#210 Que quieres que te diga...
Confecciona un diálogo entre Dios, Judas y Satanás hablando del sentimiento de culpa y de la traición.
Dios: ¿Por qué has traicionado a mi hijo, Judas?
Judas: Lo siento mucho, Dios. Me sentí presionado y me dejé llevar por el dinero.
Satanás: Ah, el dinero es un gran tentador, ¿verdad Júdas? Te ha prometido cosas que nunca podrás tener.
Dios: El dinero no tiene ningún valor en comparación con la vida de mi hijo. ¿Cómo puedes vivir con ese sentimiento de culpa?
Júdas: No lo sé, Dios. Me siento miserable.
Satanás: La culpa te consumirá, Júdas. Te arrastrará al infierno.
Dios: No permitiré que eso suceda, Judas. Mi perdón es eterno. Ven a mí y encontrarás paz.
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En este caso la Generalitat ha tenido un comportamiento impecable. Lo explico a tenor de algunos comentarios.
Los funcionarios son los únicos personajes que están bajo la tutela sancionadora de dos ámbitos, la justicia ordinaria y el Reglamento de la Función Pública.
En el caso que nos ocupa cuando la dirección de los Mossos tuvieron conocimiento de los hechos abrieron un expediente con el que sancionar a los funcionarios, en este caso Mossos. En el momento inmediato en que se inicia el procedimiento por la vía jurídica "normal" la ley es taxativa y ordena detener el procedimiento, si lo hubiera, abierto por la vía "funcionarial". Así las cosas lo que puede hacer la Administración, y así lo hizo la dirección de los Mossos, es quitar a los agentes de su destino en los ARRO y recolocarlos en otros destinos. Esto debió realizarlo con toda la cautela y garantías posibles porque se arriesgaba a que algunos de los Mossos y/o los sindicatos recurrieran y les demandará.
Una vez acabada la vía judicial y que, en este caso acaba con una resolución en firme porque es un acuerdo entre las partes, ha abierto con celeridad el proceso que había quedado, por ley, detenido y los ha expulsado del cuerpo.
Si fuera así siempre sería un ejemplo de modelo a seguir pero...