Marcas como Guess las reemplazan por imágenes ficticias para vender ropa, con lo que eliminan costos. Ya no es necesario gastar una fortuna en sesiones fotográficas, estilistas, modelos, maquilladores y las interminables horas de casting. Y no, ¿para qué complicarse? Basta con crear modelos digitales, ¡y listo! La ropa en la pantalla, la modelo en un universo virtual. Es decir, ¿por qué no? Total, si se puede editar la sombra, la expresión facial o incluso cambiar la textura de la ropa en segundos
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Lo llamo "ejercicio de onanismo electro-digital".
CC #2
(Por mucho que no queramos reconocerlo)