Como bien saben madres y padres, las conversaciones con sus bebés comienzan mucho antes de que sepan decir palabras. Se suceden diálogos, más o menos elaborados, durante el baño, en la comida y jugando. Estos turnos de palabra son esenciales en el desarrollo del bebé, sobre todo en el del lenguaje, y los juguetes electrónicos podrían estar siendo de poca ayuda. Un estudio que acaba de publicarse insiste en la sospecha que habían despertado otros trabajos anteriores: si el juguete habla, críos y progenitores callan.
Comentarios
#2 podemos estar de acuerdo en esas cosas y en los detalles pero al final si un padre no le habla a su hijo y por eso el hijo no aprende a hablar correctamente está claro que la culpa es del padre, ni de los juguetes, ni de la tele ni del hecho de que lo vistas de un color concreto.
Si le compras un juguete electrónico y te desentiendes del niño (no le hablas porque ya lo hace el juguete) tal vez el problema no sea el juguete. Como estudio no está mal del todo pero la conclusión está bastante cogida con pinzas.
#1 Hay algo que un sonido electrónico no puede sustituir: la observación de la articulación de los sonidos por parte del aparato fonador. Hay niños que están tardando más en aprender a hablar porque no saben cómo se habla.