratis, aunque lo parezca, aunque obviamente mucho más barato que el coche y más que el transporte público.

Mi última consideración no está relacionada exactamente con ir en bicicleta, aunque es donde más se nota. Me refiero a los autobuses. El pestazo y humo que expulsan cuando te pasan cerca evidencian lo que contaminan. Y esto es así desde siempre, llevo viviendo en estas calles desde que nací, y ningún alcalde ha invertido en autobuses limpios -en Madrid son municipales-. Hubo un tímido intento con algunos de gas natural, pero si en otras épocas era inviable, ahora deberían plantearse seriamente lo eléctrico o incluso los híbridos. Esos cacharros circulan desde las 6 de la mañana a las 12 de la noche. Quizá ahorren muchos coches al llevar tanta gente, pero contaminan como un antiguo fumador de Ducados negro. Esto último, para que sepáis que soy un viejuno ochentero. 

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Los insolidarios jóvenes

Primero vino la burbuja inmobiliaria que dejó a los jóvenes sin acceso a una vivienda digna, pero yo no hice nada, 

Porque yo ya tenía vivienda y pude especular.

Luego se precarizó el trabajo, pero yo no hice nada,

Porque yo cobraba por encima del salario mínimo y me venía genial que me trajeran comida a casa en bicicleta por cuatro perras.

Luego el precio de la educación universitaria pública subió mucho más que los salarios, pero yo no hice nada,

Porque no soy estudiante.

Luego intentaron desmantelar la sanidad pública, pero yo no hice nada, 

Porque podía pagarme un seguro privado para las cosas que no son graves.

Luego vino la pandemia, y los insolidarios jóvenes, a los que habíamos excluido sistemáticamente de la sociedad, no quisieron sacrificar sus cervecitas por mí.

Porque eran lo único que les quedaba.

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Nadie elige donde nace

Nadie elige donde nace

En 2017, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) realizó un estudio sobre la inmigración africana hacia Europa. Algunos de los datos son escalofriantes:

Solo 2 de cada 5 inmigrantes del África subsahariana consiguen llegar a Marruecos, el resto perecen en su travesía por el desierto, por enfermedades, asesinados por las mafias o sencillamente acaban perdidos.

Desde que salen a sus hogares hasta que consiguen llegar a Europa la travesía dura una media de 2 años y medio.

La mortalidad en el intento para cruzar el estrecho oscila entre el 20 y el 45%.

El 88% de los inmigrantes ilegales que consiguen trabajar en España envían parte de su sueldo a las familias que dejan en África.

Otro estudio realizado por Médicos sin Fronteras en 2019 revela que 3 de cada 5 inmigrantes subsaharianos sufren de problemas mentales asociados al viaje o su inadaptación al país de "acogida". El más frecuente es la depresión asociada a traumas o a la continua precariedad vital.

Cabe recordar que en los años 40-60, más de la mitad de los españoles que emigraron a Suiza y Alemania lo hicieron en completa situación de ilegalidad (ver: www.eldiario.es/sociedad/inmigracion-franquismo-historia-xenofobia_128)

Frente a estos datos a mi me asalta una duda: todos esos que defienden el leitmotiv esencial del capitalismo neoliberal de que si te esfuerzas puedes alcanzar el éxito, ¿cómo justifican el que una persona, que nace en un entorno de miseria en un país sin recursos, no intente buscarse la vida en otro país con más recursos que el suyo? ¿Los mantras son válidos en función a raza u origen? ¿Qué haría Juan Rallo o Lacalle si en vez de haber nacido en el seno de una familia de clase pudiente hubiesen nacido en Lagos (Nigeria) o en una aldea de Chad? ¿Serían tan cobardes de quedarse en la choza esperando a morir de una enfermedad común o de hambre? De verdad, me encantaría saber cuál sería la respuesta de estos afamados defensores de la cultura del esfuerzo a estas preguntas porque sacarte un master o varios, trabajar sin descanso hasta que te asciendan o irte a Inglaterra a limpiar culos o servir hamburguesas para aprender un idioma es duro, pero no se me ocurre mayor "cultura del esfuerzo" que jugarte literalmente la vida en la búsqueda de un futuro levemente mejor.

Y es importante detenerse en esta cuestión, porque es la llana y sencilla demostración de que el liberalismo tiene un cariz clasista, racista, cuyo objetivo esencial es la implantación y perpetuación del neoesclavismo.

Cuando las consecuencias de la escasísima natalidad que sufre este país comiencen a notarse, dentro de 15-20 años, abriremos las puertas a nuevos esclavos, que nos sirvan las copas, que recojan nuestras frutas, que frieguen nuestros hoteles por pura matemática. Y entonces seguiremos diciendo, como lo decimos hoy, que "eso es el mercado, amigo".

En la presentación que Kapucinski hizo de Ébano, un retrato sobre la África colonial, en París, su primera frase fue la siguiente: "Antes de la llegada del hombre blanco a África, el continente negro tenía 4 focos de conflicto en los que diferentes tribus combatían con lanzas y flechas. 40 años después habían 45 guerras declaradas con tanques, balas y aviones". Según la ONU, entre los años 40 y 60 la esperanza de vida aumentó en 8 años en Europa y Norteamérica, mientras en África se reducía 6 años. En el plano comercial, África sigue sin contar a nivel mundial: menos del 3% de las importaciones y exportaciones internacionales tienen origen o destino en este continente, y solo el 10% del comercio africano tiene lugar entre países de la región (valga como contraste: en la UE el 70% del comercio es interior, en Asia el 50%, en Latinoamérica el 25%). África sigue siendo el granero de las grandes multinacionales, mientras la mitad de la población del continente vive con menos de un euro al día (ver: elpais.com/elpais/2014/05/23/alterconsumismo/1400829130_140082.html).

Nosotros no somos culpables de las barbaridades que cometieron las generaciones anteriores, pero, al menos, les debemos algo tan sencillo como la empatía.

A todo este horror hay que sumar la actitud de la izquierda tradicional. Creo que la inmigración hacia Europa no es más que la trasposición de la precariedad. Mano de obra barata, legal o ilegal, pero al fin y al cabo, precaria. La única solución frente a la inmigración es que esta no se produzca. Invertir en África sin otra pretensión más que combatir la pobreza. Dar el derecho a cualquier persona de ganarse la dignidad por sí misma, sin tener que dejarlo todo atrás. Grabarse en fuego aquello que dijo Montaner: "Nadie elige donde nace". O como dijo Upton Sinclair, "entender que, por encima de un país, pertenecemos a una especie".

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¿Nos ponemos a currar en lo importante, por favor?

¿De verdad alguien se ha planteado qué pasa si el gobierno obliga a cerrar a todo un sector (o a varios), a toda una provincia (o varias), o simplemente si limita la libertad de movimiento de la gente sin tener activo un estado de alarma? ¿cuántas horas de jueces, abogados del estado, abogados privados, directivos...se van a malgastar y cuántas indemnizaciones va a terminar pagando el estado (es decir, todos)?

En mi empresa deberíamos estar 100% enfocados en recuperar el movimiento en mercados donde hemos quedado casi en cero en el confinamiento, pero seguimos gastando tiempo, energía y dinero con los abogados en escenarios sobre nuestro ERTE en función de si se prorroga o no el estado de alarma y en caso de que no, imaginarnos qué marco normativo se pondría en juego que nos permita conservar el empleo y la caja. Mi director general daría un brazo por la seguridad jurídica que tiene Francia ahora mismo, con su estado de alarma confirmado hasta el 24 de Julio [1]

Del mismo modo, no entiendo que hacen nuestros politicos estatales, autonómicos y municipales, q en lugar de estar pensando como atraer a nuestras ciudades esa actividad industrial q va a volver de china a europa, están dando un espectáculo bochornoso gastando su tiempo y haciéndonoslo gastar a los demás.

Tenemos posiblemente la mejor oportunidad en 30 años de reducir la dependencia de nuestro sector turístico (que todas las crisis castigan más) re-industrializando nuestra economía. Tenemos una población formada, y una industria técnica competitiva (con la salida de UK, somos el segundo exportador automovilístico de la UE tras Alemania, y top 10 mundial en medicamentos [2]).

¿Nos ponemos a currar en lo importante, por favor?

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Mi jefe quiere acabar con la seguridad social pero vive de lo público

Tiene sillones en la patronal, en lobbies como la Cámara de Comeecio y en los despachos de dirección de sindicatos y consejerias.

Rie orgulloso que sus hijos llamen "maricones" y "moromierda" a otras personas.

Dice que hay que limpiar de "rogelios" España. Lo de catalanes y vascos también lo arreglaba él "como sabia hacer Franco".

Farda de trampas a Hacienda y lo que se le ponga "porque tiene amigos en todos lados".

Y por supuesto, sin ponerse colorado le espeta a una empleada de SMI que hay que quitar la Seguridad Social, las prestaciones por desempleo, las "paguitas" y las "ayuditas". Y eso que el vive principalmente de lo público.

Y no, no es Santi Abascal, porque de puertas para fuera se guarda mucho. Muy valiente. Ya sabemos lo que va a votar.

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Listado de BUGS de la versión ¿no-rancia?

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Hola gente, visto todo el jaleo con lo de rancio y no rancio, me he puesto a probar la página nueva.

Todos los bugs que listaré a continuación los he encontrado en la primera media hora debugeando la web.

Ante todo, estoy utilizando un ordenador portátil con Ubuntu 20.04 y Chrome en versión 93.0.4577.82 (la ultima tras hacer un apt update && upgrade). La resolución de pantalla en mi portátil es de 1440 x 810.

También he desactivado el uBlock para la mayoría de las pruebas pese a que algunos screenshots no lo reflejan, solo para contrastar si venia de eso el problema, pero no.

Comencemos:

1) El logo se ve cortado. También el botón para registrarse.

2) Error al hacer click en cualquier nombre de usuario EXISTENTE.

3) El modal de login solo funciona la primera vez. Esto sucede cuando estoy en la sección de comentarios y hago click en responder. La primera vez aparece el modal de login. Si lo cierro y clickeo de nuevo en responder el modal no aparece, el botón no hace nada. Lo mismo sucede cuando intento votar un comentario, aparece el modal de login la primera vez, y al cerrarlo, luego no hace nada al votar.

4) Botón de estadísticas no funciona. En la sección de comentarios, hay un botón de estadisticas del post. Al clickear no hace nada. También hay un botón que dice "Voto Negativo"; esto abre un modal, si cierro el modal desaparecen los "..." que dejan acceder a ese menu, adjunto screenshot.

5) Al clickear en compartir enlace y copiar al portapapeles, desaparece la opción de compartir...

6) La sección de Artículos tiene la imagen rota.

7) En los comentarios, cada comentario tiene tres puntitos "..." a la derecha. El botón no hace nada de nada. (Estoy sin autenticar, pero vamos, que al menos debería darme el modal de login o no estar esa opción)

8) El buscador no funciona. Tras rellenar la caja de búsqueda y presionar enter me encuentro ante una página en blanco. Esto ya me huele a rancio...

9) Esto no necesita explicación, la imagen lo dice todo:

Y ya está, me cansé, todo lo que clickeo, todo lo que pruebo... falla...

Paso de seguir agregando errores, porque parece ser que el sitio rancio, no es el Meneame de toda la vida...

Os dejo juzgar a vosotros que es rancio y que no.

¡Un saludo grande a toda la comunidad que me alegra día a día!

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El strike de @lionweb. Sí es incitación al odio

El strike de @lionweb. Sí es incitación al odio

Mira que pensaba que me caían a mí los strikes más divertidos, pero hoy me he encontrado uno que vale la pena compartir: Incitación al odio, en una sola palabra. Escribiste Imposible... ¿Y si llegas a escribir puta? Te banean directamente, con cuatro letras. Te lo cuento para que sepas que la plusmarca aún se puede batir.

Pues sí. Es incitación al odio, colega @lionweb. Te jorobas.

Es incitación al odio a la banda de chimpancés con pistola que han puesto a cargo de este sitio. O al chimpancé único que está degradando la imagen de los demás administradores.

Es incitación al odio a toda esta camarilla de lenincitos y maoitos, y su revolucioncita cultural, con saltito adelante incluido, y su casetita de perro, de invierno, para asaltar con Barbies y Kents.

Es incitación al odio a todos los que aprovechan cualquier parcelita de poder para ejercer el abuso, mientras luego piden la libertad para Hasel y la abolición de ley mordaza.

A todo ese odio se incita.

Y sin embargo, no os equivoquéis. No escribo esto desde el cabreo y no me cabreo tampoco cuando me cae a mí mismo una de estas estúpidas represalias: es un placer ver cómo se retratan. Es un placer ver como se esterilizan a sí mismos. Es un placer ver cómo, por algo tan birrioso como unos puntos de karma, ponen al desnudo lo que son ellos y su ideología.

Estos son los progresistas de hoy.

Estos son los libertarios.

Estos son los que quieren un mundo mejor, con más libertad y más dignidad.

Esto nos espera si seguimos sus cantos de sirena.

No os lo dice un facha revenido, ni un sacristán, ni un preboste del IBEX. Lo veis vosotros mismos porque, gracias a estos genios, está a la vista de todos.

Que siga la fiesta.

¡Nasdrovia, Tovarich!

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Reinventando cuelgame.net

Reinventando cuelgame.net

Hace ya unos cuantos meses que llevo sopesando la posibilidad de pegarle una vuelta de tuerca al concepto de cuelgame.net. El aumento de alternativas al p2p mucho más sencillas (netflix, spotify, steam, etc..) y la retirada continua por parte de Google de enlaces a la web ha ido haciendo disminuir el tráfico de forma lenta pero notable.

Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que la web jamás me ha proporcionado ningún tipo de beneficio económico, sólo me quedaban dos opciones : dejarla morir poco a poco, o intentar darle un cambio radical para intentar rehacer la interesante comunidad que se ha ido formando a lo largo de estos seis años, aún manteniendo la política de no publicidad en la web.

Actualización del código

Lo más prioritario era actualizar la web a la última versión del código. Gracias a menéame, que ha continuado manteniendo libre su código, he programado una migración del sistema antiguo al nuevo. Todo parece funcionar de forma correcta, aunque supongo que habrá que corregir algún detalle a medida que la vayamos usando.

Ampliación de temática de la web

Uno de los cambios más importantes de cuelgame.net es la adición de nuevas categorías de envíos. Los enlaces p2p seguirán estando muy presentes en la web, siendo uno de los subs principales, pero estarán acompañados de enlaces a noticias, humor y demás subs que se les ocurran a los usuarios. Dado que el código permite personalizar los subs “visibles”, cualquier usuario que quiera seguir viendo cuelgame.net como hasta ahora, solamente los links p2p, podrá hacerlo de forma sencilla desde su perfil.

Bonus track

Y por último, un experimento que me ronda la cabeza desde hace un montón de tiempo. ¿Con qué podríamos premiar al usuario que aporta contenido de calidad a la web? ¿Quizás con una criptomoneda, ahora que están tan de moda?

En un principio sopesé la idea de regalar alguna altcoin existente de poco valor (p.e. reddcoin o dogecoin) haciendo una pequeña inversión inicial, pero estaba claro que sería mucho más gratificante tener una moneda propia, aunque su valor fuese cero, pero que nos permitiría realizar transacciones entre usuarios. Después de analizar las opciones, decidí usar litecoin como base (un fork de bitcoin con buen recorrido) para nuestra nueva moneda. De esta manera surgió una nueva shitcoin, el CuelgaCoin (sí, seguro que había nombres mejores).

Cada usuario tendrá la opción, entrando en su perfil, de generar una cartera remota para poder empezar a ahorrar Cuelgacoins. Una vez generada la cartera, se le realizará una transferencia automática de una determinada cantidad de monedas (actualmente 10 CLG por portada, sujeto a cambios a medida que veamos cómo evoluciona). Estas recompensas se aplicarán, como no podía ser de otra forma, de manera retroactiva a todos los envíos realizados en estos pasados 6 años, tan pronto como sus dueños generen su cartera en remoto, como forma de premiar su fidelidad y sus aportaciones a la comunidad.

Las carteras remotas que generen los usuarios serán visibles en su perfil, permitiendo de esta forma que los usuarios realicen transacciones entre ellos, opción que también estará disponible para los usuarios con cartera. De esta forma, podremos implementar más adelante una opción de “tips” o propinas, o incluso un tablón de recompensas.

Además de la gestión desde la web, es posible tener el cliente en local. Lamentablemente no me ha dado tiempo a preparar los binarios así que os tocará esperar o compilar

La cadena de bloques de cuelgacoin es muy joven, como podéis ver en la imagen, sólo tiene 9369 bloques encontrados, gracias a las personas que he podido reclutar para empezar a minar los bloques iniciales. Si os interesa minar unos cuantos bloques, podéis usar vuestro programa de minería preferido (cgminer, cpuminer, bfgminer, etc…) usando el algoritmo scrypt contra este pool stratum+tcp://pool.cuelgame.net:3333 , usando como nombre de usuario la cartera donde queréis recibir las monedas, y cualquier contraseña.

Siguientes pasos

A partir de aquí, y al margen de corregir poco a poco los flecos que me haya podido dejar en la migración del sistema antiguo, sólo nos queda esperar para ver cómo evoluciona la web.

He tratado de condensar toda la información en un post, aunque seguro que me dejo muchos detalles en el tintero. Para cualquier duda, por favor, dejadme un comentario e intentaré atenderlo lo antes posible.

¡Muchas gracias!

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Me dais pena

Pues sí: me dais pena.

Me dais pena al ver que justificáis la agresión a Caravaca. Me da pena ver que lo justificáis con un "como padre haría lo mismo" o " se lo merece por el chiste de mierda que ha hecho"

Me dais pena como sociedad. Se supone que tenemos un sistema judicial para solventar estas trifulcas. Pero no: alabáis la violencia. Y esto solo es el principio. La sociedad avanza hacia una zona muy oscura desde hace un tiempo: el todo vale.

¿Y esto sabéis en qué acaba? A hostia limpia contra cualquiera por cualquier motivo. Y luego lloraremos: ¿cómo hemos llegado aqui? ¿Dónde se torció todo?

Pues señor@s: porque lo habéis permitido y aupado.

Me dais pena

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Me encanta hacer queso y subo unas fotos

Me encanta hacer queso y subo unas fotos

Hace casi diez años me decidí a aprender cómo hacer queso. Lo cierto es que no hay una fórmula o receta para los quesos artesanales, tienes que aprender equivocándote. Me empapé todos los libros y webs que pude encontrar y aunque los primeros no salieron bien, con el tiempo he llegado a elaborar quesos de muy buen sabor y textura, diría que exquisitos. Los desuero con pleita la mayor de las veces y jamás les hecho sal, sino les salo en salmuera con la másica bien medida al peso de la cuajada. He utilizado todo tipo de leches: de vaca, cabra, oveja, la mayoría fresca del supermercado, pero en ocasiones traídas de Galicia y Asturias. También he usado leche cruda para mi consumo personal, ciertamente es la reina a la hora de hacer una buena pieza. Los elaboro con mucha higiene y paciencia, en ocasiones tardan meses en obtener una buena curación y son auténticas joyas culinarias. Hago entre siete y diez quesos al año, eso sí, los mimo desde el principio al fin.

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Las consecuencias de un año de acoso

Os cuento mi historia personal. No vais a oír hablar a alguien de lo que le contó el vecino, de lo que le contó el periódico, o de lo que leyó en Menéame. Esta historia es de primera mano.

Tuve una relación de unos 8 meses con un hombre. Fue una especie de flechazo, realmente yo pensé por primera vez en mi vida que quería casarme. Descubrí el sexo como nunca lo había sentido hasta ese momento. Fue todo muy intenso y apasionante.

Justamente conocí a esta persona en uno de los momentos más bajos de su vida: acababa de morir su padre. A veces estaba triste, cenizo, apagado y desganado.

Durante los primeros meses yo intenté sacar esas fuerzas con él. Rascar la superficie y esperar pacientemente que afloraran la pasión y la energía que necesariamente deben seguir al luto si uno no quiere caer en una profunda depresión.

Mi espera no dio sus frutos.

Me di cuenta de que estaba con una persona deprimida, algo destructiva y, a ratos, bastante desagradable. Finalmente, llegamos a un acuerdo de terminar la relación.

A los pocos días, por algún motivo que no recuerdo, estábamos tomando una cerveza juntos. Era un día entre semana por la tarde, en un bar cercano a mi casa. Le comenté que quizás podríamos intentar que lo nuestro funcionase, que yo quería ser su aliada en sus batallas. Se negó, pero no solo se negó, sino que empezó a ponerse evidentemente nervioso.

De la nada, empezó a exigir que le devolviese sus cosas que yo tenía en mi piso. Le dije que al día siguiente iría yo misma a dejarle todo a la puerta de su casa. Él no tenía ni coche y pretendía llevarse chorrocientas cosas a peso desde mi casa a la suya. Un sinsentido.

Insistía en ir a mi casa hasta que me harté, me levanté y me dirigí a mi portal, a escasos metros del bar. Me siguió. Me quedé con las llaves en la mano, decidida a no abrir hasta que se hubiera marchado. Empezó a salirse de sus casillas, gritando en medio de la calle y montando una escena de la que yo no era de ninguna manera partícipe. Entonces me alejé del portal en dirección a casa de mi madre. Yo no iba a abrir la puerta de mi casa con él en ese estado de enajenación.

Entonces fue cuando, mientras me alejaba, me dijo: “No importa, porque yo también tengo llaves”.

Pasé de tener miedo a sentirme muy fuerte. Me fui hacia él, abrí la puerta del portal, subí las escaleras con él detrás de mí, abrí la puerta de mi casa y ambos entramos. En cuanto pasamos la puerta me giré y le vi llorando.

Ahora se sentía apenado pero yo ya no tenía un gramo de compasión en mi cuerpo.

Recogí todas sus cosas y, a medida que iba llenando bolsas, las iba sacando al descansillo. Lo tenía muy claro: o se las llevaba o me importaba tres pimientos qué ocurriera con ellas.

Se fue de ahí llorando y cargado como un sherpa. No sin antes devolverme las llaves.

Me di cuenta ese día de que la persona con la que había estado era capaz de cosas que yo nunca hubiera imagino, y de ponerme en situaciones de las que yo había huido toda mi vida.

A partir de entonces empezó una odisea por capítulos que duraría más de un año.

Cuando coincidíamos en algún lugar, cosa nada compleja viviendo en una ciudad pequeña, se empeñaba en hablar conmigo, en seguirme, en darme pena. Me escribía a diario, pidiéndome perdón, con parrafadas que sinceramente al final ni me leía. Mis únicas respuestas eran: no me escribas más.

Su modus operandi empezó a convertirse en lo que yo denominaría después la muerte y resurrección. Esto era: me escribía/llamaba (sin éxito)/enviaba audios fustigándose por todo (algunas veces borracho) y, al no recibir respuesta por mi parte, al cabo de unos días me volvía a contactar esta vez para insultarme. No solo insultos zafios, como puta, sino también cosas muy elaboradas. Cosas muy personales. Me consta que tampoco perdía oportunidad en los bares de embestir contra amigos míos para contarles las penurias de su existencia, penurias en las que yo siempre aparecía como la puta que era. Me quería convencer de que todos estaban en mi contra y sabían la verdad.

Mis amigos, gracias a dios, lo veían con pena y su estado de embriaguez normalmente le hacía perder la poca credibilidad que tenían sus relatos. Debo decir que yo me desahogaba con una amiga o dos, pero nadie más conocía lo que yo estaba viviendo.

Un día me escribió diciendo algo que, lamentablemente, es un clásico del ex desesperado: “la vida es una mierda, blablá, no quiero vivir más, blablá, adiós mundo cruel”. Escribí a su mejor amigo para que, si le interesaba el tema, fuera a su casa. Pero no había nadie debido a que, sorpresa, este individuo estaba tranquilamente trabajando en una oficina de 3 trabajadores donde, de haberse colgado de una viga, hubiera llamado un poco la atención.

Cuanto más le ignoraba, más escalaban sus reacciones. Hasta que un día me envió un audio de 8 minutos que escuché mientras me fumaba un porro, para compensar el mal rato. Ahí fue cuando cometí un grave error, porque todavía le subestimaba: decidí llamarlo.

Quería acabar con el tema e intentar hablar como personas civilizadas. Le expliqué que no podía seguir así la situación, que quizás en un futuro pudiéramos hablar (no era en absoluto mi intención, pero quizás era un caramelo que le calmara, ¡qué ingenua era!) y que iba a bloquearle por el bien de los dos. Se despidió de mí dócilmente, con signos de haber llorado y haber bebido (imagino en qué orden). Esa noche le bloqueé de whatsapp, pero en medio de la noche mi móvil no paraba de sonar con sms en los que en una línea me llamaba zorra para en la siguiente llamarme frígida. En uno de ellos amenazaba con escupirme por la calle si me veía.

Al día siguiente, después de haber tenido que dormir con el móvil en modo avión, bloqueé su teléfono y su Facebook. Pensaba que no le quedarían más medios por los que comunicarse. Pero en realidad solo logré agudizar su ingenio. A partir de ahí se dedicó a comentar públicamente imágenes en las que yo aparecía en las redes sociales. Comentarios que me llegaban en forma de pantallazos que me enviaban mis amigos.

Finalmente, un día decidió comentar en una página de un proyecto personal que estaba llevando a cabo con una compañera. Y hasta ahí habíamos llegado. Un año después de empezar a recibir insultos y amenazas y de haber hecho lo que consideraba correcto por mi parte, sentí que necesitaba ayuda o eso no iba a parar. Cada borrachera, cada día malo, cada fracaso, le iba a llevar a desquitarse conmigo: la causa de todos sus males.

Fui a la policía, sin saber muy bien qué iba a decir. Cuando llegué me preguntaron el motivo de mi visita, les conté brevemente lo que me estaba pasando. Me preguntaron: “¿Esta persona, ¿es su pareja o expareja?”. “Sí”, le respondí. “Pues espere aquí que bajará alguien a buscarla”.

Al cabo de unos minutos apareció un chico joven que me subió a su destartalado despacho. Me pidió que le contara la historia y se la conté, a ratos indignada y a ratos riendo: me parecía ridícula la situación a todas luces.

Le enseñé los mensajes y me dijo: “Debemos hacer un parte y seguramente el juez quiera solicitar una orden de alejamiento”.

Firmé el parte y, al poco tiempo, me llamó un funcionario del juzgado para citarme a declarar. Justo quería que fuera a declarar un día que yo estaba fuera de isla, eran mis vacaciones. El funcionario, y no me olvidaré nunca, me dijo: “¿Y a usted le parece normal irse de vacaciones después de haber puesto una denuncia?”.

Ese es el trato exquisito que tuve en el juzgado de violencia doméstica, de género, superfragilística o como se llame.

Tras camelarme a ese buen funcionario, me concedió hablar con el juez para posponer la declaración, por su gracia y obra.

Fui a declarar ante el juez, una secretaria judicial (creo que así se llaman) y el fiscal. Me hicieron varias preguntas relativas a los hechos, y algunas más subjetivas por parte del fiscal, de las que recuerdo especialmente una: “¿Por qué crees que este chico te está haciendo esto?”

En ese momento le hubiera respondido que mejor preguntárselo a él. No conocía, y no conozco a día de hoy, motivo alguno para acosar de esa manera a alguien. Sin embargo, no quería vacilarle al fiscal y le dije mi opinión: intentaba llamar mi atención a toda costa. Y eso era lo que me preocupaba: ahora que no podía llamarme ni escribirme, sentía que en cualquier momento lo tendría en la puerta de mi casa o de mi trabajo.

También me preguntaron si temía por mi seguridad, les dije que no. No temía por mi seguridad porque no le veía capaz de nada en el cara a cara. Mi imagen de él es la del chico llorando y cargado como un sherpa.

En cuanto a las pruebas, los mensajes, había que hacerlos constar oficialmente y, para ello, había que hablar con una señora cuya oficina estaba a escasos metros de la mesa donde me tomaban la declaración. Al hablar con ella quedé estupefacta del siglo en el que vivimos judicialmente. “Las capturas de pantalla no son pruebas”. Me vi en la situación de explicarle que cuando uno bloquea a alguien en FB deja de poder ver sus mensajes en la red. Y lo único que te queda son los pantallazos que continuamente me llagaban de amigos a mi móvil (mira tu ex lo que ha vuelto a decir…).

Finalmente se adjuntaron mis sms y mis whatsapp, pero no mis pantallazos. En fin, con eso era más que suficiente.

El juez, con todo eso, me dijo muy magnánimo que deseaba hablar con la otra parte (el demandado) antes de pedir la orden. No pude estar más de acuerdo, en realidad eso era lo único que yo quería, que alguien le explicase claro y conciso que eso que él estaba haciendo no se podía hacer. Y punto. No quería nada más.

Le di todos los datos que conocía de él: número de teléfono, DNI (lo tenía de algunos viajes que habíamos hecho juntos), domicilio y dirección y teléfono de donde trabajaba.

Los días siguientes fueron muy angustiosos.

Hay algo que creo que a mucha gente se le escapa: me llevó meses ir a la policía porque cuando lo haces tienes la posibilidad de que la situación, en lugar de mejorar, empeore. Y te asaltan muchas dudas, muchos escenarios hipotéticos. No me quiero imaginar cómo será para una persona que teme por su vida.

Al cabo de un tiempo me contactaron para decirme que no encontraban el susodicho, pregunté y resulta que lo estaban buscando en una vivienda en la que hacía años que no vivía ni él ni nadie. Les insistí en los datos que yo misma les había proporcionado. Su teléfono, su dirección, su trabajo. A todo esto me habían proporcionado un abogado de oficio que, a partir del tercer email, dejó de responderme.

Periódicamente me llamaba un policía, cada día uno diferente, para preguntarme cómo estaba la situación y si había empeorado en algún sentido, además de informarme de que no habían sido capaces de encontrar al demandado. La realidad es que, desde el día que puse la denuncia, este chico nunca más volvió a contactar conmigo. Cuanto más tiempo pasaba, más dudas tenía de si quitar la denuncia, si iba a ser peor el remedio que la enfermedad. Pero decidí firmemente no quitarla, y a día de hoy, si no está archivada, ahí sigue.

Hace un año y medio desde que la puse. Me encuentro a esta persona por la calle entre una vez al mes y una vez a la semana. Todos sabemos dónde trabaja, dónde vive, por dónde se mueve. Pero la policía no ha conseguido encontrarle.

He vivido numerosas situaciones en las que he tenido que irme de donde estuviera, por muy bien que me lo estuviera pasando, por estar esta persona en el mismo recinto (y verle las intenciones de liarla). Este verano pasado se me sentó a mi lado dispuesto a hablar conmigo con una amplia sonrisa en su cara. En cuanto lo vi salté como un resorte y me tuve que ir de un evento por el que había pagado 30€ de entrada.

Yo no sé si esto lo va a leer alguien, sí sé que hay muchas posibilidades de que la persona que lo lea se sienta identificada con la historia. He conocido muchos casos parecidos, de personas de toda índole y edad.

Desde luego habrá casos más o menos graves. Pero un año de acoso con amenazas explícitas, con humillaciones públicas y chantajes me parece grave. Y que un procedimiento no se pueda llegar a cerrar nunca porque la policía no da con un ciudadano para llevarlo ante un juez a declarar me parece grave.

Mi deseo es que no se banalice más el tema de las denuncias, que no se repitan mantras alejados de la realidad, como que una mujer denuncia amenazas que se inventa sin pruebas y tú, automáticamente, pasas la noche en el calabozo, como mínimo. Porque no es la realidad.

Critiquemos las leyes con solidaridad hacia las víctimas. Las víctimas no tienen culpa de las leyes que se promulgan y, muchas veces, esas leyes tampoco están dotadas de herramientas para llevarse a cabo.

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Salvapatrias por carta

Como militar carcamal firmante de la carta mandada al rey pidiendo que saque los tanques a la calle para acabar con los rojos, creo que es necesario explicar nuestro punto de vista.

La mayoría de nosotros nacimos con el carguito debajo del brazo, por ser hijos de los sublevados que llevaron a Franco a la victoria. Hace 81 años de ese golpe militar, así que ninguno tuvimos la oportunidad de participar en ninguna batalla (porque ninguno sobrepasamos los 100 años de edad). Es una pena que llevamos con gran pesar, no poder haber colaborado para mayor gloria del estado español.

Eso no quiere decir que no hayamos conocido la guerra de primera mano. Algunos hemos participado en las guerra de los Balcanes, la guerra de Irak o la de Afganistán desde nuestros acolchados asientos en nuestras oficinas climatizadas. Esfuerzo que fue recompensado con medallas, insignias y palmaditas en la espalda.

Lo que sí vivimos de lleno han sido los gloriosos tiempos de la posguerra y el franquismo, donde podíamos mandar lo que quisiéramos y que nos obedecieran sin rechistar. Eso es lo que necesita España, mano dura. Soldados de un servicio militar obligatorio que se veían forzados a trabajar gratis cuidando de nuestros hijos como si fuesen niñeras, como peones y jardineros en nuestros chalets, como asistentes personales de nuestras esposas (el pobre Coronel Martínez, debido a eso tiene que agacharse al entrar por las puertas), etc. Ayudábamos a los jóvenes a que cogieran experiencia, como aquel chaval con conocimientos de electrónica que se pasó la mili arreglando vídeos VHS y televisores de los altos cargos. En los 80, en plena democracia.

Ah, aquellos si que eran buenos tiempos. Cuando mandabas algo a un chavalín de 18 años que no había salido de su pueblo y no se había visto en otra más gorda, y si no te obedecía, le pegabas dos hostias bien dadas y lo mandabas 10 días al calabozo. ¡Lo convertíamos en un hombre! No como ahora, que si le mandas a un militar profesional hacer algo que no entra dentro de sus funciones, te la puede liar gorda. Y más como te haya grabado con el móvil.

Buenos tiempos donde había machos ibéricos de pelo en pecho. Ahora esto está lleno de moros y negros. La hija de la vecina del tercero, con lo guapa que es, está saliendo con un negro. Cuando los vemos juntos, los ojos se nos inyectan de sangre, pensando que esa chica la morcilla que se come no es española, de Burgos.

Y el gobierno está lleno de rojos. El mismo PSOE rojo de los últimos 42 años. Bueno, están los piojosos de Podemos, que quieren que la gente tenga una paguita para tener una vida digna sin trabajar. Y que los que trabajen lo hagan sólamente 4 días a la semana, ¡como si fuesen generales! Nunca debieron dejar entrar en el hemiciclo a nadie que no llevase el rapado militar.

Y los independentistas amenazan la integridad del territorio español. Ese territorio español que ha ido menguando como mínimo en los últimos 200 años. Qué cabrones estos vascos, que les pedimos que abandonaran la lucha armada y entraran en el juego de la política democrática para conseguir sus inquietudes, y van y lo hacen. ¡Van a romper España!

Pero los peores son los catalanes. Jordi Pujol se lo llevaba muerto, pero nos hacía el juego. No como los que hay ahora, que se lo llevan muerto igualmente pero traicionando al estado español.

Los símbolos de la patria también están en peligro y son constantemente atacados. Esa bandera rojigualda constitucional ya no impone respeto. Pedimos que vuelva a ondear en ella el águila imperial.

Disculpen que no salvemos la patria por tweeter y lo hagamos por carta, pero no dominamos las nuevas tecnologías con soltura.

¡Viva España! ¡Y viva Franco!

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Menéame es un nido de rojos

¿Qué le vamos a hacer? Eso lo saben fuera y lo sabemos dentro. Esta comunidad tiene una ideología que posiblemente venga de sus primeros días: era un agregador de noticias relacionadas con la ciencia y la tecnología donde accedíamos principalmente gente joven (los únicos que usábamos Internet a diario entonces). Además, me atrevería a decir que muchos éramos estudiantes universitarios (de carreras de ciencias e ingenierías). Y parece ser que ese grupo de población (universitarios nerds interesados en la ciencia y la tecnología) pues éramos un poco de izquierdas. O puede que el corte ideológico no provenga de ahí, pero eso ahora da igual.

El otro día apreció en portada un artículo que a mi me pareció un poco truculento por los comentarios: www.meneame.net/story/meneame-tu-tambien. Era de un meneante quejándose de que había grupos de usuarios intentando cambiar la orientación ideológica de Menéame. Las respuestas más votadas me parecieron bastante siniestras, en general diciendo cosas del estilo de "aquí se viene mamado y llorado de casa". Por cierto, que aquí se podrá venir como a uno le de la gana ¿no? ¿Por qué hay que venir mamado y llorado para no tener que llamar a buambulancia? ¿Porque lo digas tú? Eso sin contar con que lloriquear por los lloriqueos, también es lloriquear.

Pero bueno, dejando también eso de lado, seguramente muchas de las respuestas eran de usuarios honestos que daban su opinión, algunos, como de costumbre, de una forma tosca y sin tacto porque no tienen que enfrentarse al interlocutor cara a cara (ya sabéis qué tipo de gente son en la vida real y por qué tienen la necesidad de desquitarse en Internet).

Pero obviando también ese detalle, otros tantos comentarios provenían de ese grupo que tiene por objetivo deshabilitar un foro de opinión con un sesgo ideológico concreto, que es el que tiene Menéame. Y es que en poco más de un año, hay elecciones y en estos momentos nadie sabe qué va a pasar: la situación económica internacional podría seguir deteriorándose y el gobierno podría seguir dando pasos torpes para amortiguar la caída, o los problemas se podrían acabar revirtiendo por unas razones u otras.

Y son unas elecciones en las que se decide mucho, porque en un gobierno bipartito como el actual, el mamoneo se complica ya que los unos se vigilan a los otros. Y no dudéis en que hay muchos deseando que esa "vigilancia" desaparezca para ejercer presión desde el poder que le otorga su estatus económico. Un estatus económico, por cierto, que les permite tener a sueldo a personas para "anular" ciertos foros de debate y que la abstención ayude a alcanzar sus objetivos.

Yo no soy de ningún partido. Soy de mis ideas. Y hay ciertos partidos que representan mis ideas en mayor o menor medida y por eso voto a unos u otros en función de cómo vea el percal. Hay otros partidos que no las representan y no los votaría nunca. Y esto es importante. Alguien muy liberal en lo económico y muy conservador en lo social me puede dar argumentos incontestables sobre sus ideas, que es prácticamente imposible que me convenza para que vote al PP. Es posible que me haga cambiar de opinión en ciertas cosas. Es posible que me haga ver que ciertos conceptos los tenía equivocados. Pero mis ideas de base no las va a cambiar.

Me considero socialdemócrata y el PSOE, hasta hace una década, consideraba que representaba algunas de las ideas que defiendo. En lo económico, creo en la economía de mercado y también creo que debe haber una fuerte intervención por parte del Estado para evitar que la riqueza se concentre en unos pocos entes e individuos, dando además la cobertura social suficiente para que todos partamos con unos mínimos que nos den la oportunidad de salir adelante. Además me considero progresista en lo social.

Me siento cómodo en Meneame. Me siento cómodo escuchando al Wyoming a Julia Otero, a Iñaki Gabilondo, grabaciones de la Vida Moderna o Julio Anguita, entre otros muchos. Y eso no es porque quiera estar en una cámara de eco desde la que sólo quiero escuchar sólo opiniones favorables a la mía. Es porque son ideológicamente afines a mi y desde esa afinidad, se alaba y se critica lo que hacen partidos y gobiernos que defienden algunas de las ideas que defiendo yo. Además, todos ellos dicen cosas en las que no estoy en absoluto de acuerdo, lo cual siempre resulta enriquecedor.

Pero que me venga un economista como Juan Ramón Rallo a decirme lo maravilloso que es el libre mercado, me resulta irrelevante, simplemente porque no creo en lo que él defiende. Lo leo, lo entiendo, aprendo y a veces podría llegar a, quizás, hacerme ver que algunas medidas políticas que consideraba correctas, puede que no lo sean tanto (de momento no ha pasado). Me resulta irrelevante porque no comparto su visión del mundo y estoy en contra de lo que él defiende. Él no critica al gobierno porque considere que lo que hace, dentro de la ideología del gobierno, esté mal. Lo critica porque no es afín a la ideología del gobierno y las críticas van a venir sí o sí aunque las medidas del gobierno estén solucionando problemas de una forma efectiva (pero no como a él le gustaría). Me resulta irrelevante porque las soluciones que se ofrecen desde el liberalismo económico para reducir el déficit (recortar gasto social), dinamizar la economía (bajar impuestos a empresas), etc, para mi, no son soluciones.

Yo no entro en Menéame buscando pluralidad ideológica. Si quiero pluralidad, me meto en Meneame, veo las noticias de TVE y luego estoy un rato leyendo Libertad Digital. Pero ese es mi problema. No quiero que venga nadie a solucionármelo "intentando que Meneame sea un lugar más plural ideológicamente". Si eres de derechas y no te sientes a gusto en Menéame, no intentes cambiarlo. Sencillamente, no entres, de la misma forma que yo no entro en Forocoches.

Hace muchos años, cuando todavía existía el bipartidismo, conocía a más de uno que decía que unas veces votaba al PP y otras al PSOE. Sinceramente, no me creo que alguien mínimamente interesado en el política puede hacer tal cosa. O defiendes una sanidad pública potente, o defiendes la privatización de la sanidad (puede que el PSOE no sea de izquierdas, pero nunca lo he escuchando defendiendo la sanidad privada). Son dos modelos incompatibles y no es posible ir cambiándolos en cada legislatura. Las ideas de base de la socialdemocracia son incompatibles con las del liberalismo y viceversa. No es posible la alternancia. O se elige un modelo, o se elige el otro.

Y por eso me siendo cómodo aquí, porque la mayoría quiere construir un mundo parecido al que quiero yo. Y cuando se critica a la izquierda, se hace con mentalidad de izquierdas. ¿Quieres criticar las políticas de los partidos de izquierda? Me parece razonable decir que se centran demasiado en las políticas de género en comparación con los problemas del currante de a pié, independientemente de que esté o no de acuerdo con esa crítica. En cambio, no me parece razonable decir que si en vez de subir el SMI, se hubiera eliminado, en España no habría paro. Porque con esto último no estás criticando a los partidos, sino a las ideas. Y como he dicho antes, mis ideas de base son inamovibles y eso significa que jamás estaré de acuerdo con la precariedad laboral aunque eso ayude a reducir el paro.

Por eso quiero que Meneame siga siendo un nido de rojos y perroflautas piojosos que sigan defendiendo algunas de las ideas que yo defiendo. Y que sigan criticando a los partidos de izquierda desde un punto de vista izquierdista. Eso no es querer estar en una cámara de eco. Eso no es no querer escuchar críticas y leer siempre a gente que está de acuerdo conmigo (quiero y necesito escuchar críticas a las políticas de los partidos a los que voto). Y por supuesto, esto no tiene nada que ver con la polarización que ha venido sucediendo en los últimos tiempos con las redes sociales, donde se pretende cambiar la opinión de los electores a base de manipulaciones y mentiras. Porque aquí hay quien manipula y miente. Pero también hay quien dice "no mientas y no manipules". Y, desde luego, no puede faltar el sentido crítico, que es lo que les falta a todos aquellos que "antes votaban a Podemos pero ahora votan a Vox". Porque esta comunidad es imperfecta y a veces se cuelan cosas que no deberían salir pero a pesar de ello, sigue siendo bastante potable.

Sé que con esta entrada, me van a llover hostias por todas partes pero me da igual. La escribo para intentar dar un empujón a la idea de que, con la excusa de la pluralidad ideológica, el discurso medio de Meneame no puede acabar escorándose a la derecha.

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El mal periodismo

El mal periodismo

No por estar acostumbrados a verlo diariamente tenemos que pasarlo por alto. El mal periodismo está ahí, presente día tras día, y hace ensombrecer y pasar vergüenza a los buenos profesionales de un sector que, debido al impacto que tienen en la sociedad, debería de estar mucho más fiscalizado por el público general y también por parte de su propio gremio.

(1) La entrevista “incisiva”.

Para ilustrar este mal periodismo me sirvo en este artículo de un ejemplo, en mi opinión, paradigmático. Se trata de una entrevista reciente que he podido ver en el programa Salvados, realizada por el periodista Gonzo a Pablo Iglesias el pasado domingo 17 de Enero.

  • Imagen: Pablo Iglesias y Gonzo en Salvados. La Sexta. *autor desconocido*

Entendemos que un programa de esta categoría cuenta con un equipo grande que lo prepara, pero la cara visible es, al final, quien rinde cuentas del resultado, para lo bueno y para lo malo. No es mi intención desmerecer la trayectoria profesional del periodista Gonzo, sino la de denunciar la mala praxis profesional en esta entrevista en particular, y por extensión al editor del medio y a los periodistas que actúan de la misma manera. No hablaré del fondo de las cuestiones políticas planteadas, que es material para otro artículo, sino de la forma o el formato informativo.

El propio tono de la entrevista ya evindenciaba que no pretendía ser honesta, por lo que explicaré más adelante. Esto, creo, es la clave de todo. Un tratamiento informativo debe ser transparente con el público y apelar a su inteligencia.

En dicho encuentro, había una camaradería y un tono cercano con el entrevistado al principio que invitaba a un acercamiento. Esto contrastaba después con un trato formal, serio y sensiblemente agresivo, siguiendo un guion preestablecido que pretendía arrancar titulares que respaldasen un relato predefinido por la opinión o línea editorial del medio. Hay una actitud estudiada por parte del entrevistador para dar a entender que está siendo crítico, duro, incisivo. Un estilo "Anapastoresco", diría yo, o de periodismo mal entendido.

- Refutar las tesis del entrevistador.

Esto no es algo exclusivo de las entrevistas a Iglesias. Lo vemos constantemente y lo hemos visto en el pasado con otros líderes políticos de la derecha o de cualquier otro signo político. La idea es simple: se trata de crear preguntas correspondientes a un relato que el entrevistador intenta sobreponer a cualquier respuesta del interlocutor, para así reafirmar sus tesis y no dejar que las respuestas tengan recorrido. O bien la respuesta tiene que ser una defensa ante un argumento falaz o bien tiene que diluirse para que resuene por encima el relato que se quiere imponer. En definitiva, no se trata de preguntas sino de una argumentación contraria.

El problema viene cuando la respuesta no es la esperada, o escapa a la lógica del entrevistador, entonces comienzan las repreguntas, un poco más agresivas, hasta convertir la pequeña “bronca” en la pregunta en sí, y desviar la atención de la respuesta. Hay entonces que pasar página.

- Falacias de todo pelaje.

Una falacia es, por definición, un engaño, fraude o mentira. Y aquí es donde entra el problema de la honestidad. En esta entrevista, las preguntas están escritas en torno a falsedades, por lo tanto es necesario desmontar las mentiras antes de contestar. Esto resulta tedioso para el entrevistado y molesto para el público. Este tipo de preguntas alteran al espectador atento pero son efectivas y generan el efecto deseado sobre un espectador despistado.

El arsenal discursivo falaz es variado, se esgrime la falacia de autoridad, la falacia circular, la falacia del hombre de paja y un montón de sutiles tretas para dirigir el relato y desvirtuar la respuesta del interlocutor. Los periodistas están hartos de ver estos recursos discursivos en las respuestas de los políticos, pero esa no es razón para utilizarlas en su contra, puesto que deshonra el mensaje y acaba por desautorizar al emisor.

Gonzo, en este caso, parte innumerables veces de premisas falsas (a sabiendas) para dar por válidos argumentos que sean favorables a su relato. Sólo pondré un ejemplo, porque ocurre en muchas de las preguntas. En una de ellas, Gonzo equipara el acoso neonazi a la casa de Iglesias durante meses con las escraches de la PAH. Él sabe que lo que ocurre en la casa de Iglesias no es un escrache (invito a los lectores a que indaguen en las definiciones y la historia de este tipo de protesta).

Al definirlo como tal incurre aposta en una falsedad. Eso no solo obliga a Iglesias a redefinirlo, sino que tal afirmación crea un relato peligroso: blanquea a la extrema derecha y degrada la protesta real de la PAH. Pero continúa; para reforzar su argumento utiliza una declaración antigua de Jiménez Losantos como autoridad competente para criticar una supuesta contradicción moral de Iglesias. Todo ello para “poner en evidencia” al entrevistado.

Esto no es un problema de opinión, es un problema de información. Cuando se utiliza una falacia de este tipo se está faltando al primer punto del código deontológico periodístico: el respeto a la verdad.

Tenemos que tener presente que tanto si el entrevistado nos resulta despreciable a los espectadores como si nos despierta simpatías, la labor del periodista debe ser siempre adecuada y respetuosa con la ética profesional. Cada periodista debe darle el enfoque que crea conveniente a una entrevista, porque eso es lo deseable. El enfoque es determinante para centrar la atención en lo que el periodista, y por supuesto de da cara al interés público, cree que es lo importante.

Pero para destacar lo importante no se pueden inventar hechos o manipularlos para construir relatos afines a una opinión. Porque esto tiene un impacto y una repercusión enorme en un medio de comunicación con un altavoz tan poderoso (este programa en particular tuvo un pico de audiencia de 1,78 millones de espectadores, uno de los más vistos hasta la fecha).

(2) El descrédito de la prensa.

Aunque nos parezca banal o anecdótico, el fondo de esta entrevista (una de tantas) es tremendamente preocupante.

El auge de Trump en EE.UU. En 2016, la campaña del Brexit o el rápido crecimiento de la extrema derecha en España se sustenta en una gran medida en el descrédito de la prensa “oficial”.

Esto que señalo en este artículo no es algo que perciban “unos pocos”. Cualquier persona crítica y mínimamente politizada (en un sentido amplio) o interesada en el debate público, es capaz de verlo y de indignarse, porque este tratamiento informativo insulta a la inteligencia y al sentido común.

Cuando los seguidores de Abascal lo perciben en las entrevistas que le hacen en los medios “de izquierdas”, por ejemplo, sus seguidores se enfurecen. La campaña de Donald Trump en 2016 se basó en despreciar las ruedas de prensa, en desprestigiar a los medios de comunicación, en señalar a periodistas. Algo que le dio alas para generalizar peligrosamente, creando una enmienda a la totalidad que acabaría por convencer a millones de personas de que no pueden creer ni confiar en nadie que venga de los medios de comunicación mainstream.

El periodismo está tan denostado que todos los que tengan rabia interior y sientan que les están tomando el pelo tenderán a despreciar a la prensa y a los periodistas y se guiarán por medios alternativos que pueden ser panfletarios, o por redes de comunicación sociales más cerradas y parciales que acaban desembocando en la creación de noticias afines a sectores específicos, que buscan desacreditar al contrario y polarizar opiniones.

En definitiva, es importante estar bien alerta y denunciar vivamente estas prácticas como sociedad crítica en cada ocasión que podamos, puesto que no es un asunto menor. Cuando se denuncia esto, hay un corporativismo muy fuerte por parte de estos mismos medios de información, que cierran filas para defender la labor de los periodistas y “la libertad de prensa”. Pero debemos mantener nuestra crítica fuerte precisamente para defender la labor y el buen hacer de los buenos periodistas, y animar a estos a también alzar su voz en defensa de su imprescindible profesión.

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El sesgo del poder

El sesgo del poder

Procura responder con sinceridad a estas preguntas, por extrañas que puedan parecerte:

¿Escogerías a un abogado que se sacó la mitad de su carrera de Derecho en 6 meses para llevar tu demanda de divorcio?

¿Qué dirías a un amigo que, en una barra de bar, te acusa de vivir del Estado porque llevas dos años sin encontrar trabajo, mientras él trabaja en una fundación pública sin actividad conocida y cobrando un pastizal?

¿Contratarías a una persona cuya única experiencia es ser Comunnity Manager de un perro? ¿Serías amigo de alguien que se paseaba por un barrio céntrico de Madrid atropellando coches con su Mercedes, triplicando la tasa de alcoholemia?

¿Escogerías como gestor de tus cuentas a alguien que usó el dinero que una comunidad destinaba a las ONGs para hacer sobornos?

¿Contratarías los servicios de un arquitecto que realmente no tiene título o de un registrador de la propiedad que estuvo 10 años cobrando sobornos en negro? ¿Qué pensarías de alguien que critica con fiereza la corrupción y luego se marcha a trabajar a ese lugar donde se comete?

¿Tendrías una relación con una persona que plagió su tesis doctoral? ¿Dejarías dinero a alguien que roba cremas en un supermercado? ¿Qué pensarías de tu abuela si atropellase a un policía por las calles de tu ciudad y se diese a la fuga? (bueno, mejor olvida esa última)

Son varios los filósofos y sociólogos que han hablado del "sesgo del poder". Permitimos cosas inauditas a aquellos que manejan nuestras vidas de forma definitiva a través de la política, cosas que jamás toleraríamos a las personas que más amamos: un amigo, una madre, nuestra pareja. Este sesgo obedece al progresivo derrumbamiento de uno de los pilares esenciales de la educación: el desarrollo de la capacidad crítica. La ideología y la escala de valores pasan a un segundo plano cuando, ya no importa querer tener una vida y un futuro mejor, sino tener la razón.

Rompemos relaciones familiares o amorosas por cuestiones menos graves que las que cometen cualquiera de los que nos gobiernan. Es como si hubiésemos desarrollado una turbia cortina de indiferencia y aceptación frente a aquellos que manejan los resortes más esenciales de nuestras vidas.

La política de este nuevo siglo ha fortificado y elevado más que nunca sus torres de marfil en la que transcurren series de ficción protagonizadas por personajes más delirantes que nunca. Ficciones que son, desgraciadamente, muy reales y en las que tomamos partido por personajes por el solo hecho de que nos caen bien o porque nos identificamos con ellos.

Nos reímos con las coñitas en el Parlamento, hacemos chistes de corrupción, convertimos los muertos en bandera y, progresivamente y casi sin darnos cuenta, aceptamos barbaridades a los que nos dirigen que tan solo hace 10 años serían impensables. El nuevo fascismo ha entendido esto a la perfección. También el neoliberalismo.

Nos indignamos más por el final de Juego de Tronos que por las andanzas de esta panda de mediocres que firman los presupuestos y leyes que acotan nuestra existencia o que construyen el execrable porvenir que padecerán nuestros hijos y nietos.

No sé si tenemos los políticos que nos merecemos (a derecha e izquierda), pero si tengo algo claro: tenemos los políticos que nuestra indiferencia e hipocresía se merecen.

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Felpudo Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia

Felpudo Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia

La corrupción, el puterío,las infidelidades, la sociopatía, los sueldos desproporcionados, los viajes de lujo en mitad de la crisis...mira que había motivos para pedir el fin de la monarquía y hoy decenas de miles de derechistas la han reclamado porque Felipe VI hace lo que no le queda más remedio hacer. Lo hemos escuchado en COPE, lo hemos visto en Twitter (donde Felpudo VI ha sido TT), lo hemos visto en algunos influencers asociados a VOX y al PP...

Causa estupor y muchísimas risas ver a aquellos que se manifestaban hace una semana en defensa de la Constitución por los barrios pijos de Madrid, pedir ahora la cabeza del Rey porque este no ha dado un golpe de Estado y ha cumplido el mandado de la Constitución.

La Casa Real haría bien en reflexionar sobre la deriva derechista de la institución, catalizada estos últimos años por Felipe VI, más que nada cuando esos que has creído tus más fieles seguidores, solo te consideran una marioneta a su servicio, un sucedáneo de esa neblina de franquismo que no termina de irse de este puto país y más aún cuando ya no das ni el pego como símbolo de ese régimen del 78 que solo sirve para vender anuarios de El País, alimentar a las momias insaciables de la Movida Madrileña y seguir haciendo documentales y libros con ese relato del 23F que la mitad de los españoles ya sabe falso y la otra mitad confunde con un conservante alimentario.

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El espejo de lo que somos

Yo no sé de qué hablan en la tele cuando hablan de coronavirus. Llevo ocho meses con la boca abierta. Discuten sobre las decisiones de los políticos constantemente, como si fueran importantes. Ratios. Índices. Criterios. Luego bajas a tirar la basura, y ves los bares a reventar. Subes a casa, y ahí siguen. Hablando de qué administración es responsable de que los números suban. 

Y es que hay un debate ausente en los medios, que es a la vez económico, sanitario y moral, un debate de Estado: el comportamiento ciudadano durante esta pandemia. 

Y es que el coronavirus es poético. Porque en su naturaleza perniciosa, esconde un interesante dilema moral: los jóvenes y fuertes la transmiten, pero son los viejos y débiles los que mueren. Por lo tanto, la responsabilidad de que los viejos y débiles no mueran, recae en los jóvenes y fuertes. Un pequeño sacrificio, seis meses de moderación, que el virus circule lo menos posible para salvarles a ellos, y que de paso, la economía siga funcionando. ¿Y cúal ha sido la heroíca decisión de los jóvenes y fuertes? ¿Cúal ha sido la decisión de todas esas personas sanas que no van a morir de coronavirus, pero van a transmitirlo? El bar.

Pero seguimos obviando el tema. Jorge Bustos ha humillado hoy a Fermando Simón en Al Rojo Vivo, porque éste osó ayer a decir, por fin, que qué pasaba con las fiestas. Simultáneamente, por WhatsApp me excusaba, avergonzado, por no querer acudir a la fiesta sorpresa de cumpleaños que le están montando a una amiga este sábado. Y somos cuarentañeros, y muy de izquierdas. Muy solidarios. Ha sido un momento maravilloso.

Echamos la culpa a los políticos de que la gente esté de pedo. Ellos a su manera también son patéticos. Se han equivocado los que gobernaban. Los de la oposición, han usado la pandemia para intentar llegar al gobierno. Inútiles y psicópatas. Pero peor aún, ninguno ha tenido el carácter churchiliano para decir “hijos de puta, dejad de beber diez minutos”(ya sé, Churchill, precisamente, un borracho). Todos son futuros votantes, potenciales subscriptores a nuestro medio digital afín, y hay que cuidarlos. 

Esto es especialmente doloroso con la gente joven. La generación más conciénciala de la historia, la que lucha contra todo tipo de discriminación. La generación de Gretha Thunderg, que asegura que va a salvar el planeta. La de la cosmética vegana y el Rebel Whopper. La que lucha contra el bulling, la homofobia y la transfobia. La feminista. La generación que nos lleva sermoneando años, ironías del destino, ha tenido la oportunidad de probar su valía. Y han probado lo que muchos ya sospechábamos: las cañitas no se sacrifican por nada. Ni por los más débiles. 

Ayer me mandaron esta mierda de artículo de El Salto Diario, que me dejó perplejo. Según ellos, la pandemia ha demostrado que el sistema ha fallado. ¡Coño! ¡Pero si el sistema es lo único que no ha fallado! Los políticos se han equivocado constantemente, y las personas solo han respondido a las acciones totalitarias, poniendo muy en duda que esto de la democracia sea algo que surge de forma natural. 

El sistema, sin embargo, se ha mostrado robusto. Los alimentos no han faltado en los supermercados. No ha habido subidas de precios. No ha habido cortes de luz, ni de agua. La teoría suponía que un mundo globalizado, una crisis semejante podría haber ocasionado, como mínimo, inflación. Pues no. La gasolina no ha subido. La luz no se ha cortado. El agua salía de los grifos. La fruta estaba fresca en las baldas del supermercado, al precio de siempre. Yo no sé en qué mundo vive esta gente. 

Porque solo ese sistema del que se queja El Salto, que ha conseguido producir cuatro vacunas en diez meses, va a salvarnos. Sin ese hito de la historia de la humanidad, nos resignaríamos a vivir en un país en el que 400 viejos mueren al día, hasta que no queden más. Porque el terraceo es sagrado, y es mejor heredar cuanto antes. Que se jodan los viejos que mueren solos en una habitación con un tubo en la garganta. 

Solo ha habido un punto a favor de Rousseau en esta pandemia: el comportamiento de los niños, que no tienen ni piojos. En cuanto llega la pubertad, no obstante, gana Hobbes por goleada. 

Esta pandemia ha cambiado mi misión del mundo. Qué me estás contando colega. La izquierda. La solidaridad. La compasión. El patriarcado. Llegado el momento, ni siquiera puedes hacer el esfuerzo de no ir al bar. Esta pandemia es el espejo de lo que somos. Y ese espejo está sucio. Sucio y roto. 

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Sobre la publicidad de Menéame

No sé si os pasa a todos pero la publicidad que me aparece últimamente en la página es cada vez más desagradable y los banners son enormes.

Hay unos anuncios para engañar a incautos con un medio para hacerse ricos invirtiendo en criptomonedas que usa fotos de Risto, futbolistas famosos y demás y que es toda una falta de respeto al usuario medio, luego están los de amigos/as con derechos y otros de magufadas varias.

Si, ya sé que estarán basados en mi perfil de navegación pero no sé de donde sacan que puedo picar en un timo o en una web de contactos o querer conocer el secreto de una tía buena que hace yoga.

De verdad que si hubiese un menéame premium estaría dispuesto a pagar algo por no tener que soportar esos insultos a mi inteligencia que me ponen como anuncios.

Ea, ya lo he dicho.

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Imagínate por un momento que hubieras nacido en el año 1900

Imagínate por un momento que hubieras nacido en el año 1900

Imagínate por un momento que hubieras nacido en el año 1900.

Cuando tienes 14 años, comienza la Primera Guerra Mundial, y termina cuando tienes 18, con un saldo de 22 millones de muertos.

Poco después aparece una pandemia mundial, la gripe española, que mata 50 millones de personas. Y tú estás vivo y con 20 años.

Cuando tienes 29 años, sobrevives a la crisis económica mundial, que comenzó con el derrumbe de la Bolsa de Nueva York, y ocasionó inflación, desempleo y hambre.

Cuando tienes 33 años, los nazis llegan al poder.

Cuando tienes 36 años comienza la Guerra Civil Española y termina cuando tienes 39 años. Cuando tienes 39 años, comienza la Segunda Guerra Mundial, y termina cuando tienes 45 años, con un saldo de 60 millones de muertos. En el Holocausto mueren 6 millones de judíos.

Cuando tienes 52 años comienza la guerra de Corea. Cuando tienes 64 años, comienza la guerra de Vietnam y termina cuando tienes 75 años.

Un niño que nace en 1985 piensa que sus abuelos no tienen la menor idea de lo difícil que es la vida, pero estos abuelos han sobrevivido a varias guerras y catástrofes.

Hoy nos encontramos con todas las comodidades en un mundo nuevo, en medio de una nueva pandemia. La gente se queja porque, por varias semanas, se han de quedar confinados en su casa. Pero tienen electricidad, teléfono, comida, agua caliente y un techo seguro sobre sus cabezas. Nada de eso existía en otros tiempos.

Sin embargo, la humanidad sobrevivió a estas circunstancias y nunca perdió su alegría de vivir.

Hoy nos quejamos porque tenemos que usar mascarillas para entrar en los supermercados. Un pequeño cambio en nuestra perspectiva puede obrar milagros. Vamos a agradecer tú y yo que estamos vivos, y haremos todo lo necesario para protegernos y ayudarnos mutuamente.

Autor desconocido.

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"No sabéis lo que os estáis perdiendo"

"No sabéis lo que os estáis perdiendo"

De niños y jóvenes, sucede a menudo que no sabemos que somos felices cuando lo estamos siendo. Es una sensación que analizamos y valoramos en retrospectiva, sobre todo cuando ya han pasado muchos años.

Delibes decía que hay dos formas de madurar: aprendiendo a ser conscientes instantáneos de nuestra felicidad o aprendiendo a saber qué es lo que nos puede hacer infelices. Solemos escoger la segunda, porque tenemos más miedo al dolor que amor a la alegría.

Eso nos lleva a que, conforme nos vamos haciendo mayores, nos convirtamos en máquinas juiciosas y sensatas de recordar o de proyectar, más pendientes de aquello que hicimos o de lo que haremos, que de lo que podemos hacer ahora.

No hablo de ese "vivir el momento presente" del mindfulness, una pseudociencia peligrosa, cuya principal conclusión es que la causa subyacente de la insatisfacción y la angustia está en nuestra cabeza. No, no hablo de esa mierda magufa posmoderna. Sino de nuestra tendencia a vivir de momentos que ocurrieron y se quedaron para siempre, a volver a ellos de forma constante. Y de esa manía que nos lleva a volverlos a buscar en el futuro, sino idénticos, muy similares (algo muy común en las relaciones amorosas). Extrañamos, melancólicos, el pasado. Proyectamos, ansiosos, el mañana. El hoy se vuelve un fastidio.

Y no, no soy partidario de esa publicitaria idea del tempus fugit a la que se acogen muchas personas que confunden inmadurez y egoísmo con valentía y autenticidad. Hablo de algo más sencillo: de que no nos paramos a pensar qué es la felicidad o al menos, cuales son los caminos que nos llevan a ella.

Gramsci decía que uno de los pocos espacios de libertad que ha dejado el capitalismo al ser humano es su concepto de la felicidad. Una idea profundamente personal que debemos defender a capa y espada. Hoy en día, ese último reducto de libertad, de autenticidad, está siendo profundamente atacado por la sociedad de consumo. Vivimos en un estado narcótico, propiciado por la prisa de los días y el estrés. Creamos escenarios idílicos para que “la felicidad” llegue de forma rápida e instantánea, acotada por las vacaciones u ocasiones especiales, nos adaptamos o incluso deseamos entornos que no son dados, vendidos, impuestos sutilmente, pero que, realmente, no son nuestros.

Viajes que todo el mundo emprende, planes que todo el mundo hace, experiencias gastronómicas que todo el mundo prueba, películas que todo el mundo ve, celebraciones que todo el mundo festeja, parejas que todo el mundo escogería, canciones que todo el mundo bailaría. Hoy, todas las ideas de felicidad siempre acaban en una tienda.

Pero si me pongo a pensar en los momentos más felices de mi vida, ninguno cumple con esos estándares clásicos que todos conocemos. Fueron chispazos que llegaron de forma absurda, cuando menos me lo esperaba, en lugares que jamás podría imaginar. Y en cambio, no recuerdo la mayoría de esos instantes o hitos vitales en los que se suponía que debía ser más feliz. No recuerdo mi graduación, ni mi primer beso. Tampoco recuerdo bien la primera vez que vi el Caribe o que viajé en avión, ni el día que terminé mi carrera o mi primer polvo. No me he casado y tampoco quiero. Supongo que tener un hijo será maravilloso, pero creo que hay cosas muchísimo más hermosas y memorables que vivir con tu hijo que su nacimiento, o al menos eso espero.

Puedo llegar a entender que el momento más feliz de la vida de mucha gente sea su boda o su graduación. Pero creo que esa gente no está siendo sincera consigo misma. ¿De verdad puede ser una boda, estresante, preparada, estandarizada, más feliz que ese, tal vez, estúpido, inesperado y maravilloso momento en el que descubriste que era esa la persona con la que querías estar sin ningún género de duda?

Uno de los momentos más felices de mi vida ocurrió después de una catástrofe. Estaba con mis padres y mi hermana, viendo la tele en el salón. Una noche cualquiera. Días antes habíamos estado a punto de morir en un accidente de coche. Estábamos todos bien. Tranquilos. Recuerdo ese momento como una experiencia amniótica y vuelvo a ella muchas veces cuando estoy nervioso o no me van bien las cosas. Otro momento que recuerdo es de hace pocos años. Había muerto mi abuelo y de la tristeza inicial, pasamos a cierta alegría mientras lo recordábamos y luego a la risa. Fueron dos días maravillosos, cálidos. Incluso su entierro lo fue. Extrañamente reconfortante, pleno, sencillo, feliz. Dudo que haya alguien en mi familia, ni una sola persona, que pueda definir ese momento como uno de los más felices de su vida. La felicidad es extraña. Y en el momento que deje de ser extraña, en el momento en que tengamos que darle constantemente al botón de rebobinado o al de avance, es que hay algo que estamos haciendo mal.

Ayer, leí una frase maravillosa que la afición del Nápoles escribió en la tapia del cementerio de la ciudad cuando conseguía sus dos primeros títulos con Maradona en sus filas: “No sabéis lo que os estáis perdiendo” y la lúcida reflexión que el portero argentino Vivalda hizo sobre aquel pintoresco acto de vandalismo: “La felicidad puede ser o no ser. Puede ser mucha o ser poca. Eso, en realidad, no importa. Lo único que importa es que sea nuestra. El día que deje de serlo, será mejor dejarlo todo y decir adiós”.

Dudo que Vivalda leyese a Gramsci, lo que sí sé es que se tomó su reflexión al pie de la letra y dijo adiós en 1994 arrojándose a un tren en marcha en Mitre (Argentina), acuciado por un presente del que no era dueño, con graves problemas económicos y una fuerte depresión. En su casa, la policía encontró una escueta notita de despedida: “Fui feliz. Y tal vez lo podría ser algún día. Pero hace ya demasiado tiempo que la felicidad ha dejado de depender de mi y cada día presente es una tortura, así que lo mejor es irse. Adiós y lo siento”.

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La palabra "Murciano" es un anagrama de "Mu rancio"

Pues eso, con Murciano se puede formar las palabras Mu rancio.

 

PD: Sacadme de la nueva web de Menéame, quiero volver a la rancia.

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Correlación Petróleo - Gasolina  ¿Nos están estafando?

Correlación Petróleo - Gasolina ¿Nos están estafando?

No entiendo muy bien los niveles de precio de gasolina y diesel que tenemos ahora (en 2008 con el barril de pétroleo más caro era un 25% inferior), así que bienvenidas sean las opiniones fundamentadas.

Escribo estas líneas para ver si así lo veo más claro, críticas bienvenidas :)

Putin dispara el gas y el petróleo. Máximos en diésel y gasolina

Radiografía del aumento del precio de la gasolina - Newtral

hace 5 días — La guerra contra Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia han impulsado el precio del combustible a niveles máximos.

En Marzo ha pasado de 1,63 a 1,86 en dos semanas:

Entonces, si esto se debe a la guerra, y es consecuencia de la guerra... a pesar de que la UE ya ha dejado claro que NO (puede ó no quiere) va a presecindir del crudo ruso. Que alguien me explique lo de 2008:

Con el pétroleo a 140 USD/bbl, págabamos como mucho 1,27€/l y 1,33€/l

Y ahora:

Explicaciones que se me ocurren:

t/c EUR/USD: en Julio de 2018, estaba a más de 1,5:así que el barril salia en EUR a 139,81 / 1,5 = 93€/barril

www.ecb.europa.eu/stats/policy_and_exchange_rates/euro_reference_excha

t/c EUR/USD: en Marzo 2022, a 1,10. Asi que el barril de petróleo: 126,51/ 1,1 =115€/ barril

Es decir, la gasolina debería costar aprox un 115/93= 123% de lo que costaba en 2008.

Veamos:

Super95: 1,277 * 123% =1,57€/l .... diferencia importante con 1,63-1,87€/l en Marzo, en torno a un 10%

Diesel: 1,329 * 123%= 1,63€/l respecto a 1,52€- 1,82€/l DENTRO DE LO ESPERADO

2) Impuestos? Inflación?

No parece, siguen siendo un 45% del precio de la Super95: la diferencia en el precio sin impuestos es de 22 céntimos de EUR ó de un 32%!

Inflación? Pues esta podría ser la clave, los euros de 2008 valían mucho más... 107/87 = 23% de inflación acumulada, (¡la mitad apróximadamente desde hace un año!)

Así que con este dato... vamos a poner el precio de 2008 en EUR de 2022:

1,28€/l Super 95 * 123% =1,56€/l... frente a 1,63 - 1,87 => 5-20% más.

1,33€/l Diesel * 123% = 1,63€/l frente a 1,52 - 1 ,85 => DENTRO DEL RANGO (-5% a 13%)

Conclusión:

La única explicación que se me ocurre es: especulación / temor a una interrupción del suministro. Esta semana tenemos precios de Gasolina y Diesel un 20% y un 13% más altos en términos reales respecto al pico de 2008.

Edit: subidas las imágenes

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menéame