Durante la Edad Media se organizaron grandes eventos comerciales en los que se podían adquirir productos de todo el reino mientras juglares, acróbatas y justas de caballeros amenizaban la compra... la feria. Así llamada por la costumbre de celebrarse en días feriados o libres, este evento comercial se celebraba anualmente en villas y ciudades por mandato del rey, acudiendo comerciantes de todo el reino para comprar y vender en un ambiente alegre y animado.