Ahora sí: el fin del capitalismo está cerca. No llegará a través de un movimiento obrero organizado, sino de internautas dispersos por todo el planeta. No instalará el socialismo, sino un sistema de producción colaborativa y consumo en red que tendrá a la tecnología como motor y plataforma. Y desembocará en un mundo en el que nos liberaremos de la necesidad de trabajar muchas horas por largos años.
O un sistema feudal donde unos privilegiados por sangre, los caballeros (hacker), tendrán acceso a la formación en armas digitales para servir a la nobleza y realeza.
El resto de la población (siervos) no tendrán acceso, ni derecho, a la formación informática y serán castigados por poseer un ordenador.
El avance en armas físicas hará prácticamente imposible cualquier levantamiento que no sea informático.
#1 Bueno, pero nos conectaremos clandestinamente a Menéame, en donde seguiremos subiendo fotos de gatitos, noticias de grafeno, el cual seguirá sin tener ni un uso, y echaremos pestes del nuevo sistema feudal e implorando para que aparezca un nuevo líder que nos guíe por la senda de la liberación (posiblemente el nieto de Pablo Iglesias)
Comentarios
Pues a mi la economía digital me parece un triunfo para la economía de mercado.
O un sistema feudal donde unos privilegiados por sangre, los caballeros (hacker), tendrán acceso a la formación en armas digitales para servir a la nobleza y realeza.
El resto de la población (siervos) no tendrán acceso, ni derecho, a la formación informática y serán castigados por poseer un ordenador.
El avance en armas físicas hará prácticamente imposible cualquier levantamiento que no sea informático.
#1 Bueno, pero nos conectaremos clandestinamente a Menéame, en donde seguiremos subiendo fotos de gatitos, noticias de grafeno, el cual seguirá sin tener ni un uso, y echaremos pestes del nuevo sistema feudal e implorando para que aparezca un nuevo líder que nos guíe por la senda de la liberación (posiblemente el nieto de Pablo Iglesias)
#3 Posiblemente un conde o duque que nos utilice de carne de cañón para obtener algún territorio con promesas que no cumplirá.