#29 Mi madre me cuenta que empezó pocos años después de empezar a hablar, que al principio no me pasaba y no hay una razón que se sepa, al menos en mi caso. En el colegio me veía de vez en cuando un logopeda que iba y le daba indicaciones a mi maestra de primaria para hacer los ejercicios con ella, que ya ves tú que formación tenía mi maestra para eso. Por supuesto no sirvió para nada. Muchos años después me vió una logopeda en el instututo. Me vió durante un curso una vez por semana,pero el problema es el poco interés de algunos profesionales por hacer bien su trabajo. Más tarde, hace unos años, me vió el único logopeda que sí ha tenido interés por mí. El cabrón me daba caña y hasta me reñía cada vez que no hacía un ejercicio bien.
Mejoré mucho con ese logopeda, me daba técnicas para hablar con fluidez, me enseñó a respirar correctamente, me mandaba ejercicios para casa y pude mantener conversaciones bastante fluidas con amigos con las que hasta yo me sorprendía de lo bien que hablaba. Lo mejor de ese logopeda es que entró en el aspecto psicológico que es algo que no hacen normalmente los logopedas. Muchos creen que enseñando técnicas para hablar mejor ya corrigen el problema y no se dan cuenta de que si no trabajas la psicología del paciente, no hay nada que hacer. La pena es que ese logopeda me vió cuando yo ya tenía treinta años o así y en un adulto es muy dificil corregir del todo la disfemia debido al componente psicológico de la misma. Es tremendamente dificil modificar la conducta o la personalidad de un adulto cuando se tiene interiorizado un miedo, una costumbre, un hábito o lo que sea. Por eso hay que tratar la disfemia de niño.
Mi padre tartamudea muy muy poco y en momentos puntuales. Le pasa sólo unos instantes al comenzar a decir algo. Puedo haberlo heredado, quié sabe.
Perdón por tochazo.
Y luego te dan cita "preferente" con psicología para un año después, en fin...