A partir de ahora tendremos que ir al super con la espada laser.
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Feos, sucios y puede que hasta honrados. Burgos, Cernuda, San Sebastián, Villalobos y compañía se han puesto nerviosos, como buena parte de los diputados cavernícolas que hibernan en el Congreso, porque no están acostumbrados a convivir con semejante ganado.
El director de cine Vicente Aranda, responsable de películas como "Amantes" o "Juana, la loca", ha fallecido este martes en su casa de Madrid a los 88 años, según ha anunciado la Academia de Cine.
Mientras la auxiliar de enfermería Teresa Romero lucha por su vida tras haberse contagiado del virus del ébola, algunos medios de comunicación están llevando a cabo prácticas que chocan frontalmente contra los principios esenciales de la ética periodistica.
El misterioso grafitero puso a la venta varios originales por 60 dólares, pero sólo tres personas pagaron por ellos.
El consumidor habitual de tertulias televisivas, ese depravado, se preguntará por que sus programas favoritos cuentan de manera habitual con los servicios de tipos tan mediocres, sectarios, manipuladores, sumisos, mentirosos y blandengues como Francisco Marhuenda, actual director de La Razón.
A partir de ahora tendremos que ir al super con la espada laser.
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El Ministerio de Educación y Cultura que dirige José Ignacio Wert quiere incluir en los Presupuestos Generales del Estado para 2012 una serie de medidas de ahorro que afectarían a todo el territorio nacional, a pesar de que las competencias sobre Educación están transferidas a las Comunidades Autónomas. Entre estas medidas, Educación quiere aumentar a 32 el número de horas de presencia en la escuela de los docentes.
Todos nos hemos levantado tras una mañana de fiesta pensando que nos han envenenado. Si todos los casos de garrafón que se comentan en los días de resaca fueran ciertos estaríamos ante un fraude masivo y constante: el mayor problema de salud pública de este país.
La publicación, el año pasado, de mi libro La conspiración del general Franco, generó una cierta agitación en la Red. En las páginas y blogs de la derecha y de la extrema derecha se me puso como chupa de dómine. No es de extrañar. En el primer capítulo establecí la tesis de que el comandante militar de Las Palmas, el general Amado Balmes, había sido asesinado por orden del general Franco, su inmediato superior.
La cultura es la clave de todo. La violencia, el paro, la telebasura, la mala educación, la precariedad, la religión, la pobreza… Todo se solucionaría invirtiendo en cultura. Quizá por esta razón el mismísimo rey de España ha pedido a Vargas Llosa, en nombre del Gobierno de Mariano Rajoy, que presida el Instituto Cervantes. Sin duda por este motivo, la cultura, los políticos de Castellón permiten que los alumnos del Instituto IES Vila-roja de Almassora no tengan calefacción en las aulas y se vean obligados a asistir a clase con mantas.
Los papeles de la trama desvelan la conexión con el expresidente de la SGAE, imputado en otro caso.
¿Sigue confiando usted su futuro a aquellos que han demostrado en numerosas ocasiones ser incapaces de gestionarlo? Ineptos, mentirosos, ambiciosos, corruptos, soberbios, insolidarios, codiciosos, incultos, manipuladores… Los políticos actuales no sirven. Los banqueros, tampoco.
“¿Augura un futuro de sacrificios para España?”. Como era de esperar, el monarca respondió a la periodista con un reflexivo y jugoso análisis de la situación: “Bastantes, muchos”. Agotado quizás por la profundidad del pensamiento, Juan Carlos se sentó a la mesa y se metió entre pecho y espalda un bogavante. Era el primer plato del menú que había preparado el socialista Bono. De segundo, rodaballo.
Desde el pasado sábado, el ejército marroquí está desplegando un amplio operativo militar en El Aaiún -capital del Sahara Occidental- para reforzar la seguridad tras las revueltas. Entre el operativo se encuentran decenas de los URO VAMTAC -Vehículo de Alta Movilidad Táctico- que España ha vendido a Marruecos.
Habla Juan Carlos de Borbón: “Se conoce toda la verdad y si no se la inventan por ahí”. Sin ánimo de entrar en conpiranoias, a mí me siguen quedando al menos siete preguntas sobre lo que pasó después con los golpistas.
La enviada de TVE a la zona, Rosa María Molló, ha tenido que cortar la conexión al ser abordada por jóvenes.
La mula, basada en una novela de Juan Eslava Galán sobre la Guerra Civil, es la historia de una película que nunca existió. Un proyecto cegado por la mala fortuna, que ya forma parte por méritos propios de la triste cronología de las películas malditas del séptimo arte español, como Manolete o El hombre que mató a Don Quijote.
La precipitada salida de las tropas españolas de Irak, por orden del recién elegido presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue un mensaje claro y nítido a los jóvenes que en la noche electoral le recitaban los salmos de “¡no nos falles Zapatero¡”. Aquella medida fue por lo menos complicada para los intereses de España, entre los que no entraba una confrontación directa con el presidente de Estados Unidos.
De entre las muchas excusas con las que este Gobierno equilibrista intenta eludir su responsabilidad histórica para no ofender al aliado marroquí, hay una especialmente sangrante: que lo que está pasando en El Aaiún “no es un asunto bilateral”, sino que corresponde a toda la comunidad internacional solucionarlo. Acabáramos.
La primera imagen de la visita de Benedicto XVI a España resultó definitiva, insuperable, inolvidable: una princesa plebeya divorciada doblando ceremoniosamente el espinazo ante un Papa que acababa de comparar el “laicismo agresivo” de la España actual con el anticlericalismo de la República. ¿Quedaba claro que todo era un cachondeo, una pantomima, un circo?
Durante el pasado fin de semana, las televisiones nacionales, salvo Cuatro y laSexta, se volcaron con la visita del Papa a España. Sin embargo, este esfuerzo no fue recompensado por la audiencia, quien demostró su laicismo otorgando a los distintos especiales informativos de La 1, la cadena que más cobertura dio al viaje papal, unos pobres datos. El espacio emitido el sábado por la mañana sólo consiguió reunir a un 9,4% de cuota de pantalla y 446.000 espectadores, mientras que el del domingo bajó a un 8,2% y 237.000 espectadores.
Torturar a un animal hasta la muerte mientras el público aplaude es algo más que arte, es mucho más que cultura. Es más que “un signo identitario del pueblo español” “sin el cual, sencillamente, no seríamos los mismos”. Es más que “una manifestación artística” “en la que se resaltan valores puramente humanos, como la inteligencia, el valor, la estética o la solidaridad”. Es algo muy superior a todo eso. Para el PP, autor de los entrecomillados, torturar a un toro con ritual y espectadores es un derecho constitucional.
CBGB, la película...