La psicóloga que me trata desde hace tiempo no ve descabellada la idea de irme a una residencia. Según ella, y yo estoy de acuerdo, acumulo tal bagaje de frustraciones, dolor y angustia que me encuentro totalmente agotado. Ella no ve mal que me vaya a una residencia. La asistente social, que me conoce menos, se quedó sorprendida de que con los diagnósticos mentales que tengo haya podido vivir solo más de diez años sin pedir ayuda a nadie. En ambos casos, se mostraron bastante comprensivas y no me desanimaron en mi idea. Sin embargo, ayer estuve viendo a un psicólogo de una asociación de ayuda a enfermos mentales y el hombre intentó desanimarme, me dijo que no era un sitio para mí, pero él no me conoce de nada ni sabe mi larguísimo historial médico, por no hablar de mi vida personal, de la que tampoco tiene ni idea, como sí la tiene la psicóloga que me atiende desde hace ya tiempo, como digo.
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#33 Los dolores los vencí yendo a buenos fisioterapeutas y siguiendo sus consejos, sobre todo hacer ejercicio moderado, alimentarme bien y descansar, y tomarme las cosas con calma, pero me llevó muchos años vencer esa situación, que quede claro.