David Fernández, funcionario de 31 años, es uno de ellos. Está en el nivel más bajo dentro del club (ha pagado 1.000 euros para ser miembro, asegura), así que solo podrá asistir a las “masterclass” que se imparten de 9.00 a 13.00 horas. El acceso al resto de actividades que culminarán la jornada está restringido a los miembros con acceso “VIP” y “DIAMANTE”. “Llados me cambió la vida”, cuenta. “Yo estaba en un mindset [estado mental] muy malo y sus vídeos me ayudaron a cambiar. La gente solo ve los coches de lujo, pero realmente es algo psicológico”.
La fucking virgen. Uno esperaría que a esas cosas fueran fucking jovencitos y van más fucking tíos con más fucking pelos en los huevos que en la fucking cabeza. Fucking sorprendido estoy de que un fucking chupatintas con un fucking sueldo fijo y un fucking puesto vitalicio se trague las fucking tonterías de un fucking vende humos.
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Un desviar la atención de manual por parte de El Mundo.
Es como si la noticia fuera una de la segunda guerra mundial de que Hitler lleva el bigote disparejo