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«Parece mentira, con el calor que hace, que estemos aún con estos prejuicios y que no podamos estar en el sofá, comiendo sandía, con todo el jugo cayendo por el pecho al puro estilo Delacroix», ha explicado un padre sin camiseta, miembro de la asociación, que está harto de que, cada vez que sus hijos le ven sin camiseta en el salón, digan «ay, papá». «Basta ya de doble vara de medir», insisten estos padres que se han unido al movimiento Free the Nipple, popularizado por feministas en Instagram. Según dicen, comparten con ese colectivo «la luch
He echado de menos este clásico:
#2 Ya lo he comentado por aquí alguna vez, para mí la referencia imprescindible sobre la editorial Bruguera, más que la historieta de Paco Roca (que también), son las memorias de Francisco González Ledesma (2006) Historia de mis calles:
planetadelibros.com
(…)
Más allá de lo personal, la memoria de González Ledesma supone un valioso testimonio sobre la editorial Bruguera, donde trabajó de 1947 a 1966. Sin aquella Barcelona de hambre y represión no hubiera sido posible el enriquecimiento de Pantaleón y Francisco Bruguera. Maridaje de cinismo y oportunismo, Francisco Bruguera se situaba en la izquierda republicana y se vanagloriaba de emplear, que no de tener en nómina, a «rojos» represaliados: sin vacaciones, ni Seguridad Social. Junto a dibujantes como Cifé, Peñarroya, o Giner, González Ledesma conoció el destajo y se preguntó cómo es posible llenar viñetas de humor sin hacer nunca fiesta: «La editorial trabajaba el 18 de julio (día del Glorioso Alzamiento y fiesta nacional), el Jueves y Viernes Santo, siempre pasadas las nueve de la noche, el día de Año Nuevo y hasta el día de Navidad por la mañana». Lo más hiriente es el pretexto de Bruguera para esquilmar el asueto a sus trabajadores. Aduce que son «fiestas fascistas». El periodista Josep M. Lladó objeta: «Bueno, pues entonces, ¿por qué no hacemos fiesta el 14 de abril, día de la proclamación de la República?». El editor amenaza con echarlo.
De aquellos trabajos forzados con formato de tebeo y novela rosa dependían familias enteras, que ensobraban cromos o cortaban papel en el comedor de su casa. Bruguera explotaba el hambre y el miedo y ofrecía «una casa para toda la vida». González Ledesma y Víctor Mora, el creador del Capitán Trueno, se negaron a vivir «en aquel pozo del que no quedaría nada de nosotros […] sólo quedarían unos registros de entrada y unas hojas de balance anual». El tacaño Bruguera fue el editor más rico de la España de la posguerra con su Pulgarcito, las novelas del oeste de Marcial Lafuente Estefanía, los amores de Corín Tellado y una pléyade de escritores-galeotes cuyo único lujo era un pseudónimo anglosajón; entre ellos, el propio González Ledesma, que en 1952 decidió ser Silver Kane. La primera novela policíaca germinó entre sombras: madrugada en el comedor, capítulos cerrados a la dudosa luz del amanecer: literatura de galerías y supervivencia, de la que vivió González Ledesma hasta los años sesenta como abogado de Bruguera. Harto de las arbitrariedades del patrón, probó suerte en el periodismo en El Correo Catalán y luego pasó a La Vanguardia. Toda su vida es una épica del esfuerzo, con rumor de rotativas y apresurado teclear de máquina de escribir. Pura transpiración, cuando la realidad rebosa por las costuras. La memoria de un hombre de izquierdas que no mitifica las ideologías y que cree en las personas, no en los partidos. Prefiere al estadista Tarradellas que al Pujol de coyunturas oportunistas; no se cree a la gauche divine y sus revoluciones de salón en Boccaccio, respeta algún renglón de la justicia social joseantoniana y le asquea el felipismo que se entrega a la corrupción voceando unos presuntos «cien años de honradez».
(…)
Ref.: revistadelibros.com
Estoy mirando de qué va ese índice y no está bien traducido lo de países más seguros. Sería paises más pacíficos y no tiene nada que ver!
Tiene en cuenta por ejemplo cuantas armas exporta el país, cuantas misiones de paz de la onu hacen o cuantos refugiados acoge,
Pero ya sabemos los periodistas que tenemos en este país... De eso si que deberían hacer un indice y saldríamos fatal. Menuda panda de juntaletras
Lo he mirado porque se que España está entre el top 10 de más seguros del mundo. Y de los grandes sobre el segundo.
No todas las baterías de iones de litio son iguales. Los tres principales tipos se denominan NCM, NCA y LFP. Analizamos sus estructuras moleculares para entender el porqué de sus diferentes propiedades. También explicamos brevemente el funcionamiento básico de una batería.
Vídeo del programa "Eso no se pregunta" de Telemadrid dónde los espectadores mandan sus preguntas a personas con diversos diagnósticos de enfermedad mental.
El S04 es un vehículo de dos plazas diseñado para ser utilizado principalmente por ciudad, aunque tiene una versión que legalmente también permite circular por autopistas. Por tamaño —mide solo 2,23 metros de longitud— y planteamiento, tiene como principales alternativas al Citroën Ami, el eAixam o el XEV Yoyo.
Hay dos versiones que se diferencian entre sí por la potencia máxima del motor (eléctrico en ambos casos), por la capacidad de la batería y por su clasificación desde el punto de vista legislativo. La batería de ambos modelos va situada bajo los asientos, se puede extraer del vehículo y transportar como si fuera una maleta de tipo trolley (tiene un asa plegable destinada a tal fin). En un enchufe Schuko son necesarias unas seis horas para cargarla por completo (en el caso de la versión L7e, que tiene dos, seis horas cada una de ellas).
La Asociación Española de Pediatría confirma que el caso de este bebé de Tarragona es común y muy beneficioso para su autoestima. La adrenalina, según los expertos, mantiene a los pequeños despiertos y entrena sus reflejos. También les hace perder el miedo muy pronto, por lo que crecen sintiéndose seguros.
La aparente sencillez técnica de los coches eléctricos, en concepción, esconde unos sistemas complejos y muy delicados. El salto del térmico al eléctrico está siendo en muchos casos delicado en lo referente a la calidad de los servicios posventa, cuyo nivel de formación, conocimiento y acceso a piezas es en muchos casos deficiente.
En este vídeo visitamos al único talller independiente y especial que hay en España dedicado a reparar coches eléctricos, 80% eléctrico, un taller que sirve en muchos casos de solución final para muchos usuarios cuyos coches han sido dados por imposibles o cuyas reparaciones son escandalosamente caras…
He echado de menos este clásico:
Hay una frase que he oído un par de veces en series británicas y creo que define muy bien su cultura. La situación es que le preguntan a un personaje que qué tal está, y este se explaya. Cuando nota que le está dando la turra a su oyente interrumpe el discurso y le suelta: "I'm sorry, I thouhgt you have genuine interest". La primera vez que lo oí me resultó muy violento y pensé que era un comentario pasivo agresivo.
Pero no, lo dice de verdad, en plan "perdón, no me di cuenta de que solo estabas tratando de ser educado y te estoy molestando con mis problemas".
Vendrá a combatir a Selectra, que suena muy a James Bond. google.com
Dramatización:
«Parece mentira, con el calor que hace, que estemos aún con estos prejuicios y que no podamos estar en el sofá, comiendo sandía, con todo el jugo cayendo por el pecho al puro estilo Delacroix», ha explicado un padre sin camiseta, miembro de la asociación, que está harto de que, cada vez que sus hijos le ven sin camiseta en el salón, digan «ay, papá». «Basta ya de doble vara de medir», insisten estos padres que se han unido al movimiento Free the Nipple, popularizado por feministas en Instagram. Según dicen, comparten con ese colectivo «la luch
He echado de menos este clásico:
#2 Ya lo he comentado por aquí alguna vez, para mí la referencia imprescindible sobre la editorial Bruguera, más que la historieta de Paco Roca (que también), son las memorias de Francisco González Ledesma (2006) Historia de mis calles:
planetadelibros.com
(…)
Más allá de lo personal, la memoria de González Ledesma supone un valioso testimonio sobre la editorial Bruguera, donde trabajó de 1947 a 1966. Sin aquella Barcelona de hambre y represión no hubiera sido posible el enriquecimiento de Pantaleón y Francisco Bruguera. Maridaje de cinismo y oportunismo, Francisco Bruguera se situaba en la izquierda republicana y se vanagloriaba de emplear, que no de tener en nómina, a «rojos» represaliados: sin vacaciones, ni Seguridad Social. Junto a dibujantes como Cifé, Peñarroya, o Giner, González Ledesma conoció el destajo y se preguntó cómo es posible llenar viñetas de humor sin hacer nunca fiesta: «La editorial trabajaba el 18 de julio (día del Glorioso Alzamiento y fiesta nacional), el Jueves y Viernes Santo, siempre pasadas las nueve de la noche, el día de Año Nuevo y hasta el día de Navidad por la mañana». Lo más hiriente es el pretexto de Bruguera para esquilmar el asueto a sus trabajadores. Aduce que son «fiestas fascistas». El periodista Josep M. Lladó objeta: «Bueno, pues entonces, ¿por qué no hacemos fiesta el 14 de abril, día de la proclamación de la República?». El editor amenaza con echarlo.
De aquellos trabajos forzados con formato de tebeo y novela rosa dependían familias enteras, que ensobraban cromos o cortaban papel en el comedor de su casa. Bruguera explotaba el hambre y el miedo y ofrecía «una casa para toda la vida». González Ledesma y Víctor Mora, el creador del Capitán Trueno, se negaron a vivir «en aquel pozo del que no quedaría nada de nosotros […] sólo quedarían unos registros de entrada y unas hojas de balance anual». El tacaño Bruguera fue el editor más rico de la España de la posguerra con su Pulgarcito, las novelas del oeste de Marcial Lafuente Estefanía, los amores de Corín Tellado y una pléyade de escritores-galeotes cuyo único lujo era un pseudónimo anglosajón; entre ellos, el propio González Ledesma, que en 1952 decidió ser Silver Kane. La primera novela policíaca germinó entre sombras: madrugada en el comedor, capítulos cerrados a la dudosa luz del amanecer: literatura de galerías y supervivencia, de la que vivió González Ledesma hasta los años sesenta como abogado de Bruguera. Harto de las arbitrariedades del patrón, probó suerte en el periodismo en El Correo Catalán y luego pasó a La Vanguardia. Toda su vida es una épica del esfuerzo, con rumor de rotativas y apresurado teclear de máquina de escribir. Pura transpiración, cuando la realidad rebosa por las costuras. La memoria de un hombre de izquierdas que no mitifica las ideologías y que cree en las personas, no en los partidos. Prefiere al estadista Tarradellas que al Pujol de coyunturas oportunistas; no se cree a la gauche divine y sus revoluciones de salón en Boccaccio, respeta algún renglón de la justicia social joseantoniana y le asquea el felipismo que se entrega a la corrupción voceando unos presuntos «cien años de honradez».
(…)
Ref.: revistadelibros.com
Estoy mirando de qué va ese índice y no está bien traducido lo de países más seguros. Sería paises más pacíficos y no tiene nada que ver!
Tiene en cuenta por ejemplo cuantas armas exporta el país, cuantas misiones de paz de la onu hacen o cuantos refugiados acoge,
Pero ya sabemos los periodistas que tenemos en este país... De eso si que deberían hacer un indice y saldríamos fatal. Menuda panda de juntaletras
Lo he mirado porque se que España está entre el top 10 de más seguros del mundo. Y de los grandes sobre el segundo.
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