#11 no son exactamente fallos cerebrales. Estas "medio acertado" en que se debe a la persistencia retiniana, que es el fenómeno por el cual se pueden ver en movimiento imágenes estáticas sucesivas y ahí si que tenemos el "fallo cerebral" porque es el que enlaza esas imágenes.

Aparte de esto, también tenemos otro fenómeno asociado a la persistencia visual que consiste en que las células fotosensibles de la retina (los conos y los bastones) se fatigan después de un rato observando un color y dejan de actuar, por lo que si de repente miramos para una pared blanca, veremos los colores complementarios proyectados sobre ella (a esto se le llama contraste sucesivo).

En esta foto lo que se provoca es que proyectemos esos colores sobre una imagen en blanco y negro, con lo que al final las células de nuestros ojos están "coloreando" la foto con los colores complementarios a lo que se nos muestra en primera instancia.

#35 no te había leído! si lo sé me ahorro la parrafada!!

#46 A mi casi me pasa lo mismo, de repetir la explicación a #11.

#47 es que tengo una gran debilidad por estos temas y ya se sabe, cuando se habla de ellos se me escapa el sabiondo gafapastero que habita en mí!

#35 #46 Vaya, gracias por la explicación, desconocía los motivos. De todas formas lo de "fallos cerebrales" era porque me recordó al vídeo ese que enlazo, que vi recientemente y que me hizo mucha gracia; y en él se hacía esa broma al hablar de ilusiones ópticas.

#3 Perdona!! He editado el comentario

#1: Por eso es obispo, porque es experto en cubrirse de gloria.

Me ha recordado a este chiste de Forges: http://cmnpolitica.blogspot.com/2008/02/obispos.html

#11 jejejejej .... descubierto y en peligro de extinción? uppppss

#36, no confundamos su carrera profesional con sus relaciones sociales, que es fácil confundirlas. #35 se refiere a su manera de ser en su vida personal y con sus compañeros de reparto/fatigas, supongo. Yo no lo conocía tanto para aventurarme a decir como era o como caía.

#36 Efectivamente me refería a lo que dice #37, a que como persona, sin conocerlo, desprendía una simpatía que le hacía caer bien (carisma). Independientemente de su filmografía, claro.