A algunos les sonará a carnaza conspiranoica, pero los datos están ahí, (ahí delante no, porque los medios de comunicación callan con su complicidad). Los números de Wall Street están manchados de sangre, tras la explosión de la crisis financieta la onda expansiva ha golpeado a las personas más vulnerables que no son más que números para estos desaprensivos tiburones (De acuerdo con el Banco Mundial, en 2010-11 el aumento del precio de los alimentos llevó a cerca de 70 millones de personas a la pobreza extrema).
Este medium-pseudocientífico, nos vino con algo “revolucionario”, unas “ampollas de agua de mar sometidas a una microfiltración esterilizante a 0,22 μ en Sala Blanca” de un sitio concreto (no vale otro) cercano a la costa Francia descubierto en 1904. Esa fuente mágica de salud, en ese sitio concreto, tiene atención a la película: “MOLÉCULAS QUE CONTIENEN INFORMACIÓN DE NUESTROS ANCESTROS” esas moléculas que guardan información (y no, no es DNA) derivadas de la microflora del lugar permiten según este señor “Nutrir nuestros genes desde dentro”.
Crecepelo, adelgazantes, musculantes, antiestresantes, tonificantes, retardantes de la caída, afrodisiacos, quita-arrugas, rejuvenecedores, regenerantes, re-equelibrio, bio-energía… ESPECTACULAR, SIN ESFUERZO, INMEDIATO… PALABRERÍA PSEUDOCIENTÍFICA. Los productos milagro son aquellos que dicen poseer ciertas propiedades sobre el organismos (por lo general maravillosas) que no han sido demostradas científicamente.
Para recordar cómo debemos hacer una congelación adecuada debemos comprender que este proceso implica la formación de cristales de hielo en el alimento, estos cristales producen una ruptura de la estructura proteica del alimento, por tanto el alimento pierde capacidad de retener agua y por eso no es tan jugoso a posteriori (de ahí que nos encontremos un charco de agua al descongelar un alimento). Además de los cristales, también se generan zonas de agua superenfriada (no congelada) donde aumentan mucho los iones solubles y producen desnaturaliz
Se anuncia y se publicita con el nombre del propio autor, “el método Nombre propio” ante todo debe darnos un imagen algo soberbia de este señor, sobre todo si tampoco propones nada revolucionario, ya que no deja de basarse en las dietas hiperproteicas con un maquillaje y marketing nuevo. Recomendar tomarse la leche con la nariz tapada y a la pata coja es novedoso, pero no creo que justifique el llamarlo “El método mi dieta cojea”. Para que la fuerza se mida en Newtons, o un elemento tenga tu nombre terminado en -enio hay que aportar algo más qu