Hoy tuve uno de los días más bonitos en más de un año. Buen tiempo, volví a andar en bici por la mañana, paré y comi algo rico viendo el mar, me encontré con unos amigos y estuvimos charlando en el cesped con sus hijos, trabajé en mi disco una buena idea que está resultando muy bonita...
Pero vaya noche. El humano siempre será humano. Parece que es muy dificil que el día no acabe sin gente abierta por el medio tirada en la calle derramando sus vísceras por alguna idea increíble e importante. En fin. Más frentes abiertos.
Pase lo que pase, si hay algo que tengo claro en la vida es que nadie va a contar conmigo para odiar a un pueblo. Se llame Rusia, Ucrania, Israel o Irán. Lo mío es otra cosa. Conmigo que no cuenten.
Vivimos sin turismo dos años de pandemia y sobrevivimos.
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