Aunque Ken Williams abandonó su despacho en Sierra On-Line por última vez el 1 de noviembre de 1997, su esposa Roberta Williams se quedó un año más, trabajando en la octava entrada de su icónica serie King's Quest. King's Quest: Mask of Eternity se convirtió en el proyecto más prolongado y torturado de su larga carrera. Hacía tiempo que Roberta había caído en la costumbre de alternar nuevos juegos de King's Quest con otras creaciones originales.
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