Hace 7 años | Por purpius a lanacion.com.ar
Publicado hace 7 años por purpius a lanacion.com.ar

En un determinado momento, su perra Matilda comenzó a cambiar algunos hábitos. Ya no recibía a Marilina a los saltos cuando llegaba a la casa, había dejado de invitarla a correr por el patio y no la perdía de vista cuando salían a pasear. No había forma de que un extraño se le acercara, la perra se había convertido en la custodia personal de su dueña.