#7 el problema es que lo que debe o no debe de ser prohibido no puede depender del estado de ánimo de un ayuntamiento. Si se quiere prohibir los dicursos fachas, se hace una ley prohibiéndolos, como podría ser las leyes alemanas respecto al nazismo.
Pero si el espectáculo cumple la ley, no se prohibe. Prohibir arbitrariamente cosas sin una ley es precisamente lo característico de las dictaduras que este señor defiende y por lo que el gobierno municipal quiere cancelarlo.
Este señor da muchísmo asco y está en las antípodas de mi ser, pero yo no creo que haya que cancelar nada. Observar a un ejemplar fascista en libertad -pero a cierta distancia- puede ser circense o pedagógico. Como mucho, exigiría un anuncio previo donde se informe de que el espectáculo puede herir la sensibilidad del público.
Pero si el espectáculo cumple la ley, no se prohibe. Prohibir arbitrariamente cosas sin una ley es precisamente lo característico de las dictaduras que este señor defiende y por lo que el gobierno municipal quiere cancelarlo.