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Judy Clarke es una abogada de California que sólo coge los casos que no quiere nadie. Lo hace por defender una idea. Se opone a la pena de muerte, y por ese ideal ha defendido a criminales más detestados de Estados Unidos para salvarlos.

Supongo que Ramón Muñoz y Leire Pajín deben estar con la sonrisa estampada del golazo que han metido. Iba a escribir que nos lo tenemos bien merecido, por no hacer lo que predicamos. Pero luego lo pensé, ¿por qué vamos a tener la culpa de los que han hecho nuestros [no] representantes? (espero que ya hayan notado el sentido de esta ironía).

Sorprendentemente, la imagen que tenemos de la fiesta irlandesa es un producto más estadounidense que irlandés. "Fue un choque cultural", dice Declan Synnott, co-propietario de un pub irlandés en Cleveland. "En Irlanda, se va a la iglesia y se pasa el día en familia. En Estados Unidos, es una gran fiesta." [...] "No sabía que era una tradición irlandesa, al menos mientras yo vivía en Irlanda," dice Synnott, que llegó a América en 1994. "Siempre pensé que era una cosa judía". [visto en digg]

Uno de los informes del Foro de Davos, Global Competitiveness Report 2009-2010 (en el que analiza la competitividad de los países del mundo), sitúa a España en términos muy desfavorables, por debajo de países del tercer e incluso del cuarto mundo. [...] Un análisis riguroso de tal informe cuestiona, sin embargo, la validez del estudio, así como sus conclusiones. El estudio es primordialmente una encuesta de opinión en la que, en cada país, se pregunta a una institución próxima al mundo empresarial.

Una empresa de energía compra otra por 6.400 millones de euros; una constructora se hace con dos parques fotovoltáicos por 140 millones; una entidad financiera adquiere otra por 7.300 millones; un club deportivo compra un jugador por 94 millones. ¿Qué nos chirría en esta sucesión de operaciones empresariales? La última, pensaréis algunos. ¿Por qué? Porque es fútbol.