Una de las claves podría pasar por tener alguna distracción y evitar pensar en lo que está pasando bajo los pies. No obstante, para muchos es algo irremediable: tener miedo a volar y sentir cómo les da un vuelco el corazón en el momento del despegue es algo habitual para muchos pasajeros.
#4 A mi me la han perdido tres veces, pero siempre la he recuperado, en una ocasión me la entregaron al cabo de pocas horas y en las otras al cabo de dos/tres días. no me parece que sean muchas teniendo en cuenta que durante los últimos 17 años debo haber tomado más de 500 vuelos ya que viajo mucho, tanto por trabajo como por vacaciones.
Yo empecé a perder miedo una vez empecé a "volar" con el avion, es decir, que sabía cómo se estaba moviendo y cada gesto que hacía el piloto, podía sentir de alguna manera cómo y hacia dónde nos movíamos en cada momento.
Ahora si, el miedo a que se parta el ala, o los movimientos inesperados, sobre todo los mas bruscos me siguen poniendo el esfinter finissimo.
Comentarios
Mi único miedo a volar lo provocan los precios.
#3 a mí me da pánico que me pierdan la maleta
#4 A mi me la han perdido tres veces, pero siempre la he recuperado, en una ocasión me la entregaron al cabo de pocas horas y en las otras al cabo de dos/tres días. no me parece que sean muchas teniendo en cuenta que durante los últimos 17 años debo haber tomado más de 500 vuelos ya que viajo mucho, tanto por trabajo como por vacaciones.
No, siguiente pregunta.
Claro, la aplicación de un sedante. Para más datos que pregunten a Baracus.
– ¿Vamos a Londres este fin de semana?
– En avión no que me da miedo.
– ¿Te da miedo volar?
– ¡No, los aeropuertos!
Puede intentarlo pero ya te digo que no lo va a conseguir, de hecho los que vuelan sin miedo me parecen inconscientes
Yo empecé a perder miedo una vez empecé a "volar" con el avion, es decir, que sabía cómo se estaba moviendo y cada gesto que hacía el piloto, podía sentir de alguna manera cómo y hacia dónde nos movíamos en cada momento.
Ahora si, el miedo a que se parta el ala, o los movimientos inesperados, sobre todo los mas bruscos me siguen poniendo el esfinter finissimo.