Hace 3 años | Por Noctuar a investigacionyciencia.es
Publicado hace 3 años por Noctuar a investigacionyciencia.es

La creación de órganos en miniatura, u organoides, en el laboratorio ofrece la posibilidad de ahondar en el estudio de enfermedades, así como el desarrollo de tratamientos. Sin embargo, en el caso del intestino, el uso de las técnicas actuales resulta en la formación de estructuras circulares, rígidas y quísticas. Asimismo, el desarrollo del tejido ocurre de modo aleatorio. Ello reduce tanto la supervivencia, como el tamaño del organoide, a la vez que limita su aplicación como modelo experimental capaz de reproducir las características del órgano real. El método también podría usarse para obtener organoides de pulmones, hígado o páncreas a partir de células de pacientes.