#14 no suelo comentar ni responder a menudo a no ser que tenga algo interesante que aportar, pero me he sentido tan identificado con tu comentario que quiero compartir contigo mi punto de vista por si te puede servir de algo. Desde niño he sido el más "inteligente" de la clase, devoraba libros y tenía inquietudes que suele tener la gente con 5 o 6 años más. En bachiller saqué una media de 10 y la licenciatura me pareció muy fácil de sacar incluso con nota, cosa que me avergonzaba incluso reconocer ante mis amigos por miedo a parecer arrogante o vanidoso. Y en la vida no me puedo quejar, he conseguido lo que me proponía incluso en un país y una cultura diferente, pero fue decidir volver a España y la vida me dio un vuelco. Después de haber conseguido un buen trabajo y una vida que querría la mayoría de la gente, me he vuelto a sentir como en la etapa del colegio, un incomprendido en un mundo hecho para gente que sólo puede vivir un estilo definido de vida. He dejado el trabajo recientemente y estoy opositando, porque creo que al menos el hecho de trabajar "para un fin social" y no para un jefe random me puede aportar algo distinto y un nuevo objetivo, pero tengo miedo de que en cuanto lo consiga me pase lo mismo y vuelva a sentirme vacío. Sin embargo, no todo es negro, he aprendido a ver que hay cosas que sí me llenan al menos en pequeños momentos, como mi pareja, un paseo por el campo, dibujar un paisaje o escribir unas líneas de un libro que estoy empezando. Si no me funciona, probaré otro camino. La conclusión a la que he llegado, y lo que realmente quiero transmitirte con todo esto, es que la vida tal como está "diseñada" hoy en día es para que todos sigamos un similar estilo definido de vida, como si se tratase del arquitecto de Matrix Reloaded que predefine una sociedad que se adapta al 90% del espectro humano. Ese 10% de gente disgustada que tiene mayores o menores expectativas que la media, y cuya única solución es adaptarse a los patrones reinantes en la sociedad para no sentirse rechazado, lo tiene mucho más difícil para ser feliz porque tiene que apartarse de la senda definida y descubrirlo con mucha menos ayuda. Sin embargo, yo soy un optimista empedernido, y creo que aunque las dificultades que entraña ese camino pueden hacer desistir y sucumbir en la soledad o la frustración, el resultado final puede ser infinitamente más placentero que seguir un camino acotado hasta el extremo. Cada uno tiene la responsabilidad de encontrar cómo ser feliz y vivir su vida, y esa libertad amigo mío, creo que es una fuerza que puede mover montañas.
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Según la Ley 17/1984 Reguladora del abastecimiento y saneamiento de agua en la Comunidad de Madrid.
Artículo 3.
1. Los servicios de distribución y alcantarillado son de competencia municipal y podrán gestionarse mediante cualquiera de las fórmulas establecidas en la legislación vigente.
Creo que en este caso lleva razón.