La Comisión Europea recordó ayer que la legislación comunitaria permite expulsar, a partir de un periodo de tres meses, a ciudadanos de otros Estados miembros de la UE desempleados y que no dispongan de recursos para mantenerse. Bélgica ya lo hace y Alemania podría seguir sus pasos a partir de junio si el Gobierno de Angela Merkel asume las recomendaciones de un estudio que aconseja tal medida para frenar supuestos abusos en las ayudas sociales.
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«A partir de tres meses, debe poder demostrar que tiene los medios financieros para no ser una carga en el país de acogida, a menos que esté buscando empleo»
Importante resaltarlo y pocos lo hacen.