Se trata de un articulo muy interesante por descriptivo y por contener una buena síntesis de la historia reciente de Libia, desde la colonización por parte de Italia y otras potencias extranjeras pasando por la "independencia" en la que Inglaterra y Francia instauraron una monarquía al frente de la cual se encontraba el títere rey Idris, hasta nuestros días. Nos permite tener otra visión distinta y a mi juicio más cercana a la realidad que nos venden los medios de comunicación masivos. Es un texto largo y denso que hay que leer con atención.
Comentarios
La verdad es que no se si en su día le apoyaron o cuanto lo hicieron, pero que ahora quieran que se vaya es algo bueno para el pueblo Libio y para el mundo. Si para eso hay que cambiar de opinión pues tampoco pasa nada, se lo puede llamar hipocresía o rectificar, yo prefiero llamarlo de la segunda forma.
De todas formas supongo que pocos de los que apoyaron a Gadafi hace 30 años quedará ya, mandando al menos. Lo comento porque siempre se habla de "occidente" o de "potencias extranjeras" y se les culpa hoy por cosas que hicieron unos países hace 30, 100, 200 o 300 años, y es posible que en su día tuvieran la culpa o parte de ella. Pero también es cierto que por que ahora se rectifique no se es hipócrita, mas cuando ninguno de los que tomaron esas decisiones manda ahora y la mayoría lleva muchos años muerto, algunos de los países ya ni existen y otros han cambiado sus sistemas de gobierno.
No creo que Zapatero tenga la culpa de que queden pocos nativos en Sudamérica, y mucho menos la tengo yo. Por lo que considero que no tengo por que pedir perdón, ni disculpas a nadie, ni soy un hipócrita por pensar distinto que los Reyes Católicos. Del mismo modo que Obama no tiene la culpa si desde EEUU se apoyó a Gadafi, ahora hay un nuevo presidente y simplemente rectifica y decide no apoyarlo.
#1 y #2: A menos que lo que tengan en mente sea peor que este...
Mola porque primero acusaban a occidente de apoyar a Gadafi y ahora le acusan de intentar derrocarle.
Que se pongan de acuerdo en las acusaciones y luego igual les escuchamos.