Todo el mundo sabe que la implantación acelerada se saldó con la incorporación apresurada de miles de hijos de la gran puta, canis de mierda, suscriptores de la revista Comando y bacalaeros que se quedaron sin curro al explotar la burbuja inmobiliaria.
Basura torturadora de mierda. Que se pudran en la cárcel, a ver si les dan su merecido. Ah, no, los delincuentes de traje les van a indultar, como cada vez que les condenan por asesinato racista y homófobo, o tortura por odio político.
Panda de hijos de puta con uniforme.
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Mierda criminal.