Joer qué casualidad! Coincidí con él en rehabilitación del hospital. Cuando entró en quirófano era para amputarle la pierna, y al día siguiente amaneció con la pierna en su sitio. Tuvo la gran suerte de que le operó el mismo que a mí, a quien le tengo que estar agradecido de por vida.
A parte de todo éso, una mierda que la puta burocracia te ponga las barreras que después de tanto luchar, te merman las fuerzas
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#4
Debe ser por la edad, pero los grandes festivales ya no están hechos para mí. Disfruto mucho más viendo a Drunken Buddha o a The Electric Alley en una pequeña sala, y tomándome una cerveza luego con ellos, que un gran grupo teniendo que comprar unos prismáticos para verlos bien.