Hace 2 meses | Por Gɾahml a europapress.es
Publicado hace 2 meses por Gɾahml a europapress.es

El porcentaje de población española en riesgo de pobreza o exclusión social --la denominada tasa AROPE-- creció medio punto en el último año hasta situarse en el 26,5%, mientras que la población con "carencia material y social severa" escaló hasta el 9%, la tasa más alta desde 2014.

Comentarios

powernergia

#5 Si, porque seguro que PP-Vox, sin impuestos a banca y energéticas, sin salario mínimo vital, sin ayudas por la guerra de Ucrania, sin ayudas a los autónomos por la pandemia, sin impuesto de sucesiones y patrimonio, sin aumento del SMI... Seguro que ahora las desigualdades serían mucho menores....

#2

jupitjuno

#6 Aún recuerdo aquel especial "pobreza energética" de Évole con una subida del 4% de la energía...

powernergia

#11 Yo recuerdo una pandemia y una guerra en Ucrania que disparó los precios energéticos europeos, y de cómo PP-Vox votando en contra de poner límite a ello.

Zetan

Que se coman las mascarillas de los chanchullos del gobierno que hay de sobra.

areska

¿Eso estará bien? ¡Es una barbaridad! ¡Casi tercermundista! ¿Pero seguro? ¿No habrá más dinero negro del que parece?

Joer, es una cifra elevadísima

s

Y más que va a subir si seguimos importando a gente en patera.

E

Yo me pregunto:
Qué porcentaje entre ese 26,5 sabe que está en riesgo de exclusión social y qué otro piensa que es clase media?

A

No me lo creo,yo estoy ahorrando dinero,como chicharrero he dejado el coche sin seguro en casa,ya que el oro íquido no es rntable y asi  poder pillar la guagua,eso sí entre las colas de la TF1 y el mierdoso servicio colectivo,tengo que salir 2 horas antes de mi casa para un trayecto  de 25 minutos  y llegar 2 horas después.
Menos mal que soy funcionario.

J

Pero como? Si las estadísticas dicen que vivimos mejor.
Yo no había notado nada más allá de los Mendigos y la miseria buscando trabajo precario.

B

#1 Pues no sé. A mí lo que me parece es que esta noticia es estigmatizadora y ofensiva hacia todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas, tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a que sus proles también les agradezcan esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y esa España tanto como esas personas progenitoras los agradecen a sus padres.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.

El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.

El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los españoles, y nos los tienen que respetar así como nosotros, los españoles, también respetamos las costumbres y culturas ajenas.

Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros. Además de que la dimensión cultural se nos está escapando: a unos puede parecerles que hacer nacer a sus hijos en la pobreza o la precariedad es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros puede parecerles que maltratar animales innecesariamente también es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros pueden parecerles que atracar bancos, asesinar personas, o la pornografía infantil también son estupendos y muy éticos y culturales; a cada uno de nosotros pueden parecernos que son estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; a los legisladores pueden parecerles estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; estamos en un mundo de diversidad ideológica, mutuo respeto y civismo.

Tan respetable es la persona que no quiere hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque está mejor no viendo a sus hijos sufrir la pobreza, como la persona que considera estupendo hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque elige considerar que la pobreza es estupenda, o porque quiere pensiones o tiene intereses personales que considere más importantes que el bienestar de sus hijos. Que tú o yo consideremos que la pobreza es horrible para los hijos no quita el derecho a otras personas de considerar lo contrario. Si una persona considera que la pobreza es estupenda y quiere que haya más gente en ella y por eso hace nacer a sus hijos en la pobreza, está en su derecho y no es asunto nuestro.

Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.

Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.

No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.

Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.