Más de trescientos mil votos a la izquierda abertzale en la tierra que tanto sufrió el terrorismo confirman que la capacidad de influencia de la PRENS.A. es cada vez menor. Y lejos de los tentáculos de la propaganda madrileña, casi nula. La apuesta de sustituir información por manipulación tiene la ventaja de que generas jugosos contratos públicos en la meseta, pero la enorme desventaja de que se te acabó el poder de influencia en zonas claves del Estado, más allá de meterle miedo a Sánchez, que no es poco.
"Diccionario del asombro", de Antonio Martínez Ron.