Hace 1 año | Por manuelmace a valenciaplaza.com
Publicado hace 1 año por manuelmace a valenciaplaza.com

El puerto de Valencia tiene un faro que ilumina una postal inverosímil. Es el viejo faro, vigía de los mares, pero también respaldo de las escapadas furtivas de los pobladores marítimos. El viejo faro ha quedado hoy como una leyenda en un tiempo equivocado: inaccesible a la ciudad, una reliquia atrapada entre las instalaciones de la autoridad portuaria. El viejo faro apenas recibe ya visitas, tan hecho como estaba a ser un centro de dispersión marina. Las llaves que abren sus accesos están poco acostumbradas. El faro, retiro de amor para el Marítim, fue presentado en sociedad con la visita del rey Alfonso XIII en abril de 1905, plantando su yate, un crucero y un acorazado y poniendo la primera piedra.

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