#15 Al mío lo mataron para que confesara donde se escondía su hermano, dirigente sindical en el pueblo, que había escapado al entrar los golpistas. Lo más sangrante es que mi familia me había ocultado la existencia de ese familiar huido, parecía borrado de la memoria colectiva. Solo me decían "a mi abuelo lo mataron, pero no hizo nada, no se metía en política...". A final, a mis 54 años me encontré con la verdad en un libro de Francisco Espinosa.
#13 unos requetés entraron en casa de mi bisabuelo, le pegaron un tiro y se quedaron con su casa. Así de fácil. Y toda la familia sabemos donde está esa casa y quien se la quedó.